viernes, 22 de abril de 2016

NO HAY QUINTO MALO...

NO HAY QUINTO MALO...

        Era su cumpleaños. El había quedado en esperarla en casa a mediodía para el almuerzo. Era viernes y era el último día de trabajo de la semana. Era el encargado de hacer la comida ese día. Pero se lo pensó mejor. La esperaría a la entrada del edicificio de su trabajo. Sería una sorpresa porque era algo que casi nunca podía hacer. Los horarios no coincidían casi nunca.
        Estaba, como en las películas de cierta época, esperándola apoyado en una de las barandas que había en la entrada del edificio.
        Ella salió. Iba como distraida, más bien un tanto cansada después de una semana de lo más estresante.
        Cuando levantó el rostro y lo vio los ojos, las mejillas, todo se le iluminó. El rictus severo con el que salió quedó relajado y se abrió en una hermosísima sonrisa de amor.
        -¡Hola! ¡Has venido!
        -Pues, a ver, toca aquí a la altura del corazón-. Ella con cara de cuchufleta y sorpresa, lo hizo con fuerza.
        -¡Ay!
        -¡Ah, perdón, te he hecho daño!. Soy una bruta.
        -Ves.... soy de carne y hueso, no soy un fantasma.
        -¡Tontoooooo!-, dijo ella con un acento amoroso que parecía que se le iba a caer la baba, al mismo tiempo que sentía su rostro sonrojado de alegría, amor y vergüenza pública.
        -¡Feliz cumpleaños, cielo!
        -¡Oh, te has acordado! Con lo despistado que eres para estas cosas....
        -¿Despistado yo?
        -Sí, tuúúú
        -Ummmmm, si no hubiera tanta gente aquí te comería a besos.
        -¿Y por qué no lo haces?
        -¿Puedo?
        -¡¡¡¡Claro!!!! lo estoy deseando.
        La besó con toda la dulzura que se pone en un niño pequeño al besarlo porque parece que se va a romper. De pronto un aplauso sonó en torno a ellos. Eran los jóvenes alumnos de la profe.
        -¡Oh, qué vergüenza!-. La chica más valiente saltó.
        -Vergüenza no, profe, ¡qué envidia! Con un novio tan guapo....
        -¿Ves? Hasta las jovencitas.....
        -Madre mía ¡qué he hecho yo para merecer esto! Gracias, bonita.
        -Hasta luego chicas....-, y se fueron agarrados de la mano como si de un par de tórtolos se tratara.
        -¿Dónde me llevas? ¿No vamos a casa a comer?
        -He pensado, si no te importa, que podemos ir al Quinto Toro, comemos allí y después volvemos a casa a descansar, Después de un rato de descanso podemos pasear por la ciudad. Hay muchas cosas que aún no he visto, no me las has enseñado.
        -Olé los niños guapos, mua. Vamos.
        El Quinto Toro era un bar restaurante con mucha solera en la ciudad. Llevaba abierto desde los años cincuenta y era uno de los más reconocidos, no sólo en el barrio, sino en la ciudad e incluso en la provincia.
        El había previamente reservado una mesa. Uno de los dueños, aunque en realidad se podía decir que los dos, era amigo de ambos. Pidió una mesa en un rincón no muy concurrido, aunque sabía que no podían estar completamente solos, al menos lo más aislados posible,
        El restaurante estaba decorado con motivos taurinos. El padre de los dueños había sido aficionado y había estado relacionado con el mundo del toro, de ahí el nombre.
        -Buenas, señores. Vengan conmigo. Aquel rincón está bien.
        -Gracias-, dijeron a un tiempo. Se sentaron y miraron la carta.
        -¡Y bien! ¿Qué les pongo?
        -En principio un par de cerveza y alguna tapilla para hacer boca. Vamos a ver despacio y después llamamos-, dijo ella muy decidida.
        -Eso está bien. Ahí en la barra estoy-. El camarero fue a por las cervezas y las trajo con unas tapas de patatas a lo pobre con huevo. En todos sitios se hablaba de que era lo mejor de lo mejor. Estuvieron echando un vistazo.
        -Bueno, comida...... Bien, entonces, varias raciones y después si hace falta algo, añadimos.
        -De acuerdo. ¿Qué es eso del remojón de San Antón?
        -Ah, no sé, pero suena bueno. Uno de eso, otro de pulpo en ali-oli.
        -Que es bueno para la piel eso del ajo y el aceite.
        -Eso, que tengo que estar guapa, para comerte mejor que diría el lobo.
        -¿Yo?
        -¿Y quién quieres que sea?
        -Ola, ola.... Ya te vas recuperando.
        -Callos, ¿te gustan?
        -Me encantan, porque se parecen a tí.
        -¡Tu padre! ¡Pendejo! ¿Callo yo?
        -Sí, porque siempre me duele.
        -Eso es para que no me olvides.
        -Ah, pues ... sí, tal vez
Sin palabras, los dos reían en grande.
        -Higaditos de pollo al jerez....
        -¿Y si tomamos sólo el jerez!
        -¡Borracho!
        -Anda ajumá que eres una ajumá, no de alcohol.
        -Si no es de alcohol, ¿de qué?
        -De los perfumes de mi persona.
        -Oh, lalá.... Como se lo tiene creido este niño de las narices....
        -A que me voy y no te invito....
        -No, porfa, que tienes que pagar, que hoy es mi cumple...
        -Vale, bueno, ¿más? Ensalada casera de bacalao.
        -Mu salá...
        -Veamos-, se mojó un dedo en saliva y se lo restregó por la cara a ella. Después se lo llevó a la boca-. Como tú.
        -Entonces eso..... Pipirrana.
        -Claro, claro, pipi para la rana...
        -¿Decías algo?
        -No, no, nada.
        -Vale, me callo.
        -¿Y para beber con todo esto?
        -Vino de la casa, ¿qué tal?
        -¿Aquí qué bebeis normalmente?
        -Vino de Jumilla, vino de Ribera.... tinto.
        -¡Ribera del Duero! ¡Qué lujo! A saber cuanto vale una botella. Allí dónde vivía valía 500 euros.
        -¡Ehhhhhh! No, no vale tanto.
        -Entonces debe ser Ribera del Andarax. Tiene un precio más razonable. ¿Tinto o blanco?
        -Parece que para lo que vamos a comer es mejor el tinto ¿no?
        -Vale, una de tinto. Cabernet Sauvignon, Merlort, Sirah, Garnacha, Tempranillo, Pinot noir....
        -No sé, me lo bebo pero no pregunto esas cosas.
        -Entonces tempranillo. ¿En tu pueblo hay vino?
        -Sí, me parece que sí.
        -Entonces debe ser éste.
        -¡Jo, y yo sin enterarme!
        -¡Camarero!
       Vino el camarero . Cuando terminó de tomar el pedido, el camarero abrió los ojos....
        -¿Llevais mucho sin comer?
        -No. pero hoy es un día especial....
        El camarero fue trayendo poco a poco. Fueron echándolo en la andorga y lo iban deglutiendo con el vino. Iba perfecto con lo que habían pedido.
        Durante una hora, boca, ojos, placer de dioses. Los platos quedaron límpios como para comer otra vez en ellos.
        -Ahora, mi niño, saca la pasta....
        -Espera, que no sé si me podré levantar. Creo que he bebido demasiado.
        -¡Jo! Y yo más fresca que una rosa.
        -¡Que te lo crees tú eso!
        Se levantaron, pagaron y se fueron para casa. Iban cogidos de la cintura. No lo dijeron pero sabían que iban mareados. Subieron a casa, abrieron la puerta, se dirigieron al sofá, se sentaron y así, tal cual, se quedaron dormidos hasta la caida de la tarde.
        -Eh, cachorrita...
        -Ummmm, déjame dormir que estoy muy cansada.
        -Ya son las ocho...
        -¿Y?
        -Que mejor salimos a dar una vuelta para despejarnos...
        -Déjalo para mañana.
        -Bueno, ¿y ahora qué hacemos?
        -Amarnos tiernamente....
        -Oh, a sus órdenes mi princesa...
        La levantó con dificultad y se la llevó hacia el dormitorio. No estaba ella para darse el filete, ni él tampoco. La dejó en la ropa mínima y la metió en la cama. El hizo lo mismo por el otro lado. Se tumbó a su lado, la abrazó y así amanecieron a las nueve con los labios de uno y otro pegados. Por la ventana entraba la luz del Mediterráneo.
        -Buenos días mi reina.
        .Buenos días, mi rey.

        

martes, 12 de abril de 2016

UN MES DESPUES 11-4-2011

UN MES DESPUES
11-4-2011

         ¿Habrá que disculpar muchas cosas por el shock que produjo el desastre del terremoto y después el, llamémosle, accidente de la central nuclear de Fukushima?
         Todo depende de cómo se mire. Ciertamente el público se movió en orden. No hubo esos robos que han ocurrido en otros lugares cuando ha habido terremotos o desastres de cualquier tipo. No los hubo o no los han grabado las cámaras o si los han grabado no los han puesto en televisión. Hablar mal de uno mismo es de mal gusto. Es una forma de respeto a la propia imagen. Como las Meigas, nadie las ha visto, pero habeilas, hailas. Y los que han venido después, en nombre de esa compasión que siempre produce un desastre así, todo el mundo quiere mostrar esos sentimientos y de esos buenos sentimientos e aprovechan los timadores, los estafadores. Ya aparecen en los periódicos y hoy en televisión estafas de miles de yenes en nombre de los damnificados del terremoto o el robo de las huchas colocadas en lugares públicos, tiendas , restaurantes, solicitando ayuda, huchas que en algunos lugare
(La frase se queda cortada: hoy día 12, cuando escribía esto, a las 8 de la mañana 8 minutos se produjo un nuevo terremoto. En el epicentro fuerza 5, aquí donde escribo 3. No es de buen gusto tener que intentar parar el ordenador a toda prisa para que todo lo acumulado no se vaya al cuerno. Como parece que se ha tranquilizado la madre tierra intento continuar)

huchas que en algunos lugares estaban colocadas están siendo robadas. Ciertamente, las cosas no son tan aparatosas como en otros lugares pero las Meigas existen.
         El mundo ayuda, los japoneses se están volcando en ayudar. Hoy se cumple un mes del acontecimiento. Como suele ser normal en muchos sitios, en algunos lugares en los que se van a celebrar ceremonias en honor de los difuntos y desaparecidos, las cámaras, los periodistas están llegando. Pero el comentario de un damnificado: “Espero que después este primer mes no nos dejen de la mano”.
         Sí, el primer impulso afectivo es grande, pero ¿y después? Ahí os quedais. Si el seguimiento es ese, mejor no meneallo desde el primer momento. El temor está más que justificado.
         A partir de hoy se levanta la prohibición de “no vender” leche. Después de varias semanas de estar tirando la leche por el “peligro radioactivo” los criadores de vacas y productores de leche ven un respiro pero sólo un respiro. ¿Habrá envasadoras que la compren? ¿El público la comprará sin reticencia? Las pruebas después de varias semanas son negativas para la radioactividad. Se puede tomar la leche. No hay radioactividad en la leche, pero la semilla de la duda queda sembrada por la ambigüedad lanzada desde el primer día por el gobierno.
         Ya se empiezan a levantar las restricciones a algunas verduras “contaminadas” después de pasar controles y controles pero también las no “contaminadas” son esquivadas por el consumidor.
         Aunque el portavoz del gobierno anuncie el levantamiento de la restricción no podemos estar contentos. La semilla de la duda está sembrada y el consumidor es muy reticente. No sé cuantos años de esfuerzos tendremos que pasar para recuperar la confianza de los consumidores. Por eso no podemos decir que estamos contentos.
         Palabras literales de un productor agrícola que ha visto su cosecha de espinacas echada a perder por las palabras: “No es peligroso- Absténganse- Se restringe la venta”, del gobierno. Un gobierno que está haciendo más daño que la propia central dañada, con el daño que ésta está haciendo.
         Algunas luces se ven en el panorama oscuro de este tiempo. La gente empieza a soltar lastre y dedicarse a contemplar las flores del cerezo. Al menos en tv. no se ven escenas de comidas y bebidas. El aire de abstención se va rompiendo poco a poco, pero el qué dirán es demasiado fuerte en este país. Se supone que es el respeto a los muertos. Respetar a los muertos implica creer en otra vida, tener unas creencias que llamaríamos religiosas, pero entre el setenta y el ochenta por ciento de las personas dicen que no creen en que haya nada después de la vida.
         ¿En qué quedamos? Ambigüedad no sólo por parte del gobierno, también del pueblo. Ambigüedad que lleva a sentir que las imágenes que se enseñan llevan un marcado sello de hipocresía. ¿Por qué no se dicen las cosas claramente?
         El presidente de Tepco quería ver al gobernador de Fukushima para presentarle sus disculpas. El gobernador se ha negado. Seguramente se dará la excusa de la agenda, pero será la ira lo que está de fondo, una ira contenida, una ira bien educada. Una ira que es la ira del pueblo frente a la central nuclear productora de energía eléctrica, energía eléctrica que usa ese supuesto pueblo airado. ¿Fueron primero los pueblos o primero fue la central? Mucha gente estará comiendo de la central y cuando hay problemas monta en ira. ¿Pueblos que querían progresar y tener luz o querían permanecer en la edad media a la luz del candil?
         Como en Okinawa. Se construyó la base americana y el pueblo acudió a montar su casa y comer de la base. Ahora la base es peligrosa. Americanos fuera ( y bajo cuerda vengan los chinos) (Con la “crisis” de los terremotos y de la central nuclear no se habla de que aviones chinos se acercan muchísimo al territorio japonés. Japón terminará invadido y nadie se dará cuenta. ¡Viva la información controlada!

Interrumpimos aquí para decir que la madre tierra se vuelve a mover. Le ha dado por la parranda hoy, día 11 de abril cuando escribo. Nunca había visto este edificio moverse tanto en la planta baja. Uf, qué susto. Esperemos que para la hora de volver a casa se mueva el metro y el tren.

