Descubre
tu presencia,
y máteme
tu vista y hermosura;
mira que
la dolencia
de amor,
que no se cura
sino con
la presencia y la figura.
Cántico Espiritual
San Juan de la Cruz.
Gracias a la vida
que me ha dado tanto
Violeta Parra
1
GRANADA
ETERNA
Bruma del
tiempo.
Nubes
oscuras
borrando
el ayer
siempre
necesario.
Entre los
celajes
del
tiempo,
la luz.
El fondo
del alma
aguarda
la tecla
que despierta
el ritmo
olvidado de la vida
en el
armario del ser.
Ayer ,
hoy, mañana.
Guadalquivir
fluyendo
hacia la
eternidad.
2
Y volveré
a Granada.
No será
la nostalgia.
No será
la búsqueda
de la
juventud ida.
A Granada
volveré.
Aquello
fue verdad.
Una huella
profunda
dejó en
los entresijos
del alma.
Raiz vital
y un suave
perfume
a belleza
eterna.
Desde el
fondo del tiempo
fluyen los
recuerdos y el futuro.
Granada,
abrazo
amoroso
para la
eternidad.
3
ASUQUITA
CANDE
Sonrisas
seductoras
van
escociendo
dolores
del alma
bien
escondidos.
Ajo,
martillo y sal.
Demonio
del dolor
yo no te
quiero.
La puerta
está abierta
para que
salgas.
Luz de la
playa
tan
marinera
sonrisas
seductoras
asuqita
cande.
4
Besar
poder quisiera
la miel de
tus labios
como liban
las abejas
las flores
en primavera.
5
GUADIANA
DEL SENTIMIENTO
Guadiana
del sentimiento
somos.
Nos
filtramos en la tierra
allá por
los albores
de la
floración.
Hemos
traspasado
desiertos,
valles, torrenteras,
tormentas
de la existencia.
Ahora,
cuando las
aguas
corren
calmas,
volvemos a
fluir
por la
llanura
cual flor
que abre
al cabo
del tiempo,
cual madre
que se desgarra
para dar
al mundo
el fruto
de su amor.
Guadiana
del sentimiento
somos
deslizándonos
hacia la mar
del
Universo infinito,
eterno
devenir del tiempo.
6
DISTANCIAS
Brisa
cálida del desierto
en alas de
las ondas H.
nos
acercó.
La palabra
abrumadora
se
disuelve,
el
espíritu arde,
el amor se
levanta.
Brisa
cálida del desierto
tan
cercana, tan lejana.
7
Sobre la
Torre de la Vela
se ven dos
luces.
Son los
ojos de mi niña
los que
relucen.
8
Campos de
Dalías
tú,
para el
cultivo
preparados.
Palabra
semilla
yo.
Dieciseis
mil kilómetros
separan la
luz
de
nuestros ojos.
El corazón
con el corazón
se engarza
en la
palabra
en el aire
respirado.
Rojo hilo,
almas prometidas
mucho
antes de nacer.
Tú,
corazón,
campo
arado para el cultivo.
Dulce
palabra
como
lluvia suave
sobre
tu alma
yo.
Punto de
partida
de la
felicidad.
9
El tiempo,
Caco
imparable,
río
lamiendo las laderas
de las
torrenteras.
El tiempo,
destructor,
tranformador,
creador.
El tiempo,
disolución
en la
eternidad,
y volver a
empezar.
10
Porque
fuiste eres.
Porque
eres serás.
Todo pasa,
nada queda,
sólo la
potencia
de la
semilla
que nos
entregan.
11
Lo
recuerdo todo como si delante lo tuviera,
nos
atrevemos a decir.
Memoria,
mente traicionera.
Memoria,
ausencia de pureza.
Memoria,
híbrida conjunción
de anclada
realidad
con
esperanza de eternidad.
12
Desde el
volcán
profundo
de tus ojos
inflamado
sentir
se alza.
Sentir,
amor
incontrolado,
que da
amor,
que amor
derrama.
Desde el
volcán
ardiente
de tu alma
pasión me
guía
hacia la
luz,
hacia el
mañana.
13
La flor
del loto
crece en
los fangales
de la
vida.
En las
aguas pútridas
y
estancadas.
Decantación
de la cara
oculta del
alma humana
muestra
todo su esplendor
cuando se
abre al sol
Tú y yo
que hemos
visto la cara
al
oscuro infierno
de la
existencia,
florecemos
como el loto
para
devolver al mundo
lo mejor
de nuestras almas.
Cicatrices
que se cierran.
Cimentación
del futuro.
14
Granada
eterna.
La luz de
la mañana
realza
el albor
de tu alma,
el
perfumado hálito
de tu ser.