        En resumen, el gobernador de Fukushima hará el papel de enojado representante de la ley frente a la empresa, cuando en la empresa estará metido el gobierno hasta las trancas. Triste comedia.
         Como es triste la comedia del representante del gobierno. Ayer 10 de abril se celebraron elecciones a gobernador en todo el país excepto en las provincias más afectadas. Los representantes apoyados por el gobierno cayeron en picado. Se alzan voces pidiendo de Kan, mejor sería llamarlo Cann´t, pero el presidente tiene la obligación de poner en marcha la recuperación de las zonas afectadas.
         Un presidente de gobierno que sólo sabe hacer papelitos. ¿Por qué esa caida en la elección de gobernadores apoyados por el gobierno? Porque ese pueblo airado que eligió a un partido erráticamente se ha dado cuenta de su error.
         “El problema no es quien dirige la operación, sino qué hay que hacer para recuperar el lugar siniestrado”. Frase que implica fidelidad a un “talento mediático” pero vacío políticamente. ¿Qué se puede esperar de un presidente de gobierno que dice que no dimitirá aunque su popularidad caiga al 1%? Tengo la obligación de cumplir con mi destino, parece decir. No sé por qué pero suena a frase del tío Paco. Sólo Dios y la Historia me juzgará. Finamente, democráticamente, pero hermanos gemelos. (Frase políticamente incorrecta)
         Quien está dando la cara son las organizaciones empresariales, las ONG, la gente sencilla, los artistas, deportistas y los funcionarios odiados por un gobierno que quiere ser protagonista, que quiere meter baza en todo y todo le sale al revés.
         Las fuerzas de autodefensa y los barcos americanos siguen buscando muertos arrastrados al mar por el tsunami.
         Ningún político ha decidido una donación para los damnificados por el terremoto etc. ¿Por qué será?

         Un “artículo” movidito. Terremoto cuando lo escribía y terremoto cuando lo estaba pasando al ordenador...... Seguimos bailando la samba sambita al humor de la madre tierra.

               Kokubunji  12 de abril de 2011


ANTONIO DUQUE LARA 

sábado, 2 de abril de 2016

La obra de Joan Oliver - Pere Quart

INDICE

Joan Oliver, decapitador verbal
La sátira de Père Quart
Lapoesía de Pére Quart
Dos temas : La decapitació i el desplaçament
La poesía de los años treinta
Una rectificación : Saló de Tardor
El retorno a la Patria
Toma de conciencia histórica
Vacances Pagades , de Père Quart
El teatro de Père Quart
La crisis del teatro catalán
El teatro de pre-guerra
El teatro de guerra
EI teatro de post - guerra
El lenguaje del teatro en Joan Oliver
La obra narrativa de Joan Oliver
Joan Oliver , periodista
Bibliografía




JOAN OLIVER, DECAPITADOR VERBAL

Joan Oliver, hombre cuya clave poética y vital es la ironía, un cordial escepticismo le sirve de contrapeso para no hundirse del todo. Su moral es la moral de la desesperanza activa. Un dinamismo humanista sin dogmas y sin catecismos. Père Quart, su seudónimo, ha debido ser una segunda piel protectora. Contra la burguesía de la que desertó o contra el estigma de los nueve años de exilio. Pero quiza todo esto ya había empezado antes del 39, cuando la causa republicana, en la que militaba, fue anegada de sangre, cárceles y persecuciones. Poeta, dramaturgo, narrador. De esta trilogía, la poesía ha hegemonizado sobre las de más.
A Père Quart sin embargo, le hubiese gustado ser un hombre de teatro. Ha escrito unas quince obras, la mayor parte de ellas estrenadas, si bien en condiciones de absoluta precariedad. Algunas narraciones breves, muchos articulos. Y el poeta, por encima de todo. Siempre, en cualquier actividad, sometido a una doble tensión, a una privación.
Su causa vencida, pasada por las armas, su lengua perseguida. Una lengua subversiva y delincuente. Entre estos dos polos de aflicción se han sucedido libros como: Les decapitacions; Bestiari; Salò de Tardor; Poemes de Père quart; Terra de Naufragis; Vacances Pagades; Circunstancies; Otze aiguaforts de Granyer; Quatre mil mots, volumen en el que se recogen los subtitulos Decasillabs de vell; Possadis y Versos elementals als Catalans de 1969.
Esta es la presentación que hace de Joan Oliver Javier Villan, en una entrevista aparecida en la revista “La Calle”. De esa entrevista vamos a entre sacar algunas de las preguntas más importantes. Las respuestas bastan por si solas.
- Hay algo, que, cuando se planteó esta charla, yo quería, y quiero,   comentar con usted. Las raices del desencanto, de su pesimismo. Porque el pesinismo de usted tiene ya categoría histórica.
- Yo diría que mi pesimismo es histórico y universal. E1 pesimismo es para mi un seguro. Sólo los ilusos pueden ser optimistas. Los envidio de veras. Yo parto de algo muy primario: el hombre es un error producido por las leyes ciegas del azar y de la necesidad. La inteligencia ha sacado al hombre de la jungla, pero el hombre no ha sabido utilizar la inteligencia. La cultura, por ejemplo. ¿Qué es eso de la cultura? ¿De qué sirvió la cultura a la civilización alemana? Una civilización técnica, avanzada, pero, ¿de qué sirvió ese progreso? Para exterminar científicamente, pero en forma infrahumana, a millones de seres pensantes.
De manera que la cultura puede ser buena o mala. Así que las democracias sólo funcionan cuando el país es ya demócrata. Y yo dudo de que aquí tengamos un espíritu cívico. Una especial aptitud para vivir conforme a la democracia. ¿Por qué Sánchez gobierna en España, ese tal Sanchez? Pues porque los votos de las damas cursis y las mujeres analfabetas de la España negra dieron el poder. Son los votos que hicieron caer la balanza a su favor.
- Suarez, creo que usted se refiere a Suarez...
- Suarez, Sánchez..., ¿he dicho Sánchez?
- ¿Cuál fue su actividad durante la guerra?
- Me lancé a la calle, a la palestra, a la actividad pública durante la guerra. En mi poesía juvenil ya había un aliento, llamemoslo social y protestatario, una conciencia colectiva.
-Rompí muy pronto con mi padre, con la familia. Mi situación social no tenía ningún problema, una familia más que acomodada, vivíamos bien. La guerra supuso un corte con todo esto. Desperté, yo entonces pensaba que Cataluña podía ser un pueblo pequeño, pero modelo, un piloto de la democracia para todos los pueblos de España. Yo pensaba en un socialismo humanizado, con una moral basada en el respeto mútuo, en la convivencia ordenada, de tendencia igualitaria.
-Yo no creo en los dogmas cristianos, pero sí creo que del Evangelio se puede  sacar una moral de libertad, de justicia, si no de amor, de respeto y tolerancia. Una moral en suma, que permita la aplicación del principio marxista, “A cada cual según sus necesidades, de cada cual según sus capacidades”.
-Pues bien ni esa imagen de mi pueblo, ni mis ideas socialistas se han visto encaminadas hacia su realización. Y aquí estamos. Usted me habla de mi pesimismo...
-Eso es perfectamente detestable en su poesía, de la que, naturalmente, también quería hablarle. Lo que ocurre es que, a veces, no sé si su pesimsmo es un artificio literario una retórica o, por el contrario, una postura moral.
-Es una postura defensiva. Yo me pongo muy contento cuando mis previsiones negras no se cumplen. Pero hay algo evidente, la mentira de la cultura, la mentira de lo que me han enseñado en casa, en las escuela, en los libros. ¿Podemos crear una nueva cultura? Lo repito: prefiero ser un pesimista a un iluso. Los ilusos terminan por caer del burro y quedar vacíos. Mi divisa es todo es relativo, aproximado y provisional. Y es que la gente es tan ingenua que aplaude siempre a los que mandan, a los que se disfrazan, sean Papas, sean Reyes, sean Presidentes o lleven galones. Hay hombres buenos, pero no hay Estados, comunidades, muchedumbres, buenos.
- Usted lo que tiene es una vena ácrata insuperable.
- Puede que sí. Soy un anarquista frustrado. Pero fundamentarmente parto de lo que dije antes: el hombre me parece un simple proyecto. El hombre es una bestia. Podía haber llegado a ser una bestia no sólo racional, sino razonable. El hombre nuevo todavía no lo ha conseguido ni el cristianismo ni el marxismo. Pero tengamos paciencia: los naturalistas calculan que las abejas han tardado treinta millones de años en ultimar la organización de su sociedad.
- En el fondo, usted, considerado como un poeta cívico, preocupado en sus escritos por la realidad inmediata del hombre, podría haber sido un perfeccionista, un afanoso buscador de belleza.
- Ciertamente en mí hay un gran amor al lenguaje, al esplendor de la belleza lírica, un gran amor y la convicción de que la belleza no se puede degradar. El lenguaje hay que cuidarlo, ensancharlo y profundizarlo. Por otra parte, la literatura es cosa de los hombres, son historias de hombres, protagonizadas por hombres cálidos, vivientes, complejas historias que pasan en este mundo y que se cuentan con palabras comunicables. Estos procedimientos, estos materiales que utiliza el escritor no pueden ser degradados ni disfrazados. El pintor puede hacer lo que le plazca con formas y colores y lo mismo e1 músico con los sonidos, tales son sus lenguajes. Pero el poeta utiliza una lenguaje, que es la forma más sensible de la inteligencia.
- El lenguaje popular, claro, directo, es el camino que usted ha elegido hacia la belleza, ¿es verdad?
- A mí me gusta hablar claro, pero salvando siempre la dignided del lenguaje. Naturalmente, todo depende del momento. Yo empecé haciendo versos de metro, de rima. Posteriormente esto me pareció un juego bizantino y me cambié al verso libre, eso sí, con un ritmo interno muy definido para distinguirlo siempre de la prosa descriptiva y utilitaria.
- De cualquier forma, uno se pregunta muchas veces qué sentido tiene escribir versos, sean rimados o no, con ritmo o sin é1. Quiza el bizantinismo no resida en la forma en sí y haya que plantearselo en el terreno de lo útil o de lo inútil, lo lógico o lo absurdo.
- Es curioso esto de la poesia, sí. Lo cierto es que apenas nadie le presta atención, ni si quiera los censores. Los únicos libros subversivos que en los años cincuenta o sesenta pudieron publicarse en Cataluña fueron libros de poesía. El censor no sólo no los entendía, sino que decía: bueno, pasa, si son versitos, pasa.
- A mí me dieron un premio en Gandía, patrocinado por la Diputación de Velencia. Y era un libro increible, muy subversivo. Pues no se enteraron. La poesía es siempre minoritaria. No tiene difusión, pero sí tiene influencia. Incluso los políticos y los oradores sindicales citan versos de Machado. No lo han leido, pero lo citan. La poesía crea un clima contagioso. Y uno de los aciertos de los últimos años ha sido la divulgación de la poesía a través de la canción. Raimon, por ejempro, ha  llegado a cantar poemas de Ausias March, de Espriu y con ellos ha llegado al pueblo.
- ¿Usted está de acuerdo en que, posiblemente, es el poeta civil más representativo de Cataluña, con un grado de perfección estético?
- Un poeta civil, propiamente dicho no ha existido en Cataluña. Quizá esta opinión que puede, incluso, haberse generalizado, parte de mi libro Vacances Pagades. Esta obra llegó a tener una cierta influencia en las nuevas generaciones, en los poetas que por entonces, eran los años sesenta, tenían veinte o veinticinco años. Vacances Pagades, conectó muy bien con la juventud, sobre todo la universitaria. Incluso alguien le ha atribuido un cierto magisterio, sin mi permiso, naturalmente. Bien, pero ¿qué? ¿Y la juventud obrera, los inmigrados?
Tras ver como se desarrolló la entrevista con Javier Villan, pasamos ahora a otra entrevista, ésta con Baltasar Porcel, en 1966. En ella, entre otras muchas cosas hablaron los dos escritores de la obra de Père Quart y la literatura catalana en general.
- A veces ha perorado usted diciento que, en rigor, no es sino un autor teatral fracasado. ¿Qué quiere decir, exactamente eso?
- Quiero decir eso. La guerra me patió por medio. A los catorce años escribí una comedia de algaraza estudiantil que representamos mis hermanos y yo. Te lo diré francamente: creo que estoy dotado para el teatro, de la misma manera que estoy negado para la novela.
- ¿Cómo definiría su teatro, de antes y de después de la guerra?
- Mi obra teatral es escasa y mediocre, como sabes. La considero sólo un indicio de lo que podría haber sido. Reconozco que no he tenido demasiada fuerza de voluntad para continuar mi carrera dramática contra viento y marea. Pero con la misma claridad te diré que “La fam” contiene los elementos de una gran obra, y también que, si al regresar del exilio, hubiese encontrado una situación teatral no tan miserablemente postrada, habría hecho alguna cosa buena, a partir de mi experiencia de “Ball robat”. Pero, visto el cuadro, y sin demasiado empuje para promover un regreso o al menos un arreglo de la escena profesional (...) me salí por la puerta falsa y fácil de las traducciones.
- El Romea...
- El caso de la “salvación” del Romea nos debería hacer caer la cara de vergüenza.
- ¿Y los estrenos de cámara?
- Siempre que he podido he aprovechado el recurso del teatro amateur, que, en principio sólo se explica en función de un teatro profesional, decoroso y consolidado. En otro caso es sólo un recurso sin verdadera categoría. Y en determinados periodos, puede ser un acto de servicio y de fe en una lengua y una cultura. Hoy, un teatro amateur bilingüe no tiene salida, creo yo.
- Ud. es el poeta con más predicamento entre la juventud, me parece. Sus versos, dejen ahora de lado lo que podríamos decir el profundo conocimiento del oficio, están absolutamente al día, tanto por la intención como por la forma ¿A qué cree que obedece este hecho, tanto en sí mismo como en su repercusión?
- Unos cuantos amigos mios, hombres de las nuevas generaciones, estudiosos y responsables, lo han explicado en unos términos que me alagan y que no osaría contradecir. Yo mismo he insinuado alguna cosa en unas notas que figuran en el volumen de mi poesía completa, hasta hoy. Sólo quiero añadir que este hecho y su repercusón... en este campo. Y te lo juro por todos los dioses, no contaba con ello ni lo pretendía. También me interesa apuntar... que nunca he pretendido, ni pretenderé, sería absurdo, considerarme maestro ni caudillo de nadie ni de nada.
- La narración constituye una parte muy pequeña de su obra...
- Efectivamente: posiblemente por falta de aliento.
- En un artículo reciente ha hecho una apología del ocio ¿Tiene tendencia a ello? algunos le acusan de perezoso. En volumen ha escrito poco, pero, sin embargo figura entre los tres o cuatro nombres capitales que nuestra literatura ha dado en el último cuarto de siglo ¿Por qué no ha trabajado más?
- Has tocado uno de mis puntos neurálgicos. La vida contemplativa me encanta, pero por desgracia, aunque la pudiese mantener no la resistiría. Por oto lado, el trabajo obligatorio, como un castigo, me repugna. Supongo que esta es un sentimiento universal. Te puedo decir una cosa: no me he aburrido jamás. Porque he pensado mucho, he hecho trabajar la imaginación. Está claro que mis pensamientos han sido, en un tanto por ciento despanpanantes, con todo, aseguraría que frecuentemente he dejado escribir notas o gérmenes de historias que habrían superado todo lo que he escrito hasta ahora. Pero...
- ¿Qué prepara ahora?
- Un libro de recuerdos y divagaciones. Quería poder escribir dos comedias que ya están hechas. Todo ello envuelvelo con una hoja de brezo.
Todo esto fue lo que hablaron sobre la obra, en general de Père Quart. La parte siguiente de la entrevista versó sobre la literatura catalana del momento.
- ¿Cómo va la situación actual de la poesía catalana? Parece que eso de los poetas va de baja...
- La poesía atraviesa un periodo de confusión, perplejidad, desorientación. Pero éste no es sólo el caso de la poesía, ni siquiera de la local. El pensamiento y las artes plásticas, la filosofía y la música, la política y el sentimiento religioso ¿no se encuentran en el mismo caso? La carta de navegar no sabemos dónde para.
- ¿Qué poetas principales señalaría en nuestra historia literaria moderna?
- Verdaguer, Maragall, Carner, Riba son los grandes nombres. En Foix veo un islote insólito y abrupto, uno de los catalanes que ha soñado más y con más belleza. Espriú es nuestro extraordinario profeta de un tiempo de cautividad. Ferrater, un acento y una actitud auténticamente nueva. Podríamos citar tres o cuatro poetas más de primera fila, unos cuantos nombres jóvenes con excelentes posibilidades...
- ¿Cuál es su opinión sobre la situación teatral de ahora?
- Este tema me obsesiona. He hablado frecuentemente de ello. Posiblemente me repita Nuestro teatro es un solar por edificar. Hay una cosa peor que no tener tradición: tenerla dañada. Con todo Guimerá y Rossignol podrían haber sido dos puntos de partida. Pous i Pagés y Puig i Ferrater elevaron el tono: Sagarra alimentó la escena durante décadas sinceras, Soldevila promovió una escena burguesa, a la francesa.
El teatro es el arte social por excelencia, sin una sociedad cuajada o en marcha coherente, el teatro no es posible. En Cataluña hemos saltado del quinqué al fluorescente, quiero decir del postpitarrismo al cine en color. Por ello, aquí el teatro se encuentra más arrinconado que en ninguna otra parte. Pedrolo es interesante, y tengo confianza en tí, Porcel, y en otros...
- Espriú, si quisiera, podría justificar nuestro teatro, diga lo que quiera J. Plá. Sería necesario que lo intentase. Desde aquí me agrada pedirle que lo haga. “Ronda de mort a Sinera”, me impresionó fuertemente. Ricard Salvat tiene el gran mérito de haberla suscitado, de haber roto la resistencia del autor. Pero tenmo que no sea el director idóneo.
Conoce poco la lengua, en la obra de Espriu es esencial: la pantomima algunas cuestiones plásticas son cosas importantes, cada vez más.
        A propósito del estreno, se ha producido un estado de confusión, de subversión. La crítica, pobre, se ha visto sobrepasada y medio a ciegas, temiendo hacer una pifia se ha pronunciado en este sentido: una obra fuerte y diferente, montada y dirigida de manera genial. No me ha de dejar caer en un juego de palabras: en ciertos momentos parecía que el “salvat” suplantase al “salvador”...

- Y para acabar la charla, ¿cómo calificaría la situación actual de nuestra cultura?
- En progreso. Es obvio. Culturalmente hemos ganado la primera escaramuza.

Esta es la entrevista concedida a B. Porcel. Aquí, a través de sus palabras, está el hombre, de ideas claras, cualquier tema que aparece ante sí lo desgrana hasta sus últimas consecuencias. Este es el hombre y sus opiniones. A continuación vamos a analizar su obra.
A través del análisis que podamos hacer se nos aparecerá como algo muy importante el que prácticamente todos los críticos tomaron sus propias opiniones como las más esclaracedoras y casi únicas para explicar la obra que analizan. Una prueba más, en mi opinión, de la claridad mental de Joan Oliver al analizar el mundo y a símismo. Veámoslo.

LA SATIRA DE PÈRE QUART

- Una larga tradición de sátira se renueva en los últimos tiempos en la poesía catalana. Principalmente en la obra de tres poetas que pertenecen a tres momentos históricos sucesivos: Guerau de Liost, Père Quart y Salvador Espriu.
En Père Quarto lo mismo que en los otros dos, la sátira es un paso hacia un más allá, no porque no valga en sí misma, sino como reflexión del poeta en los otros. La sátira, al fin y al cabo es una reflexión moral, con más o menos arbitrariedad y con más o menos virtuosismo.  
Cuando P. Quart publicó “Las descapitaciones”, en 1934, heredó con una voz nueva, más áspera y esquinada, el lugar que había dejado Guerau de Liost con su muerte prematura. La importante línea de la poesía satírica catalana pasaba de un seudónimo a otro, pero sin ninguna transición especial. Había también virtuosismo y arbitrariedad, historias sangrantes y crueles, con un instinto, posiblemente, “de teatro realista y patético”.
Tres años después “Bestiari”, refuerza aún más la virtud patética revestida de compasión, muy franciscana en el fondo, provocada por el misterio de los animales.
Desde los “ninots humanizats”, el poeta se acercaba a través de los animales al hombre, y en el hombre, perdido el pudor se habría de encontrar con él mismo: la guerra, el exilio, el retorno y los grandes libros: “Terra de naufragis” y, sobre todo: “Vacances pagades”, que certifican magníficamente la ascendencia satírica del poeta, pero convertido él mismo en objeto de su acción: “Afan de la imposible belleza”, como dijo en 1949, pero también: “necesidad de confesiones intimas, resentimientos concretos o difusos..., conciencia de un fracaso..., dolor personal, vergüenza y rabia..., desengaño cósmico a escala del hombre” y contra “la anarquía de la paz corrupta” según dichos muy autorizados del propio autor.
El mismo ha citado entre sus maestros a Jaume Roig y a Guerau de Liost, dando con ello pie a una genealogía ilustre dentro de su obra. De Jaume Roig y de Bofill Mates, Pére Quart, posiblemente haya cogido además de la traza en el uso del su sarcasmo, el gusto por la expresión ceñida, tallada y, frecuentemente, prosaical. Pero Jaume Roig queda muy alejado y Guerau de Liost satiriza desde unos presupuestos ideológicos hasta cierto punto más alejados que los de Roig. La sátira de Liost descansa en unas premisas aristocratizantes y morales que no podían ser ya las de Père Quart.
Si bien nuestro autor pueda guardar entre sus convicciones un algo de cristianismo insatisfecho, sus flechas vienen desde otro sitio: su óptica es racionalista y a través de ella, reduce a grotesco todo lo que el espectáculo humano tiene de inhumano, precisamente por su irracionalidad.
Desde otro punto de vista su poesía sigue siendo noucentista. Lo es en los momento líricos, no satíricos, así en muchos pasages de “Saló de Tardor” y de “Terra de Naufragis”.
También es lírico, aunque de otra manera en la sátira. Pere Quart se situa entre los que entienden la poesía como una operación intelectual. Ahora bien, a diferencia de algunos de sus colegas, Joan Oliver se niega a reconocer como misterio el resultado verbal, “per l’horror que sent envers la terbolesa”. Para él la poesía es, por encima de todo, un arte de inteligencia que se nutre de palabras inteligibles.
La definición resulta doblemente indicativa: en tanto que proclama “art i intel·ligència”, el treball del poeta, y en tanto que le prescrive una inteligiblidad expeditiva para sus palabras.
Posiblemente lo que Oliver anuncia con estas palabras sea la voluntad de ser entendido por un sector hipotéticamente amplio de público. En todo caso se trata de una exigencia de claridad, que se relaciona con otra convicción suya, de que “la poesía lírica no pot ser altra cosa que la traducció visible, aproximada i bella de certes formes de pensament”.
Para comprender bien su poesía y su sátira en especial debemos observar dos cosas. La primera es que utiliza contínuamente temas bíblicos como David y Goliat, Noé, Lot etc. los que utiliza como punto de partida para su sátira.Posiblemente esto se deba a que estos temas son conocidos por todos, los mitos hebreos son actuales, es un francotirador. Si bien en cuanto a técnica no va a diferenciarse mucho ni va a salirse demasiado de la línea de un Riba, por ejemplo, en cuanto a comprensión de tipo ideológico va a ser lo opuesto a éste y otros grandes poetas catalanes. Si bien en su técnica quiere superar etapas de la literatura ya pasadas como el simbolismo, si bien es verdad que en la práctica no le es tan fácil llevarlo a cabo. El tiende a la precisión expresiva, una precisión que, no hay duda “lleva a la poesia algún des vels que tant l’afavoreixen”.
Esta posición por una parte y por otra su crítica social, forman dos frentes en los que J. Oliver ha tenido muchas consecuencias en la poesía y en la literatura catalana posterior.


LA POESIA DE PÈRE QUART


Para poder comprender la figura y la obra de P.Quart hay que tener en cuenta , como en el resto de su obra, dos hechos: sus estracción social y el contexto histórico en que ha debido realizarse.
Su familia era una de las más ricas de la burguesía catalana del ochocientos. Por otra parte Père Quart nació en 1899 y se formó en unos años y un medio en el que los esquemas de acción y de cultura creados en el ochocientos están en crisis. A esto le siguen otra serie de hechos en este siglo que van a marcar profundamente la vida del mundo:”La belle èpoque”, que arranca de la guerra del catorce, la Revolución Rusa, la Crisis de la Bolsa de N.York de 1929, la llegada al poder de Hitler en 1933 etc.
En el campo cultural, la oposición del Cubismo y el Dadaismo, los manifiestos de Bretón, el Congreso de escritores soviéticos, los vanguardistas, el existencialismo...
El Pueblo lucha por hacer sentir su voz, su hambre y su agonía, y un grupo de escritores jóvenes como B. Brecht, Aragón, Spencer y otros intentaban encontrar unos códigos ideológicos y estéticos que reprodujeran sus aspiraciones.
Père Quart, de estracción burguesa, fue uno de los pocos escritores que rompió con los esquemas de su clase y que, haciéndose eco de las tensiones de su tiempo, intentó proponer por su cuenta unas normas generales de conducta.

CONCEPTO DE POESIA

En el primero de sus libros, aparecido en 1934, Père Quart toma posición contra el superrealismo, cuando este movimiento era la punta de lanza del esnobismo artístico del país. En su libro “Bestiari”, publicado poco tiempo después, encontramos más o menos explícitamente la crítica de la poesía clásica y los tonos románticos cerrados en la poesía de los Jocs Florals. Con todo ello somete a crítica a las tres grandes corrientes de la poesía catalana de la época. ¿Cuál es, entonces, su actitud?
Père Quart, muy influido por los moralistas franceses del Grand Siècle, ensayaba una nueva forma de poesía que iba a coincidir con todo el movimiento de reforma comenzado por Brecht y los otros.
Si bien de los primeros tiempos no existen consideraciones teóricas, cuando escribió el prólogo, entre programático y poético a la Poesía de Père Quart, el poeta se refirió a los propósitos de estos años:
“La poesía ès, per damunt de tot, un art d´intel·ligencia que es nodreix de paraules intel·ligibles, l´ordenament de las quals presideix la raó poètica”, es decir, con palabras del mismo poeta: “La poesía lírica no pot ser otra cosa que la traducció visible, aproximada bella de certas formas de pensament. I el pensament, com la imaginació, no arriba a ser-ho fins que ha cristal·lizat, fins que ha adquirit un estat intel·ligible i “real”. “L´art, como el seu nom manera ja indica, no té altra camí que la realitat” y a reinglón seguido añade que la propia poesía “ és el resultát d´un seguit d´experiències acumuladas i “obligadas”, “és, sobretot asèptica”, “feta d´eliminacions d´estelvis”. En definitiva “la passió pel concret, per las figuras cairadas, per las paraules substancioses y denses, és potser el trat més carasteristic” de su estilo.
Más adelante, en 1963, al completar el esbozo de “l´obra de Père Quart” nos dice de una forma más explícita que ha roto “les cadenes de la formalitat” y continúa: “l´alliberacion fou un acte de forçe, fill d´una desesperació, esmorteïda, per pudicies atàviques. De fet, les idees que el poeta pretenia d´expressar no trabaven ajust en l´ortopedia habitual de la bone retorica:sonavent aspramente, eren poc elaborades, apenes poètiques, no tenien ni haurien pogut tenir res a veres amb les miraculoses estalastites. G. Mallarmé conjuminava amb els mot, en un “clima inhumà”. El impulso de esta ruptura fue múltiple: “necessitat de confessions intimes, ressentiments concrets o difusos....., color personal, vergonya i ràbia per compte propi i per compte d´altri, desangany còsmic a escala d´home” por todo ello, en poesía como en lo demás, la poesía ha de rehusar sencillamente todo lo que sea evasión.
Para Père Quart la poesía es un arte racionalista que nace de las exigencias personales junto a las colectivas, que opera con una materia histórica concreta y que la objetiva a través de una forma narrativa libre, aséptica, llena de elementos populares.