Granada
abierta,
frialdad
nívea,
corazón
ardiente.
Sonrisa
sobre las olas
traicioneras
del dolor.
Toma mi
mano,
amor,
el camino
se abre.
Los
terrores atávicos
del mundo,
en
agua purificada
se
convierten.
Alba
Granada abierta
en la
tarde
de
rubolada pasión.
15
EN TUS
SUEÑOS
¿Quién eres?,
preguntó un poco molesto por las cosquillas que sentía entre el
ombligo y el bajo vientre.
¿No me reconoces,
zancudo milenario? ¿No reconoces la dulzura de mis manos acariciando
tu cuerpo encantado?
¡No! ¿Es posible?
¿Eres tú? Mi milenario amor escondido en lo más recóndito de mi
ser y ahora de sopetón aparecido. ¿En dónde estuviste tanto tiempo
que no te encontré?
No digas sandeces. Si
lo único que te interesaba era tener un nombre y su sombra. Nunca te
fijaste en mí.
No digas eso
cariñito. También a los hombres nos da reparo muchas veces decir lo
que sentimos directamente a la amada. Es como si con el silencio y la
adustez ganáramos en importancia.
Ya lo sé, amado mío.
Sólo era una broma de esta bruja brujita que estoy hecha.
Apasionado espíritu
que sólo desea jugar contigo y pasar un ratito. ¿Sabes? A veces se
siente una tan sola y tan poca cosa.
Dímelo a mí , que
pierdo la confianza cada dos por tres.
Anda, anda, no te
rebajes, manojito de luz que ilumina mi camino. Deja que mi espíritu
penetre en tu ser y se llene de ese alimento que tanto me ayuda a
sobrevivir.
Todo tuyo soy. Si
quieres puedes coger una cucharita e ir comiéndome deleitándote
como si comieras un flan, porque un flan soy cuando estoy entre tus
brazos.
Allá voy. Sé
bienvenida.
El alma de la bella
iba besando las fibras sensibles del joven y temblaba en su corazón
enamorado, se iba inflando de placer la boca, los besos eran tan
tiernos que se dirían los labios de un bebé acariciando el rostro
de la madre.
Temblaba ella,
temblaba él. La luz de las estrellas reflejaban la noche de sus
ojos. Allá en el fondo la aurora de la felicidad se veía como
cuando el rosicler de la mañana empieza a adivinarse por las altas
montañas de Sierra Nevada.
Se quedaron dormidos,
exhaustos de amor y venturanza. Miles de kilómetros los separaban,
pero el hálito de sus almas había salido de paseo para encontrarse
en los espacios infinitos.
Ahora, las dos almas,
al cuerpo retornadas, una sonrisa de felicidad esbozaban. Eran
felices a pesar de la distancia. No era su amor el amor exigente que
el corazón del otro robaba. Era un amor que se daba, sin
exigencias....
amado y amada.
16
Frente al
mar
La luz de
la tarde
Ilumina
El
profundo azul
Del cielo.
A su lado
estoy
Pero ella
no me ve
Pero tal
vez me siente
Como
yo siento.
La
vibración de su corazón
Cuando en
la madrugada
Abro los
ojos
Y la
contemplo.
Bella como
una reina
Ignota.
Me
pregunto si es real
O sólo el
decantado resultado
De un
millón de sentimientos
Nunca
hechos realidad.
Como si de
un fantasma se tratara
Con un
dedo toco su rostro,
Sus
labios, su pecho,
Sus manos,
su....
El corazón
palpita,
No es un
fantasma
Es la
realidad
Hecha
persona
De amor
ideal.
Merced del
cielo
En tierra
andaluza
¡Bienvenida
seas!
17
Ya es de noche,
mi niña
duerme.
Tiene un
sueñecito
tan
alegre.
Duerme,
duerme mi niña
que tu
amor te contempla,
que tu
amor le alienta
Ya
es de noche,
mi niña
duerme.
18
HERIDA DE
AMOR....
Las seis y media de la
mañana. El día, nublado, se filtraba por las cortinas matizando aún
más la ya de por sí débil luz de la mañana.
Entre el nublado
del día y el nublado de la mente, un rostro, su rostro. Fue
despertando poco a poco. No, no había nadie, pero sintió que
alguien le había visitado. No recordaba haber tomado miel la noche
anterior, tampoco nada de dulce. ¿Por qué los labios los tenía tan
frescos como las rosas bañadas por el rocío de la mañana?
Sí, ese ángel
de amor, me ha hecho la merced de venir a despertarme con sus labios
de miel para ayudarme a pasar un día agradable.