DOS TEMAS: LA DECAPITACIÓ, EL DESPLAÇAMENTET

Hacia 1923 comenzó a formarse en Sabadell un grupo de escritores que se conocen con el nombre de “Escola Humoristica de Sabadell” y también como “La Mirada” nombre del periódico que editaban. Sus componentes eran los niños de papá de la época que supieron superar esta situación trasladando a un plano de humor metafísico algo, que, de no haber sido así, hubiera sido un simple juego de señoritos.
Este grupo, por muy diversas causas, se disolvió hacia 1930, tomando cada uno de sus componentes un camino, y en el caso de Père Quart, una carrera literaria brillante y rápida, impensada, de tan lógica a implacable.
Conferencias, concursos, tertulias, son algunos de los actos que organizaron, entre los que pueden destacar, por su humor e intención lo conferencia de Josep Mª Junoy, un personaje exquisito, que dio una conferencia a la altura de su sensibilidad, pero que tuvo que aguantar las acciones del grupo: dio la conferencia junto a un caballo que desde unas horas antes estuvo ensuciandose con parsimonia y generosidad.
La segunda anécdota importante, llena de fino humor y tendenciosidad, fue el premio otorgado a Josep Carner, el humorista oficial: un premio cuantioso, pero en vez de en billetes de banco fue pagdo en pedazos de periódico. Evidentemente Carner aceptó gustoso el premio.
A parte de este tipo de cosas, editaron un libro “lá any que va”, y la publicación de “La Mirada”, al parecer una de las publicaciones más selectas tipográfica y literariamente de la moderna poesía catalana.
Uno de los elementos más activos del grupo fue Père Quart. Desde el primer momento su humor adquirió un matiz peculiar: la insatisfacción, crítica, la caricatura como expresión de un mundo en crisis.
“L’humor d’aquest poeta - dice Joan Oliver en el prólogo citado - és un humor que, a despit de las aparences, mai no hauria de ser acusat de gratuit, per tal com obecix a una llei entranyada en el seu carácter”. Père Quart planta cara como pueda “A las ideas negras que le ronden i prova de combatre l’angoixa que l’afeixuga: a la seva manera fa la guerra al pecat i al desordre.  El joc esdevá finalmente trist i desesperat. La fececia o la paradoca, amoral i cruels, denuncian amb modestia i rábia disfrassada, espectes variats del fracàs universal”
Humor y naufragio. Dos características de su obra. Humor que no tiene raices en la tradición literaria, si no más bien en su propio temperamento, de ahí su posición en el propio grupo de Sabadell: humor instintivo.
El naufragio se lo da la situación, es un estímulo: instinto y estímulo que es funden en una síntesis fecunda: entonces es cuando su obra cobra sus momentos culminantes. En estos casos, Joan Oliver desaparece y deja paso a Père Quart.
Desde “Les Decapitacions”, en 1938, hasta los “Versos de Circumstancies”, en 1963, y treinta años de poesía que se caracteriza por estas dos notas. Pero el naufragio ¿cuándo aparece? Está siempre presente, quizá el error sea intentar imaginarlo en un hecho concreto que va a influir. No. El naufragio de Père Quart se puede decir que tiene una base existencial. Viene desde el diluvio, y el hecho de que Noè sea una de sus mejores poemas, no es casual.
Como náufrago, él y su colectividad, a pesar de los avatares y vicisitudes de la vida se revuelve y lucha entre la muerte y la esperanza.
Su humor, su lucha nos dicen que Père Quart no es sino un rebelde, un desplazado dentro de su clase. De ahí que en la producción de estos años tengan relieve dos temas, deplazamiento y decapitación, humor rebelde y sarcasmo.

LA POESIA DE LOS AÑOS 30

El año 1934, tras un largo aprendizaje, publica su libro “Les Decapitacións”, su primer libro de versos, que produjo por el tono y la presentación, en palabras de J. Teixidor, desorientación, sorpresa y hasta un poco de escándalo. Sin embargo, parece que la crícica no advirtió toda la originalidad del libro y señala, solamente, el humor la sátira y la presentación, insólita, para los hábitos editoriales de la época.
Por otro lado comparará sus versos con las “Sátiras” de Guerau de Liost. Si bien la diferencia entre ambos libros es muy grande.
La sátira de Liost es estrictamente moral y típica; es la moral de la burguesía que ataca vicios y deficiencias. Es una sátira ahistórica que no trata dialécticamente de descubrir fallos e injusticias de los mecanismos sociales, sino vicios generales de la humanidad.
“Les Decapitacions” es un libro muy diferente, si bien con un juego menos virtuoso, su sátira es más hiriente, y, sobretodo, histórica Decapitacions y Bestiari son dos libros morales y abstractos que, a pesar del tono corrosivo, entroncan aún bastante con los hábitos de la poesía de la época; pero muchos de estos hábitos están tomados caricaturescamente. Los poemas toman ya posiciones ante el curso de la historia. Recordemos, por ejemplo, la condena de la matanza de judios decretada por Herr Hitler:

Avía per telèfon una rialla trista
de pur estil marxista.
Bloch l´anomenen els estranys: jo, Sara.
Qui no la desampara?
Per segar roses la destral us cal,
Adolf, brètol total?
Volava el cap de una companya
per cel dels crematoris d´Alemanya.

Los dos libros constituyen una ruptura posicional y formal con las actitudes burguesas postsimbolitas de la época; el versolibrismo sincopado, el narrativismo, la asepsia y la amusicalidad coinciden, más o menos con los esfuerzos que la nueva poesía europea realizaba para traducir y transformar el mundo agonizante de entreguerras.
El mes de julio de 1936 estalla la guerra y la poesía ha de tomar posiciones. Algunos escritores intentaron hacer de la poesía y de la cultura, en general, un instrumento eficaz de propaganda. Otros intentaron crear un tipo de poesía que por actitudes y técnicas tradujesen la coyuntura revolucionaria y las agonías de la guerra.
Aunque participó en la utilización de la cultura como propaganda, fue un autor que tenía que salir escribiendo otro tipo de poesía, más hiriente, y era lógico. Todo el mundo de crítica y revuelta desemboca en la “Oda a Barcelona”, canto a la revolución y a todas las liquidaciones y afirmaciones que ésta comportaba.
Aquí encontramos, es preciso decirlo, virtuosismos idiomáticos, elaboraciones intelectualizantes, pero, de hecho, el despliegue del poema es completamente nuevo: verso libre, más o menos sincopado, simplicidad de recursos, técnicas narrativas, expresión directa, eficaz y vulgar etc. Y lo que es más importante: la ruptura formal no hace sino traducir una ideología más profunda. “La Oda a Barcelona” es la verdadera antítesis de “l´Oda nova a Barcelona”, de Joan Maragall, escrita a raiz de los hechos revolucionarios de 1909.
Por otra parte Père Quart, alternando el periodismo, la poesía y el teatro, reflejó las evoluciones y los azares más señalados de los tres años de guerra. Algunas obras son testimonio de ello, entre otras, la pieza teatral  “La Fam” y el poema “Terol”, inserto en la primera página del primer número de “Meridià”, un semanario típico de las inquietudes de los tiempos que corrían.

UNA RECTIFICACIÓN: “SALÒ DE TARDOR”

        El año 39 acabó la guerra y Père Quart, con muchos otros
                transmuntà la carena
                lentament, sense dir re...
y se encontró solo y desamparado, abocado al exilio en una Europa descuartizada.
                A Catalunya deixí
                el día de ma partida
                mitja vida condormida;
                l´altra meitat vingué amb mi
                per no deixar-me sens vida.
       
Comenzó entonces el pregrinaje : Francia, después América y terminó en Chile. En Santiago publicó el cuarto libro de poemas: “Salò de Tardor”. Este libro es el testimonio y la confesión más directa del estado de ánimo y la visión, entre sentimental y dolorida, de un hombre entre los hombre de otro país, en otro continente. No es ya un libro humorístico o satírico, un libro lleno de acentos revolucionarios, es un libro amargo, cargado de añoranzas, más subjetivo, retórico, más lírico, en definitiva.
        Los fragmentos líricos y los de puro ingenio de sus dos libros anteriores a “Salò de Tardor”, dice Joan Triadú, se concretan en éste con toda la extensión y trascendencia de un poeta lírico, generalmente elegíaco, con la voz de la sangre más insistente que nunca por la lejanía y el dolor de tanta sangre derramada, Père Quart, posiblemente, en este libro nos da de una manera directa el alfa y el omega del exílio. Uno, el momento preciso en que el enraizamiento en la tierra se rompe físicamente, paso de la frontera. Otro, más allá del retorno, el momento en que “ honor refet i llar segura”, el poeta evocando los años del exilio, “enyorarà l´enyor”.
        La sátira llega aquí a hacerse alegría, la revuelta renuncia y resignación. De hecho, buena parte de los poemas del libro son más o menos esteticistas, otros traducen las ambiciones civiles de los años precedentes, hasta un cierto optimismo:
                I els somnis a vegades traixen el futur.
        Unos nuevos temas comienzan a insinuarse: añoranza de lo perdido, la muerte, un incipiente desengaño cósmico “a escala d´home” para utilizar palabras del propio poeta.
        Las técnicas de expresión sufren una represión. Salò de Tardor es el libro que más cerca está de la poesía postsimbolista.

EL RETORNO A LA PATRIA

Al cabo de 10 años vuelve a Barcelona. La “Epístola d’alta mar” nos describe el viaje humorísticamente, pero también melancólicamente.
Que costa arribar a terral
Mariners, un esforç!
La vuelta, sin embargo, no le dio lo que esperaba, sino lo contrario. Un mundo caótico y hostil que lo redujo a casi a la nada moral y económicamente. Se encontraba abocado a los abismos del desengaño y del pesimismo cósmico.
Su nuevo libro “Terra de Naufragis”, no hace sino reflejar lo que era su tierra. Sus temas son los del dolor, la muerte, la resignación, todo ello con fuertes tintes patéticos.
Al mismo tiempo se da cuenta de que su drama es compartido por mucha otra gente, lo que le lleva a poner de contrapunto la elegía personal con la colectiva. “Noé”, uno de sus mejores poemas, traduce la significación del naufragio colectivo y, aunque tímidamente, la esperanza de un futuro.
Dentro de su obra va a suponer un avance sólo con respecto al libro anterior, “Salò de Tardor”, pero ello sólo referido a la cuestión técnica.
Cuando escribió este libro, en la literatura, y concretamente en la poesía se estaba dando un momento de evolución y ruptura. Esta evolución fue menos sorprendente en el caso de Père Quart, y ello a causa de su poesía anterior. “Terra de Naufragis” es un libro que dentro del conjunto de su obra refleja un momento de desorientación vital de un poeta que, precisamente, mucho antes que los otros, había dado a su obra de tiempos de la guerra y del exilio un tono y una actitud civiles o realistas.
“Terra de Naufragis” podía hacer suponer el inicio de un cambio espiritual de Père Quart y así lo interpreta Joan Teixidor. De hecho, sin embargo, el mismo título nos lo indica, no era sino la suma de todas las desilusiones del poeta, del 39 acá, es decir, la expresión de unos años de cansancio y de crisis interior. Al mismo tiempo, Père Quart había tenido la suerte de poseer unas reservas de excepticismo y de capacidad crítica, y hasta una saludable tendencia autoirónica y satírica: no es preciso repetirlo. Père Quart es un moralista, un temperamento ético. Este tipo de escritores o se suicidan física o literariamente, o acaban salvándose in extremis de todos los momentos de depresión. Posiblemente necesitan más que los otros, un estímulo externo: Père Quart lo encontró en los escritores más jovenes,que le reconocieron como maestro inesperado para muchos, y también en los universitarios y jóvenes lectores que, de pronto, descubrieron un escritor importante, que las consecuencias de la guerra primero y, una especie de tejido a su alrededor que le hizo estar en silencio, después, los habían escamoteado.
Así pues, un escepticismo autocrítico y una innata tendencia a todas las formas serias del humor, conferían a la poesía de Pere Quart una vertiente de inmunización de cara a los peligros que las depresiones frecuentes - y lógicas – el poeta podían provocar en su obra. Terra de Naufragis, un buen libro de poemas, puede serlo, precisamente, por el realismo con que quedan reflejadas las dudas y las vacilaciones de su autor - no significaba retroceso en la obra de Père Quart, pero tampoco evolución importante. Era un libro de balance en un momento crítico, que no avanzaba tampoco demasiado. Pero, a pesar de todo, significaba un acontecimiento literario importante, y eso por dos razones: la primera por ser la reincorporación pública de Père Quart como escritor y la presencia de un tipo de poesía que no era frecuente en la literatura catalana de aquellos años, a pesar de que ya tenía otro representantes ilustre: Salvador Espriú.
Nos referimos a una poesía que, partiendo de unas actitudes más o menos humorísticas, llegaba, a través de la ironía, de la sátira o del sarcasmo, a una verdadera crítica de la sociedad, de sus componentes, de sus costumbres y también de la misma poesía o literatura en general. El autor ya había explicado este tipo de poesía en un texto autocrítico: “em plau declarar que l’humor grotesc o trascendent que anima els poemas d’aquest llibre - i aquí donem a la paraula humor el seu sentit más lat - , queda sempre redimit per la presència (visible sense esforça) del Dolor, de la Pietat (que una mirada penetrant por descobrir – hi) i de l’amor apassionat de la bellesa”.
El contacto con la vida cotidiana, casi único en la poesía catalana de aquellos años, salvará al poeta y al hombre.

TOMA DE CONCIENCIA HISTORICA

Unos años más tarde empieza a tomar contacto con grupo de poetas más jóvenes, lo que, en su búsqueda de una nueva poesía, le hace sentirse más joven, pero sin abandonar eso sí, el pesimismo cósmico.
Eran unos años de excitación universitaria y de una incipiente transformación de la base. La nueva generación empezaba a hacerse sentir y Père Quart se sentía identificado.
Era la época en que comenzó a escribir “Vacances Pagades”, que, junto al libro de Espriu “La pell de brau”, inauguran una nueva época de la poesía catalana. Todas las innovaciones de sus primeros libros adquieren aquí su plenitud, aunque, aún, se siente un poco temeroso.
Aunque ahora vamos a ver más detenidamente este libro, podemos resumir diciendo que, “Vacances Pagadas”, no sólo porque cierra muchos caminos, sino también porque abre muchos otros, es uno de los grandes libros de Père Quart.
A partir de Vacances Pagades sólo ha publicado varios libros, pequeños, donde retomando algunos aspectos de sus libros anteriores, se le nota la mayor centralización en la situación histórica en que vive. Estos libros son: Dotze aiguaforts de Granyer, L’obra de Père Quart: Versos de Circumstancies etc.
Como se puede observar, a lo largo de toda su obra, Pere Quart es un hombre que se introduce en la historia y se comporta como un verdadero poeta. Cumple con el requisito que pidiò Ieutuixenko para ello: “L’ouvre d’un vrai poéta, c’est límage vivants, resprant, marchant at parlant da son temps”.

“VACANÇES PAGADES” DE PÈRE QUART

        Josep Mª Castellet y Joaquin Molas, en su libro “Poesía catalana del sègle XX” presentan a universitarios y escritores jóvenes, que vieron en Père Quart un maestro, fue uno de los factores que conllevaron al poeta a abandonar el momento de depresión personal y desorientación literaria que representaba Terra de Naufragis.
Este libro coincidió con el nacimiento de esta nueva generación, que iría en constante progresión, ampliando su circulo de influencias.
        La mentalidad de estos jóvenes se caracterizaba por la toma de conciencia ante los temas sociales y políticos del país, la defensa de actitudes de tipo radical y la confianza en sus propias fuerzas. Otros aspectos de esta mentalidad serían la consideración de la cultura como parte integrante de la problemática político-social, y la defensa de la literatura, testimonio y crítica de la realidad histórica, así como la búsqueda en su vacío y mutismo de voces amigas que pudieran servirles de soporte y guía. Esto lo vieron en la poesía de Père Quart y en la persona de Joan Oliver.
        Vacances Pagades, sería el testimonio de esta identificación entre el poeta y la juventud que leía. Père Quart salta por encima de dos generaciones, la suya y la siguiente, había encontrado a su público en la última generación.
        Josep Ferrater Mora, en el prólogo de la primera edición del libro, declaraba: “Père Quart ho fa tot, absolutament tot, como a poeta”; pero sería más correcto decir que lo hace todo, absolutamente todo como moralista. El único móvil de sus escritos es llegar a la desconsoladora verdad, y el único camino para conseguirlo es el enfrentamiento, lúcido y doloroso, con la verdad, con la realidad.
        Esta cualidad de lucidez es de tal grado que las palabras más acertadas sobre la poesía de Père Quart escritas hasta ahora, son las del mismo autor: El prólogo ya citado a la edición de “Poesía” (1949), y el apéndice añadido al mismo en “L´obra de Père Quart” (1963); lucidez, por tanto, al enfrentarse al mundo que nos envuelve, pero también al evaluar e interpretar la propia obra.
        Père Quart empieza a ocupar una posición central en la literatura catalana hacia finales de los años 50, y llega, en compañía de Salvador Espriú, a ser una de las figuras más señeras de la literatura con la publicación de “Vacances Pagades”.
        Como se puede observar, Joan Oliver nace con lo que se ha llamado la generación de la Dictadura, se da a conocer con la siguiente y encuentra su público en la última promoción literaria.
        “Vacances Pagades”, que había conseguido el “Premi Ausiàs March”, en 1959, se publicó en 1960, el mismo año en que aparecía “La Pell de Brau”, de Salvador Espriú, libro que su autor había ido dando a conocer a un público extenso en lecturas privadas.
        Este año de 1960 puede, por tanto, considerarse la fecha que señala el triunfo de un nuevo concepto de poesía, produciéndose así la y ruptura con la tradición simbolista y culturalista que dominó por completo, y durante medio siglo, la literatura catalana.
       “Vacances Pagades”, aunque representa una ruptura con la poesía catalana anterior, se mantiene enrraizado en la producción del poeta y representa la culminación de las tendencias y las actitudes que se encontraban en los otros libros suyos; no rompe por tanto con su anterior obra poética, sino que la supera y la lleva hasta las últimas consecuencias, tanto en el contenido como en la forma expresiva.
        En lo que concierne a esta última, encontramos desde el primer libro que rehusa lo retórico y los recursos exageradamente literarios. Joan Oliver había caracterizado este aspecto de su poesía en el prólogo mencionado:”Festa d´eliminacions, d´estalvis, es breu i escassa com las noticies importants-bones o males”. En esta escasez está la inovación más importante de su obra poética.
        Père Quart, rompiendo con una tradición de siglos en el lenguaje poético, parece que sigue el lema de Juan de Valdés:”El estilo me es natural y sin afectación ninguna, escrivo como hablo, solamente tengo cuidado de usar vocablos que signifiquen lo que quiero decir, y dígolo quanto más llanamente posible, porque a mi parecer en ninguna lengua está bien la afectación”; en sus versos llegará a la utilización de frases procedentes del lenguaje coloquial más vulgar, que tomarán dentro del contexto del poema una fuerza poética y conceptual de inesperada calidad.
       Este estilo, que el autor había calificado de áspero, poco elaborado y apenas poético, presenta en “Vacances Pagades” la plenitud de una serie de características que se adivinan en los primeros poemas: ritmo que busca no la creación de una sensación de musicalidad sino la de destacar las palabras y las ideas, la utilización de recursos retóricos más sencillos, las enumeraciones y los paralelismos, por ejemplo el predominio del sustantivo y del verbo frente a la escasez de adjetivos, que en general una función satírica e irónica, un uso constante de expresiones coloquiales, todo ello dentro de las ilaciones sintácticas propias de la narración en prosa.  
        A veces, el constraste entre varios tipos de construcción sintáctica le lleva a aciertos modélicos. Así en “Pregària de gener”, el contenido irónico está reforzado por el cambio rítmico, basado en las diferencias sintácticas de las estrofas.
        Este lenguaje poético, o mejor, apoético, está siempre en función del contenido, de aquello que el autor quiere expresar; hoy por tanto una total adecuación entre el significado y el significante, adecuación que tiene una finalidad: decirnos una cosa determinada y sólo una. La afirmación conmunmente aceptada de que la poesía moderna sugiere en vez de significar, no es válida para la obra de Père Quart, como tampoco lo es para la de Jorge Guillén.
        Joan Oliver afirmaba en el Prólogo a la “Obra de Père Quart” que “la poesía es, per damunt de tot, un art d´intel­-ligència que es nodreix de paraules intel-ligibles la ordenament de las quals presidoix la raó poètica”, palabras que demuestran muy claramente la delimitación significativa de sus escritos poéticos.
        Por lo que respecta al contenido, aspectos que habían cumplido su papel primordial en los libros anteriores, pasan en “Vacances Pagades” a ocupar un lugar secundario, como se ve con la intención satírica y con los humorismos; otros, por el contrario, toman una importancia mayor: así el excepticismo, la evaluación moral y las referencias al contexto histórico del autor. La intimidad y unidad profunda de su obra en conjunto se encuentra sustentada en el resultado a que llega la evaluación que el poeta hace de la sociedad humana: la destrucción de los mitos que el hombre ha ido creando para limitar la libertad individual; en “Vacances Pagades”esta función desmitificadora se transforma en realidad determinativa de todo el libro.
        El papel ilusionador dado al mito por J. Burckhardt, en Historia de la cultura griega al afirmar que había dominado la vida griega como un monte inmediato y magnífico, ha continuado manteniéndose hasta nuestros días, siendo precisamente los escritores uno de los grupos sociales que más ha contribuido. Père Quart reacciona contra esta corriente, y nos presenta los mitos como las mentiras con que los hombres de posición privilegiada disfrazan la realidad y engañan al resto de la sociedad.
        La mentira, el engaño, el mito, son, nos dice Père Quart, el soporte de un mundo injusto y opresor en el que vivimos; en el poema Lletanìa se condensa estupendamente esa actitud.
        Per als infants
                mentides.
        Pers els amors
mentides.
        Pers els amics
                mentides.
        Pers els clients
                mentides.

        “Vacances Pagades” es una poesía de lucha, de combate,y es también una poesía clasista que testimonia el hundimiento de una clase social, la burguesía. A lo largo del libro vamos encontrando el reconocimiento, por parte del autor, de haber pertenecido a los grupos sociales elevados de esta clase social. Sólo a partir de esta posición de Joan Oliver podemos hacer una evolución sociológica de su poesía.
        El escritor reacciona con inusitada fiereza contra su clase social al descubrir que es movida únicamente por el propio provecho material, que disfraza con grandes y bonitas palabras e ideas. Esta reacción surge,al mismo tiempo, de una mentalidad básicamente burguesa, de aquí que todo el libro sea un grito a favor de la salvación del individuo. En cada uno de los poemas hay una exacerbación individualista que llega a una obsesionante preocupación por el “Yo” y se acerca a lo que podríamos denominar un anarquismo literario; ha sido el mismo Joan Oliver quien ha escrito:”Père Quart provava en efecte a durrutejar, i ho feía precisament contra una altra anarquía, l´anarquia de la pau corrupta”. El verbo durrutear, creado sobre el nombre de Durruti, famoso anarquista, era una prueba más de su individualismo anarquizante. Los ataques, las burlas del poeta se dirigen contra las superestructuras que ha creado la burguesía, de las que forman parte los mitos de la cultura, el arte, la religión, el amor, la libertad etc.
        La frase final del “Pròleg a l´obra de Père Quart:” L´afany de la impossible bellesa, ès en definitiva, el mòbil suprem de la Poesía de Père Quart”, parece sostener una actitud estaticista por parte del poeta; y al mismo tiempo, nada más alejado de la verdad. Examinada la frase aisladamente nos descubre que el hecho mismo de calificar la Belleza de imposible, da a entender una significación inusitada y ambigua a este término sólo interpretada desde el contexto del Prólogo citado y la propia obra de Père Quart podemos entenderla.
        La belleza tiene en él una connotación ética y no estética. Su poesía está movida por una infatigable búsqueda de la Verdad. La desmitificación es el camino para llegar a ello. Pero en esta desmitificación sólo se enseña, al fin, donde no se encuentra la verdad; de aquí el amargo pesimismo que surge de toda su poesía. Sólo la que da, como hipotético consuelo la posibilidad de creer o dudar ”en la vida nova de l´ànima”; la función del hombre en éste parece aproximarse a la pura animalidad. Pero sólo con dos palabras, “decorum” y “endegar” consigue dar al poema una intención ética, y lo transforma en una queja humanística. En un poema escribe:
        La nostra esperança
ès ambiciò
i enveja maligna;
tot ès vanitat.
Es por todo esto por lo que se podría situar a Père Quart dentro de una fuerte corriente estoicista
“Vacances Pagades” es el punto que señala el hundimiento de un viejo y enorme falso edifico histórico; sobre este solar es preciso construir la dignidad no alcanzada hasta ahora.

EL TEATRO DE PÈRE QUART

        “Cal reconèixer que els nostres comediògrafs no dominen l´art d´escriure i que a penes tenen res a dir; les excepcions son tan admirables com escasses. Comten amb una tradiciò modesta però respectable, que no hem sabu aprofitar en sentit positiu. Circumstanciès externes han vingut a empitjorar el quadre. I avui podem dir- exagerant una mica perquè tohtam se n´adoni-qua el teatre català ès un magnific solar: runan, pecrejam, no poques barraques i algun quiosc de guix, d´estil vagament valcanic. Caldria ara procedir a netejar el terreny, a aplanar-lo, a preparar l´exavació dels fonaments. Per tal que un dia els homes de la segona renaxença poguessin començar a bastis (...) En el millor dels cases, doncs, el nostre teatre viu només el temps de la esperança”
        Tomando como base estas terribles palabras del propio Joan Oliver, aparecidas en el prólogo a la adaptación de “Pigmaliò” de B. Shaw, vamos a ver la obra teatral de Père Quart y en primer lugar una panorámica general del teatro de Cataluña en el periodo 1936-1964, época en la que se inscribe lo mejor de su obra en este campo.
        Como el propio Oliver reconoce, estas palabras tienen algo de caricatura, pero observando el teatro catalán de esta época, nos damos cuenta de la rofunda crisis por la que pasa.
        El teatro, como fenómeno literario y empresa económica está en crisis, debido fundamentalmente a varias causas. La aparcición del cine y luego la TV. lo han ido llevando del centro de la atención del público a un abandono casi total.
        Desde luego parece lógico aunque quizá no justificable, que el público pueda preferir la comodidad del cine y de la tv. a la del teatro
        De aquí, de espectáculo de masas, ha pasado a espectáculo de élites, de minorías, posiblemente mejor preparadas, lo que lleva al teatro a un lenguaje de sutiles refinamientos y difícil alcance.
        Por todo ello parece que en estas circustancias el teatro se vea impelido a los límites del experimento o a vivir de subvenciones por los organismos oficiales.



UN CUARTO DE SIGLO DE TEATRO EN TIERRAS CATALANAS

        Comparando el teatro de comienzos del s.xx o de mediados del xix , con el de 1938, en esta época su nivel era más modesto. Sin embargo, en el Paralelo, la vida teatral era bulliciosa con sus vodeviles o su teatro de revista, y, en los locales del centro, con un teatro de cierto mérito.
        Se habían hecho ya traducciones y representaciones de Pirandello, Shaw, Elmer Rice etc. J.Mª Sagarra y Carles Soldevilla triunfaban con sus comedias de estilo burgués. J. Oliver iniciaba con “La Fam” en 1938 un teatro realista. Al mismo tiempo la Generalitat creo el “Institut del Teatre” que planificaba un teatro subvencionado.
        Desde 1939 hasta el final de la guerra mundial hubo, lógicamente teatro en Barcelona, pero era un teatro no catalán. En general el teatro era de poca categoría y además creado por las compañías de Madrid.
        Al final de la guerra se fue rompiendo este arte provinciano y se estrenaron obras como “L´auca del Senyor Esteve” o “Els savis de Vilatrista” de Russinyol; “Terra Baixa” de A. Guimerà, “El prestigi dels morts” de J. Mª Sagarra y “La primera historia dÉsther” de S. Espriú.
        Pero, el Paralelo, foco de la vida teatral Barcelonesa, entró en una fuerte crisis que repercutió fuertemente en el teatro. Fue entonces cuando el campo amateur promovió un cierto ambiente teatral catalán.
        En 1955 se crea la “Agrupaciò Dramàtica de Barcelona” (AUB), que renueva el repertorio y las técnicas escénicas. E. 1959 J. Oliver y Joaquin Horta crean “Caderns de Teatre ADB”; Jordi Carbonell, desde las páginas de Serra D´or inicia una campaña inteligente en pro del teatro, todo lo cual, unido a otros grupos y acciones experimentales parecen perfilar el nuevo teatro catalán.