Se levantó, lo
primero que hizo fue mirar la hora en el móvil. Comprobó que tenía
un mensaje. Al abrirlo, ni siquiera hubo sorpresa. Su despertar se lo
había dicho todo. Era un mensaje desde el otro lado, desde el otro
extremo del mundo.
“Vuelvo a leer
tus “cartas” para sentirme más cerquita de tí y me envuelve el
deseo de besarte y abrazarte.”
Sí, esa sensación
que había tenido al despertar era cierta.
El cable de fibra
óptica de las comunicaciones no era el único existente. Por encima
de él, y sin aparente materialidad, el hilo rojo de las promesas
anteriores a la venida al mundo existía. Pero una vez encarnados, el
ser humano, la persona, se veía herida de amor, una herida, un no sé
qué que aparentemente no tenía razón de ser y que eran esas
escoceduras del corazón que produce la ausencia.
“Herida de
amor que no se cura, sino con la presencia y la figura”, creía
recordar en la canción de Amancio Prada, El Cántico Espiritual de
San Juan de la Cruz basado en el Cantar de los Cantares de Salomón.
La tarde noche
anterior, cuando volvía a casa en un tren abarrotado, se lo recordó
la voz pausada de aquella abuelita filósofo-poeta que había sido
María Zambrano.
La máquina como
ayudante del ser humano, nunca como centro. Si la máquina lo hace
todo, el tiempo que queda libre no produce siempre la felicidad. Sólo
cuando el espíritu llega a sentir que ha conseguido algo es cuando
se siente satisfecho. Y ahora el espíritu empezaba a recobrar el
camino de la confianza, del amor en su más amplio sentido, el camino
de la poesía, de la vida, en una palabra.
Había despertado con
los labios sabiéndole a miel.
19
Tu alma,
agua clara
de los ríos
en su
máxima transparencia.
Corazón
de niña
traspasado
por las
siete dagas
de
la Dolorosa.
Luz
que a la
luz aspira
de la mano
de la
vida.
Belleza y
Amor.
Flor de
Andalucía.
20
Cual las
aguas de un pantano
se lanzan
a buscar su destino
al abrirle
las compuertas,
así tu
corazón,
desbocado
caballo del sentir,
escapa de
las turbias atrocidades
de la
noche oscura.
Rosicler
de la mañana
en
lontananza.
El corazón
en el cuerpo
no encaja,
busca su
amor
o su
locura,
busca
su fertilización
como el
sentimiento,
como el
agua.
21
Sumido en
los entresijos
de tu
corazón
siempre
estuve.
En un
cajón secreto
del
corazón
siempre
estuviste.
Un rayo
iluminador
señaló
el camino.
Las
tinieblas se disipan.
La luz se
hace.
Bendita
sea la mano
que nos
guía.
Gracias
sean dadas
a la Vida.
22
Yo
quisiera ser
el
arquitecto
de la
reconstrucción
de esa
catedral
que tienes
por
corazón.
El pintor
quisiera
ser
de los
paneles
que cantan
tus sentires
por las
paredes.
Catedral
del alma
la que tú
tienes,
gallardía
y gracia
son
tus pinceles.
Ole mi
niña
Ay que
bonita
Cuando la
miro
La razón
quita.
23
DEAMBULAR
GRANADINO
Paseos,
paseos
largos como besos
sin fin.
Calles
antiguas,
alguien
diría viejas
sin
distinguir el valor
de los
adjetivos.
Misterios
de la ciudad
y su
escondido dolor.
Cogidos de
la mano
te miro en
la sombra de las riberas.
Allá
arriba
la Campana
de la Vela
llamando
al sentimiento
sumido en
los recodos
del alma.
La noche
se vuelve bruja
y tus ojos
un volcán
de sentimientos
arrastrando
a mi derretido
corazón.
24
LOS
TORTOLITOS
Los
tortolitos
Ay qué
bonitos
Ahora que
vienen
Ahora que
van
Que yo te
miro
Me miras
tú
Ay qué
bonitos
Tan
jovencitos
Los
tortolicos
Despistaditos
No saben
qué hacer.
25
La
guitarra es el comienzo
La guitarra es el
comienzo del drama. Con un rasgueo de guitarra se nos abre el corazón
hacia el infierno. Son escalofríos en las más recónditas entrañas
y nos ponen el corazón en carne viva. Con un soplo de brisa el dolor
se agudiza sólo en el tiempo, el olvido y si podemos el perdón
puede dulcificar ese escozor que será para siempre, que quedará en
los entresijos de los reconocimientos si no sabemos deshacernos de él
con un sortilegio.
El rasgueo de la
guitarra alegra las pajarillas del alma, haciendo sangrar su más
oculta esencia.
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