LA CRISIS DEL TEATRO CATALAN

        Al intentar explicar la crisis del teatro catalán hemos de tener en cuenta varios fenómenos, y quizás, el más importante, es el que a raiz de la guerra civil la sociedad catalana sufrió una fuerte crisis, un fuerte colapso. La burguesía, falta de un programa coherente de acción, se olvidó de la cultura para darse a las ganancias fáciles, todo lo cual, añadido a otra serie de factores, nos da una idea de la situación sociológica y mental del país.
        Tras el trauma de la guerra, la plataforma teatral tenía los mismos esquemas del año 36. Sagarra era el autor en exclusiva . Las traducciones, tan importantes para una demografía reducida, no se realizaron con abundancia y en general, la mala política cultural llevó al traste todo intento de renovación.

EL CASO SAGARRA

        Antes y después del 36 Sagarra ocupó un lugar de mucho respeto dentro del teatro catalán, no sólo por su variedad de temas, sino por el éxito de algunas de sus obras. No adscrito a programas político-culturales de la burguesía, hizo un teatro de unas características personales, de un gran esfuerzo y desenfado verbal, que supo conectar con la nueva literatura y las nuevas vivencias que el público recibía.
        Tras el duro paréntisis 1936-45, se propuso renovarse a si mismo y alternó el teatro de antes de la guerra con un nuevo tipo de teatro, de características modernistas pero un poco desigual, mas con la virtuosidad de llegar de manera directa al público.

LA COMEDIA BURGUESA

        El teatro catalán es sustancialmente burgués. Y lo es por diversas razones: extracción de autores y consumidores, extraccion social, hábitos de vida y mecanismos ideológicos de sus protagonistas, técnicas escénicas y literarias.... Carles Soldevilla es, sin duda, su autor más representativo, ya que propugnaba el cultivo de la llamada “comedia burguesa”, denominada así, decía “ no pas per vincular-la als interessos d´alguna clase, sinó per precisar-ne el to d´alguna manera”, y formulaba más o menos claramente sus aspiraciones.
        Dentro de este programa general, Joan Oliver es un caso aparte, y lo es por dos motivos: porque hubiera podido ser un verdadero renovador teatral, y por las circunstancias históricas. No pasó de ser un gran comediógrafo frustrado, porque dentro de la comedia burguesa adoptó unas posiciones críticas que han hecho de él, junto con Espriú el autor de más raigambre histórica y a la vez, de unas posibilidades de futuro.
        “Pertanyo a la generaciò esberlada. La fi de la nostra guerre y el llarg exili subsegüent van partir pel mig una modesta carrera literària que havia començat tard. La poesie s´acontente con un eco discret, que no provoca malfiança, en canvi ès efet de publicitat sorollosa oberte. Res no permetría avui un teatre que fos una trasposició de la meva poesìa. Com a dramaturg sóc, doncs, un autor frustrat. Tinc feina a guanyerme la vida, y no m´he vist amb cor de escriure, estoicament teatre postum”
        Antes de 1939 había iniciado un teatro perfectamente de acuerdo con su obra poética. “La Fam”, obra que hubiera podido ser el comienzo no sólo de una obra personal de mucho peso, sino también de un teatro catalán importante, le , enfrentaba valientemente con la realidad histórica más acuciante. Sin embargo, después de aquella fecha su carrera teatral fue vacilante y poco a poco se fue alejando de la estrictamente poética.
        Ahora bien, Joan Oliver, realista y desmitificador, en definitiva, pesimista frente a la condición del hombre y profundamente fiel a unos ideales colectivos, dio un vuelco radical a los propósitos de la comediaburguesa. No abandonó sus técnicas más genuinas, pero sometió a crítica los postulados mentales, pero eso sí, de manera feroz.

LOS VIEJOS MITOS LITERARIOS

        Unos niveles de cultura medianamente aceptables, los condicionamientos burgueses del teatro catalán, el predominio de las corrientes postsimbolistas más ortodoxas, el miedo a enfrentarse directamente con las realidades cotidianas, las presiones externas y las necesidades de endurecerse para resistirlas, la inquietud metafísica por los destinos personales y colectivos, todo ello llevó a un grupo de dramaturgos catalanes a reelaborar los viejos mitos literarios.
        En conjunto, los mitos creados por los grandes trágicos griegos son los que, gracias a la influencia ejercida por la “Fundació Bernat Metge” y, en especial, por Carle Riba.
        A veces las mitificaciones suelen ser, tácitamente o no, actualizadas, otras potenciadas por un trasfondo “histórico”. Así, Antígona, escrita en 1939 traduce las angustias de la recién terminada guerra civil y propone ya un intento de reconciliación:
        “Torna a les cases , poble de Cadmos! Moro justament i amb alegría. Privada de la llu en la meva espera lenta, et recordaré fins a l´ultima hora, recordaré els camps de Tebes, la font de Dirce, aquest cel tan blau.... Que la maladicció acabe amb mi! Honora, poble el teu, Princep i oblida  el que et divideix. Traballa, unit e en pau per la grandesa de la ciutat”.
        La Primera Historia d´Esther, del mismo Espriú, sin duda una de las mejores obras del teatro catalán, es una obra mítica y, al mismo tiempo,  profundamente histórica. En el fondo de la caricatura burlesca de la fábula bíblica o la mitificación de la realidad actual hay, dándoles sentido, una constante referencia a nuestra guerra civil y sus trágicas consecuencias.
        Técnicamente, la obra, densa de ideas y cultura, esquemática y elíptica, es de una riqueza y originalidad prodigiosa: no sólo literaria y lingüisticamente sino también teatralmente.
        Al ser publicada se consideró hermética y antiteatral, pero gracias al descubrimiento de las técnicas épicas de dirección o interpretación se ha puesto de relieve su profunda teatralidad, su gran calidad literaria o idelógica. Por ello, Joan Oliver, en el prólogo citado pudo decir:
        “Yo proposaría als comediògrafs d´avui i de demà un punt de partida, un exemple solitari, una pedra angular per el futur edifici: La Primera Història d´Esther, no tan pels valors estrictament escènica que pugui contenir com per la seva rica solidesa literària i lingüistica i la seva trascendència moral, i, en definitiva humana”.
        Es precisamente a partir de estas fechas cuando el teatro catalán va a empezar a resucitar, aunque sigan siendo hombres como Oliver y Espriú los más representativos, a pesar de todas las experiencias nuevas como el teatro del absurdo y otros.
        Tras las huellas de estos hombres siguen otros, ya adscritos a cierta tendencia filosófica, como B. Porcel y Ricardo Salvat etc. Las nuevas técnicas son evidentes, así como, ya está dicho, las tendencias filosóficas de que se parten. Todo ello permite aceptar como futuras realidades las palabras de Oliver: “Nuestro teatro sólo vive de la esperanza”.
        Una vez vista la situación teatral en que se inserta el teatro de Père Quart pasemos a analizar su propia producción.
        Joan oliver ha sido y es una actitud frente a , y en general en contra, la sociedad contemporánea, en todo lo que significa la clase directora, controladora, orientadora de la realidad catalana. Clase, no vale olvidarlo, de la que procede. La preocupación genuina por la colectividad, por lo que hay de fundamental, de básico en la colectividad, es uno de los polos de su compleja figura humana.
        En otro sentido, la inquietud del escritor se manifiesta de cara al hombre: entonces hallamos la misma búsqueda genuina de la verdad enfocada sobre el hombre individual. Oliver ha sentido una profunda preocupación por el hombre a través de su profunda preocupación por él mismo.
        Su obra se desenvuelve entre estos dos polos: el colectivo y el individual que, en los mejores momentos se funden entre sí.
        Por otra parte estas tendencias se despliegan dentro de un mundo en el que vive el escritor, el de la burguesía y , en un momento dado, el de la revolución.
        Tampoco podemos olvidar que, como escritor, parte de un mundo literario determinado, el de Cataluña de postguerra. Sin ese encuadramiento literario, la obra quedaría en el aire, desarraigada.
        La escena catalana del segundo cuarto del siglo ofrece dos corrientes: de una parte la pervivencia de la tradición romántica, el verso, una cierta actitud estilística popularista y un predominio de los tintes sentimentales.Por otro lado, el formalismo novecentista, que en el teatro se caracteriza particularmente por la temática urbana, por la prosa aséptica, y por la superficialidad amable. Ambas, corrientes del teatro burgués de la época, tenían un denominador común: se desenvolvían bajo el signo de la evasión, del individualismo y al margen de problemas básicos de la sociedad contemporánea.
        De la corriente noucentista partió, inmediatamente anterior a la guerra, una tercera corriente, que pretendía bucear en la realidad sicológica y en la sociedad de los personajes con una actitud genuína de búsqueda humana y literaria. La figura más adelantada del grupo es JoanOliver.
        Un cuarto grupo, también incipiente completaba el panorama: un teatro que tenía detrás la tradición de Ignasi Iglesias, llevaba a la escena problemas de la clase obrera catalana.
        Las dos últimas corrientes fueron el embrión del transformismo del teatro catalán, puesto que existían unas estructuras de gobierno que permitían su desarrollo
        Joan Oliver que se hallaba precisamente en la plenitud de sus posibilidades dentro de un teatro popular subvencionado, ha sido, como él mismo ha dicho, un dramaturgo frustrado dentro de sus posibilidades normales de desarrollo, a pesar de ser el hombre de teatro más importante del periodo.
        Paralelamente a las modificaciones de la sociedad catalana, su producción teatral presenta tres épocas características: una primera etapa de preguerra, otra de guerra y una tercera de postguerra.

EL TEATRO DE PREGUERRA

        La actitud crítica negativa es la característica típica de este primer periodo. Nacido en un ambiente burgués social y literariamente hablando, su rebeldía se muestra desde el primer momento. La búsqueda de la verdad le enfrenta con su propia clase social, de la que se devincula.
        El análisis que Oliver hace de la burguesía catalana de preguerra aparece en unas obras en donde predomina su preocupación por los fenómenos colectivos por encima de la atención por el hombre como individuo.
        A pesar de todo hereda del noucentismo la técnica y la preocupación por la corrección lingüística, hasta tal punto que el idioma teatral de Joan Oliver es una creación literaria de gran categoría alejada lo mismo del vulgarismo que del virtuosismo intelectualizante. El resultado es, pues, una lengua literaria teatral, viva, sólida y eficaz.
        Esta doble reacción se ve ya en la primera obra: “Gairabé, un acto o Joan, Joana i Joanet” (1929). La crítica social es evidente, resumiéndose en el elogio-irónico donde implícitamente la censura de Joana a su madre “Haga lo que haga, mamá siempre es una buena burguesa de la Creu Alta” (Escena VI). La crítica del convencionalismo literario se vuelve, no obstante, predominante; Pau, el tramoyista, cuarto personaje de la obra, acaba bajando el telón a las órdenes de Joanet. El tema será puesto otra vez en juego en “Primera Representació”
        La calidad humana de los personajes es más densa , sin que se pierda el predominio de los elementos representativos, esquemáticos sobre las individualizaciones en la comedia: “Allò que la vegada s´esdevingué “ (1936). El sentido del duelo Caín-Abel se invierte y Caín es el verdadero héroe revolucionario. Hasta tal punto es así, que el mismo ángel lo elogia después de su crimen:
        “Buena la hiciste, amigo mío. Eres un hombre extraordinario”
        En cambio, Adán, también Eva, son el poder instituido, la fuerza conservadora, no pudieron adaptarse a la redención por el trabajo.
        Si la sátira negativa toma en la comedia tono agrio con un poco de cinismo volteriano, en cambio el drama adopta una tónica violenta, que se resuelve en situaciones desesperadas.
        Así en “Cataclisme”, Père Datzira, después de descubrir que su mujer y su amante le han traicionado y que por lo tanto, aquellos que suponía sus hijos no lo son y pueden casarse, acabará hundido, agónico, diciendo:
        “No us mato...., no em suïcido..... Quin altre recurs em queda sinó fer veure que m´he tornat boig?....”
        La rebelión contra una sociedad que decae, pero que todavía posee una fuerza considerable, impregna estas obras. Es un teatro de testimonio, pero con intervención marginal del autor, que se infiltra dentro de la obra, que toma parte en ella como un personaje más y que siempre deja en su comentario final un grito de protesta, resumen de la actitud negativa de esta época.

EL TEATRO DE GUERRA

        El teatro de la segunda época, la de la guerra, partiendo de una técnica y de una actitud humana similares, se enfrenta con otra realidad social: el mundo anterior ha desaparecido, en su lugar ha triunfado la revolución. Su actitud en la obra de teatro sigue siendo la misma pero deja de ser negativa y se vuelve por única vez positiva en su teatro.
        “La Fam”, la única obra de este periodo, Premio Teatro catalán “La comedia”, (1938) es, sin duda, la obra más importante del teatro catalán revolucionario. La fuerza primaria de la revolución se encarna en la figura de Samsó; su fuerza ordenadora viene representada por Nel. Ante ambos persiste
la actitud crítica del dramaturgo, pero siguiendo el hilo de Caín, el único personaje positivo de su teatro anterior. A pesar de que se ha vuelto un deshecho humano con su fracaso a la hora de construir, Samsó tendrá una violenta reacción contra el que querrá que traicione a los suyos. Los últimos momentos de la obra son de una gran intensidad humana, sin abandonar la pirueta grotesca:
        “Samsó.- Mucho ojo compañero que no te echen mano.... (Intenta huir, pero se vuelve y coge unos cuantos panecillos de una mesa dispuesta y se los mete en el bolsillo con ademán rápido. Antes de salir contempla un instante a Suller, al espía, que se agita y prueba a enderezarse, y dice: ¡En total no vale la pena. Samsó, a pasar hambre y a vivir como te corresponde! (Sale fuera dando un empujón al Hombre del bar y se pierde en la calle hacia su destino de hombre miserable y errante)”
        Esta obra es también teatro de testimonio. Algunos de sus personajes son prototipos, otros tienen una mayor densidad, pero por encima de todos destaca la amaravillosa creación de Samsó que en la época provocó una furiosa reacción por parte de algunos, pero que es un personaje de gran humanidad. Después de su desaparición caerá el telón, rápido, lo mismo que cayó para el teatro catalán durante bastante tiempo.

EL TEATRO DE POSTGUERRA

En el tercer periodo, de postguerra, el más abundante en el conjunto de la obra drámática de Joan Oliver, encontramos un cambio. El teatro en la forma de su segunda época no tiene ni posibilidad ni sentido. Es necesario enfrentarse con una realidad nueva. Joan Oliver, tras el paréntesis de la guerra y del exilio, vuelve a situarse ante nuestra vida social con la misma actirud humana de siempre, pero con una postura literaria distinta.
La mejor literatura dramática de Oliver, continúa siendo en este periodo literatura de testimonio. Pero a diferencia de su poesía, que después de un momento de vacilación se vuelve completamente comprometida, en el teatro el autor queda completamente al margen de los personajes, siendo un personaje mudo que sólo en determinados momentos toma cuerpo para iluminar determinados momentos de la vida social que le envuelve.
Comprobamos que ahonda en el carácter sicológico de los caracteres, de su sicología individual. La repercusión de cara a la colectividad no se nos brinda mediante una acumulación prototípica, sino por un buceo en la sicología de los personajes, que llegan a ser representativos por su densidad. Pierden esquematismo lo que ganan en intensidad. Los polos colectivo e individual se funden.
        Todo el teatro original de postguerra corresponde a esta actitud. Encontramos trazas de ella en las obras menores: El amor deja el camino real, La barca de Amilcar.... Pero la misma actitud, que se intensifica en las obras de transición y sobretodo en “Ball Robat”.
        La diferencia de actitud frente a la poesía se explica porque ésta da una independencia total al escritor, mientras que el teatro, si ha de cumplir su función de ser puesto en escena, ha de someterse a unas exigencias de tipo externo que lo hagan viable, que permitan la representación. Es evidente que comedias del tipo de determinados poemas serían hoy irrepresentables.
        No cabe en este comentario un análisis de las obras menores, si bien cabe observar algunas de ellas como “La gran pietat”, montada sobre una anécdota de la vida real, juegan en ella tres planos sociales sin interferirse: una burguesía dinámica-generación de los padres-, una burguesía decadente-, generación de los hijos, y unos trabajadores que dependen de ellos-chófer, criada. A pesar de que encontramos elementos convencionales muy poco característicos de su autor, la creación de unos personajes de tipo realista, su choque humano y la calidad literaria del diálogo, la consagran como una obra por encima del teatro representado en los escenarios profesionales después de la guerra.
        Otra gran obra de la época posterior a la guerra es “Ball Robat” (Bodas de Cobre). La técnica del claroscuro es muy evidente. La intervención del autor en su teatro de testimonio también lo es. Si éste mantiene su posición intelectual de siempre, madura, sólo puede adivinarse por los espacios que ilumina su proyector. Aporta su propia visión a través de Cugat, personaje claramente autobiográfico.
        Frente a Cugat, tenemos el personaje, el hombre de acción, Oleguer, y entre ambos toda una serie de personajes que no llegan a encajar en la vida, la que les es permitido llevar dentro de su sociedad. De aquí se desprende el sentido de la obra: ¡Lo mismo da! La solución de diez años atrás, si hubieran sido las que se dan ahora también habrían sido puestas en tela de juicio y estaríamos en la misma desesperada situación.
        La inquietud de los personajes perdura bajo la reconcialición de tono menor que se da en su miseria, en su vacío, son tratados compasivamente, al estilo de Chejov, por su autor.
        En esta época se intensifican mucho las traducciones, donde Oliver toma aún más en cuenta su preocupación lingüística por crear una lengua auténticamente teatral y también de calidad.
        Tan alejado de Riba en su posición ideológica y estética, comparte, sin embargo, con él y junto a Espriú la preocupación por la lengua teatral, la exigencia. Siendo así que todo lo que constituye una mejora, un progreso, se vuelve una adquisición de toda la comunidad. Oliver ha sido y sigue siendo su adalid de esta exigencia, de aquí que con su tendencia a no identificarse con el teatro decadente de su época, de querer presentar situaciones y problemas reales de la comunidad donde se mueve lo convierten en un escritor representativo.


EL LENGUAJE DEL TEATRO DE JOAN OLIVER

        Veamos la opinión de Eduard Artells con respecto al lenguaje del teatro de Joan Oliver. El lenguaje de Joan Oliver en el teatro, nos dice en un artículo de 1970, es el lenguaje que quisieramos para todos aquellos autores que invocando siempre la “llengua viva”, la “llengua popular”, hacen cometer a los actores todo tipo de incorrecciones. La habilidad del escritor, concretamente del autor teatral, radica precisamente en saber deslindar lo que es aceptable de la lengua hablada de lo que no lo es, a saber “discernir lo verdadero de lo falso”, según la frase de Ramón Llull; a saber encontrar en cada caso la palabra justa, la expresión que sigue siendo del lenguaje corriente, sea corriente, sea correcta, de nuestra propia habla.
        De esto tenemos unos grandes ejemplos en el teatro de Carles Riba, de Joan Oliver y de otra serie de autores. Estudiando sus obras es posible querer un lenguaje más sencillo, vivo y correcto.
        Por ello el lenguaje de Joan Oliver es uno de los que los autores teatrales deberían tomar como modelo, de los que deberían tener siempre presentes, faltos de otros medios de difusión de los que disponen otras lenguas.Habría que encontrar en el teatro, como también lo hacen las lenguas más sueltas: “una escuela de bien hablar, un lugar donde el pueblo pueda ir a aprender a decir bien las cosas.”
        Hasta aquí la opinión de Artells, ahora, para ver que no todo es miel sobre hojuelas en la crítica al teatro de Joan Oliver en particular y a la cultura catalana en general, vamos a recoger algunas opiniones del crítico Santiago Sans en este sentido.
        El mes de octubre de 1970, la sección de literatura catalana del semanario “Destino”encargó d Francesc Valverdú un artículo sobre el libro : “4 comedies en unacte”, de Joan Oliver. Dicho artículo fue rechazado porque, según la dirección: “Tal com està escrit no pot sortir” Parece ser que en el trasfondo se toca la cuestión, se encuentra la crítica del propio Verdú a las opiniones del propio Sans, con el consentimiento de la dirección, hace al teatro de Joan Oliver y a la cultura catalana en general, sin pretensión de descubrir causas profundas de esa realidad que pretende presentar como verdadera.
        Los puntos siguientes los recoge F. Valverdú en una carta enviada a Serra d´Or en diciembre de 1970.
        He aquí las opiniones de Santiago Sans:
        1.- Sobre el público asistente en Ripoll el 7 de septiembre de 1969:
        “Gentes demasiado adictas a una faz restreñida de lo catalán, gentes sumisas y entregadas de antemano, con la emoción a flor de piel y el sentimiento anclado en tiempos pretéritos, un grupo humano uniforme, monocolor y dócil (Destino 19-IX-69)
        2.- Sobre la significación de la actual cultura catalana:
        “Una empresa de desalienación de todo un pueblo es encomiable de principio, pero debido a las peculiares circunstancias del momento en el marco general de lo español, con el castellano como lengua oficial, resulta delicado en gran manera (Destino 19-IX-69)
        3.- Sobre el público asistente al teatro catalán:
        “El todo, el todito de un fantamagórico teatro catalán de corte, digamos, independiente ( tan independiente que llega casi a confundirse con la absoluta independencia de la nada), se reunió el pasado lunes....(Destino 13-VI-70)
        “El Retaule del flautista”, ha servido, más allá de su específica utilidad, para congregar durante tres sesiones en L´Aliança de Pueblo Nuevo, a un público de amigos y adictos que ha recibido el espectáculo con inconfudible satisfacción (Destino 7-II-70)
        4.- Sobre los premios y el teatro catalán:
        “La discretísima pero ilusionada vitalidad del teatro catalán posible, pero no real(...) que ha superado de largo el periodo de gestación necesario, pero no ha nacido y no sabemos ya si nacerá o si lo hará algún día acaso con arrugas de viejo, calvo, sin afeitar, con las facultades desgastadas, después de tan larga vida de feto; de vez en cuando un estreno, la noticia de un premio y un autor, la celebración de un acto que reune los nombres de siempre, guerrilleros valientes y adiestrados, ¿acaso guerrilleros cansados y sin balas? Habrá de todo seguramente. ¿Pero qué tal se llevan los unos con los otros? ¿Se dan la mano? ¿Bailan una eterna sardana? ¿Saben repartirse los esfuerzos y los medios? ¿Acaso entregan los primeros sus armas a los segundos?” (Destino 11-VII-70).
        5.- Sobre los críticos catalanes:
        “Todo esto ha sido suficiente, en nuestro mundillo escénico tan huérfano de realidades encomiables, “Mort de dama” ha sido rodeada de encomios, de encomios elaborados previamente, por necesidad de encomiar, por ganas de valorar una cosa, más que por su realidad, por la significación que, resulte como resulte, se le ha querido otorgar” (Destino 31-X-70)
        6.- Sobre el teatro de Joan Oliver:
        “Teatro para la familia y los amigos, para familia y amigos que cuentan con avispado geniecillo en su seno, que admiran, toleran y consumen amistosa y familiarmente representadas, con gran éxito y fiesta señalada, en el comedor de la abuela del autor (Destino 26-IX-70)
        Joan Oliver es algo así como una figura mítica, cariñosa y respetuosamente admirada, en el catalanismo de resentida resistencia (Destino 26-IX-70)
        7.- De la carta abierta a Joan Oliver:
        “Personalmente, Joan Oliver (...) hubiera deseado en usted un cierto sentido de autocrítica del que, por lo visto, carece, cosa comprensible debido al mucho incienso que le rodea; puedo testimoniarle mi admiración por su fidelidad a una idea (la manera de moverse en el marco de la idea seria ya más discutible” (Destino 24-X-70)
        Como se ve, la crítica no puede ser más, no ya absurda, sino infantil. En el trasfondo se puede ver, por la fecha de los artículos, flotando una incmprensión hacia un hecho irreversible como es la eclosión de todo lo que es el movimiento cultural catalán, no sólo en la obra de Oliver, sino la de un Espriú, un Goytisolo, la canción catalana etc. Esto no es sino la respuesta, profundizando aún más, absurda de un centralismo más absurdo todavía, en lo cultural y, no ya hacia Cataluña, sino a todo lo que signifique la cultura de la periferia castellana, cualquiera que sea y, con especial énfasis, en lo que se refiere a los que tengan una lengua diferente a la oficial.
        Hoy día posiblemente la crítica tenga que ir dirigida no ya hacia la cuestión de la lengua sino a la utilización que, ya desde el centralismo, ya desde la propia autonomía, se pueda estar haciendo por parte de la burguesía de esa lengua para desarrollar no la cultura de un pueblo, hecho indiscutible, sino sus propios instrumentos de poder, basándolos en la utilización alienadora de la lengua.

LA OBRA NARRATIVA DE JOAN OLIVER

        La obra narrativa de Joan Oliver, escrita a lo largo de 40 años, ha sido reunida en un volumen de unas 200 páginas con el título de “Biografía de Lot i altres proses”. La relativa brevedad de este libro nos da la primera clave para la interpretación de su narrativa: la de tratarse de una pequeña parte de su producción literaria, a la que el escritor no ha dedicado más que una pequeña parte de su esfuerzo creador. Obra marginal, pues, pero no por ello menos significativa que el resto de su producción literaria, siempre que se estudie en relación con ésta.
        La segunda de las claves para la interpretación nos es dada en las primeras líneas de la “compareixença d´el autor” que sirve de pólogo a la obra: “El contingut d´aqueste llibre te unitat. Comprèn treballs escrits o publicats de 1923 a 1960 de la nostra èra, gèneres, temes i estils s´hi juxtaposen i s´hi barregen, i quasi s´hi barallen”.
        A lo largo de casi 40 años, la obra del autor ha sufrido una evolución extraordinariamente significativa, y lo es porque a través de su experiencia literaria y personal, trae una experiencia histórica y local y hasta universal.
        Lo que es evidente para su obra poética, lo es también para su obra narrativa, se trata de un hombre inmerso en la temporalidad literaria e histórica como creador y como hombre inmerso en su sociedad, en su patria y, en general, en el mundo que le ha tocado vivir.
        “Una tragèdia a Lli-liput” (1928) es la primera obra que publica. Es un conjunto de nueve narraciones breves, muy de la época. Escritas en un tono irónico y burlesco, satírico y a veces sarcástico, como la titulada “El marit sol”. Su estilo prefigura ya el del narrador de más adelante: directo, bastante seco, intelectualizado. La temática también será una constante dentro de la obra narrativa de Père Quart, las relaciones entre hombre y mujer, especialmente en el terreno conyugal.
        La intención de la obra es, esencialmente, la crítica de estas relaciones en el ambiente de la pequeña burguesía urbana.
        “Contraban” (1937) es una recopilación aún más breve que la anterior, no comprende más que cinco narraciones cortas, y, aunque el tono y el estilo también , lógicamente , a causa de los años transcurridos, el tema y la intención no varían apenas respecto a “Una tragèdia a Lli-liput
        Si comparamos estas dos colecciones con su poesía durante el mismo periodo, concretamente “ Les decapitacions, Bestiari”, aquí encontramos, en tono menor, características semejantes. Igualmente irónico y burlesco, satírico o sarcástico, pero menos punzante, diríamos que la actividad literaria de estos primeros años de escritor, años ricos, sin embargo, en actividad periodística, se reduce a la práctica de una engañosa, lúcida e inteligente concepción  de la literatura como crítica y juego, habilidad verbal y denuncia, más o menos moral, de las costumbres y las prácticas sociales de un mundo pequeño y cerrado, probablemente feliz.
        Al estallar la guerra, sin embargo, la personalidad literaria de Joan Oliver da un vuelco. A partir de ese momento su obra más lúcida socialmente, más comprometida socialmente, sin perder las mejores de sus características anteriores: inteligencia e ironía. “L´Oda a Barcelona” y “La Fam” son las dos grandes obras representativas de un cambio importante; para su poesía y para su teatro representan la aparición de un autor en la madurez de su expresividad literaria.
        Dentro de la obra narrativa de Joan Oliver, derivada de un hecho fundamental: la guerra, tenemos ocho páginas magistrales donde encontramos el cambio, su título: “Relacions”.
        Relaciones es una narración fechada en noviembre de 1940, en San-Cy-Sur-Morin. La lectura hace suponer que está basada en hechos autobiográficos.
        El protagonista, Ramón, pasea un matí de tardor por un parc mig abandonat: Fugitiu d´un esfondrement sagnant i ara novament acorralat pel monstre, se encuentra de pronto ante uno de esos momentos irrepetibles de la vida de un hombre donde le llega la revelación de la situación en que se encontraba: la serenidad.
        Ramón esperaba que els seus records fins aleshora inevitables es sumergissin realmente en el passat i callessin: quería una nueva vida que sustituyese la provisionalidad del exilio. Pero ante el golpe de gracia de ese momento, el hombre se defiende. Escéptico busca el frau: “No hi havia frau. Però Ramon volia descubrir-lo en el seu cor anguniat y recorre la memoria tratando de recordar, primero la infancia, después la juventud. Descubre sin embargo, en definitiva, los agujeros (ojos) inmensos de la memoria, ésta está formada solamente por pinceladas de recuerdos aislados. Vuelve al presente, justo en el momento en el que la mujer que lo busca, lo toma del brazo, en el mismo parque donde había comenzado la inefable sensación de liberación, de serenidad y de gracia. De pronto has sentit?, va dir la dona amb veu desmaiada. Al front de guerra, no gaire llenya, recomençava el canoneig. Ja no cessaria fina l´hora de la porta. L´esdevenidor....
        La guerra y el exilio, el dolor han cambiado la concepción de la vida, incluso de la literatura.
        “Ralacions” no tiene nada que ver con las primeras narraciones del autor. Tiene un cambio cualitativo muy impotante. “Relacions” se inserta en el mundo de “Salò de Tardor”:
                Puresa del record extenuan-se
                en el miratge d´una patria grisa,
                falta del somni que matisa
                el roig, el blau i el blanc de França.
        Sólo encontramos otra narración escrita en el exilio, de tono humorístico: Nadal del suïcida, fechada en 1944, en Santiago de Chile.
        Tras el retorno en 1949, Joan Oliver tiene cincuenta años. Ha entrado en la madurez de su obra, pero está pasando una fuerte crisis moral. Ha vuelto a la patria y se interroga sobre el futuro de ésta y sobre su propia situación personal.
        En esta narración de unas cuarenta páginas, se encuentra una estrecha síntesis, la expresión de todas las características desarrolladas hasta entonces.
        Desde los primeros libros encontramos el revestimiento humorístico, irónico o satírico, incluso la temática preferida por Oliver como narrador, la vida conyugal. Esto, sin embargo no es lo esencial. En la “Biografía de Lot” encontramos además una seguridad de estilo, de lenguaje, de tono narrativo que faltan en las primeras obras. Hay una construcción sólida y fluida, una situación más o menos simbólica, pero abierta siempre a todas las interpretaciones.
        ¿Qué significa entonces esta historia? Parece que Oliver ha querido hacer un vasto retablo donde situar una serie de personajes típicos, universalmente. Hay en toda la historia una ironía que araña los rincones epidérmicos más vulnerables, no tan sólo de los hombres de nuestra sociedad, sino también del mundo en general.
        Tenemos una amable sátira del mundo temporal, de la religión, de la guerra, de la ambición del dinero, de los móviles por los que se rigen los hombres, de la organización social.... y una sátira menos amable de dos actitudes básicas: la de los hombres y la de las mujeres en sus relaciones mútuas. Sangrante con las mujeres, Oliver no lo es menos con los hombres en su comportamiento hacia éstas: hay momentos en que leemos a Johandeau. En todo caso, Oliver, que parece haber tratado con cierta compasión la figura de Lot, al final l´esfondra voluntariament: “Lot fou, en efecte, covard, egoista, malfiat, impetos i embriac. Si hi ofegim la vacuïtat, de la qual el nostre home tampoc no estigué exempt, tindrem si fa o no fa, la fitxa d´alguns dels nostres pervinguts de postguerra”.
        En la últimas narraciones: “Temps i memòria” encontramos las mismas características del Oliver de “La Biogreafía de Lot”, pero sustituyendo el simolismo de ésta por una fórmula entre naturalista y realista. Hay nuevas alusiones a nuestros días, a la “genteta sense palpissos i sense suc d´aquests darrers vint anys”.
        Sátira social, ironía burlesca, algunos momentos de confesión personal, pinceladas de crítica histórica, son algunas de las características de la breve narrativa de Joan Oliver, que no es posible separar del resto de sus libros.



JOAN OLIVER, PERIODISTA

        Un tema interesante de sociología literaria, previo a cualquier estudio de la cultura catalana, en lo que va de siglo, sería precisar las características que ha presentado y presenta, en Cataluña, el fenómeno de la prensa diaria, en la medida que ésta condiciona la actividad de cualquier escritor.
        En efecto, hay paises en que la palabra “literatura” puede designar el conjunto de relaciones entre el escritor y su público, establecidas, sobre todo , a través del libro. En otros, sin embargo, donde el mercado editorial es escaso, esta realización no se lleva a cabo con la misma plenitud. En los primeros la vida mercantil del libro es pujante, en los segundos el escritor se convierte en asíduo colaborador de periódicos, claro está, de los no estrictamente literarios.
        Los paises de una literatura sólida tienen revistas especializadas dedicadas a las letras, y en los diarios destinan algunas páginas en el momento en que se lanza un suplemento. Lo que singulariza por el contrario, a los paises con poca circulación de libros es que el literato tiene una clientela que no es específicamente suya.
        Restringida la edición y la circulación del libro, el escritor ha de aprovecharse del periódico. La colaboracón en la prensa puede comportarleuna remuneración economica que lo compensaría de las entradas que podría tener a través del libro.
        Pero así y todo, el diario y la revista ponen al escritor en contacto justo con el público que no compra apenas libros, y que él necesita. Lo pone en contacto, de hecho, con un público nuevo e imprevisible, marginal a la literatura. Son dos razones de peso: remuneración e influencia, pero a veces recurre al periodismo, repito, porque en cierta manera no tiene más remedio, y así continúa siendo el escritor que es. No se degrada de su voluntad literaria, adaptada a formas subalternas, sino que esta voluntad se cumple en un género especial, ajustado a unas exigencias bien concretas.
        Joan Maragall, Josep Pla, Carner, Eugenio d´Ors son algunos de los autores catalanes que han pasado por este medio de comunicación. También Joan Oliver.
        Tendríamos que lamentarnos que autores como Maragall, Ors, Carner, Oliver, Pla y tantos otros se hayan disipado tanto en artículos fugaces y posiblemente improvisados. No. Lo único que deberíamos lamentar es que su producción en este campo nos es prácticamente inaccesible. Sería preciso exhumarla para el conocimiento y esclarecimiento en el estudio de los autores.
        El artículo periodístico es un género literario equiparable a cualquier otro. Hay escritores que, sin duda, hubieran salido ganando si en lugar de escribir artículos hubieran escrito otra cosa. Por ejemplo, Carles Riba, la labor crítica del cual, proyectada hacia la recensión de obras secundarias habría quedado potenciada en entidad y doctrina. De hecho , los artículos de Riba no eran el tipo de periodismo que cultivaron otros autores. El artículo de Riba era simples resíduos de una publicidad distinta: apuntes, pasajes o sipnosis de estudios. El otro tipo de artículo, en cambio, es una concretización autónoma, válida por si misma. Sea comentario de un hecho actual, sea un consejo político, bien una divagación teorizante...., no es un fragmento ni una frustración.
        El escritor que lo hace para diarios lo sabe , y a pesar de todo se aplica con conciencia justa de todo buen prodfesional de las letras, cree que el artículo también es literatura perdurable.
        Unas imposiciones externas a la literatura determinan, como en todos los géneros de las leyes estéticas. Pero, desde otro punto de vista, el artículo periodístico es un primer brote de ensayo, pero del ensayo tal como había surgido de la pluma momumental de Montaigne, es decir, la disgresión personal subjetiva, perpetrada sobre la marcha, en un tiempo que pasa y para dar testimonio inteligible.
        En eso se diferencia del editorialista, del periodista no literario, del periodista stictu sensu que, estos sí, no hablan por si mismos. Un artículo es un ensayo en miniatura.
        ¿Qué es lo que ha sido el periodismo de Joan Oliver? Para las últimas generaciones, los artículos de Oliver son poco conocidos, prácticamente desconocidos.
        Sólo en una etapa forzada ha escrito en castellano en el semanario Destino. Antes tuvo colaboraciones en “La Publicitat”, den “Meridià”, y aún antes en el “Diari de Sabadell”.
        ¿La publicación de toda su obra periodítica nos revelaría una faceta nueva del autor o , en otro sentido, distinta? No. El Joan Oliver periodista no es substancialmente distinto al Joan Oliver poeta, narrador o comediógrafo. No lo es, tan sólo en el punto en que acostumbra a producirse la probable flaqueza del artículo: el rigor formal.
       A los artículos de Joan Oliver raramente les encontramos relajaciones momentáneas. En ellos se encuentra la misma pulcritud constructiva, el mismo gusto esmerado del detalle, la misma concepción coherente del escrito que observamos en sus versos, en sus cuentos o en sus piezas teatrales. El escritor al bajar, como decía Ortega, a la plazuela intelectual del periódico, no abdica de sus altas responsabilidades de escritor, de literato.
        También la trayectoria de la intención es la misma. Joan Oliver es lo que los franceses llaman “un moralista”. Los moralistas, según ellos, son unos grandes observadores del corazón humano. Comprender y penetrar las acciones humanas, revisarlas y catalogarlas etc. Son operaciones típicas de los moralistas y lo son también del escritor de artículos.
        En el caso de Oliver, la moralidad se hace patente también en el resto de su obra: Poesía, narración, teatro. La actitud literaria de Oliver descansa en una sistemática y total disposición ética, sensible y militante. Aquello que él, hablando de su producción ha calificado de “humor”, lo podríamos calificar a menudo de sátira. Ya hemos hablado de ello en otro sitio y aquí completamos la visión sobre la sátira de Père Quart.
        La sátira, por definición, es siempre moralizante, moralizadora. Joan Oliver confiesa que a su manera hace la guerra al pecado y al desorden. Y añade: “La facecia o la paradoxa, amorals i cruels, denuncian amb modestia i rabïa disfresada aspectes variats del fracàs universal”.
        Oliver responde así a una vieja y abundante tradición literaria, desde Aristófanes a Molière, de Rabelais a Huxley, de Jaume Roig a ...Pitarra, la sátira ha cumplido siempre una función depurativa.
        En el fondo el escritor satírico juega el papel de juez del hombre y de la sociedad, y lo hace en nombre de una ética, en nombre de la ética que el hombre y la sociedad niegan, burlan o traicionan. La perspectiva del satírico es el contraste entre una realidad “pecadora” y “desordenada” y la “imagen virtuosa y ordenada” de la ética que él postula.
        Se trata de un constraste que los otros moralistas explotan con gritos patéticos, admoniciones crispadas, con dicterios abruptos. El satírico en cambio suele sacar de ello un provecho muy diferente: la constatación del ridículo, del grotesco, en que se revuelven las acciones humanas cuando se producen en un clima de mistificación y de inconsciencia. Joan Oliver nos advierte que aspira a denunciar los diversos aspectos del fracaso universal, lo que nos hace pensar en una actitud pesimista ante el mundo y la historia.Pero estas generalizaciones, por serlo, no se pueden tomar demasiado al pie de la letra.
        El hombre es un fracaso porque no llega a ser un hombre en plenitud. El satírico es un juez que condena siempre el reir o el sonreir que nos desvela siempre a un veredicto fulminante. El resultado final sería esto, ver el mundo como un fracaso, el fracaso universal.
        ¿Pero, si realmente creyese que todo estaba perdido, Oliver escribiría? Oliver escribe, precisamente, para denunciar el fracaso universal, los mil episodios cotidianos sanguinarios o incruentos. Y no los denuncia porque no cree que no son irreparables, porque cree que el hombre puede enmendarlos, puede convertir el fracaso en victoria. La sátira es denunciadora, hace evidente la crudeza propia de las notificaciones elementales, la condición real del hombre a fin de que el hombre sea capaz de superarlas.
        La sátira asume la misión de corregir, no es otra cosa en Père Quart, y de ello nos damos cuenta especialmente en la “Oda a Barcelona”, donde superando lo situación de la ciudad en el momento en que escribe propone soñar una historia futura, la historia, es decir, la vida. Esto significa proyectar al hombre de cara a un mañana donde su plenitud será conseguida y, posiblemte, irreversible. Un mañana donde la sátira no tenga lugar.
        La sátira de Joan Oliver tiene, como sustrato, la impaciente, la irritada, optimista añoranza de un mundo mejor.
        De forma clara los artículos que un escritor como Oliver podía hacer no son sino mordaces, hirientes, virulentos, pero sus artículos son, además unos artículos impregnados de comprensión, de hombría de bien. Oliver no es un doctrinario.
        No dejará de satirizar, pero sabe hacerse cargo y su sarcasmo, a veces, lo desvía hacia el humor y recordemos que esta palabra es la que Joan Oliver ha empleado para definir la poesía de Père Quart.
        En la práctica humor sugiere una vena de reacción menos hiriente que sátira. Todo humor es sátira,pero una sátira atenuada. Sea como sea, humor o sátira, la obra completa de Joan Oliver responde a “una dolorosa inquietud esperançada”. Ese es su ejemplo.





BIBLIOGRAFIA UTILIZADA

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Oliver, J.           Père Quart, Antología. Colección El Bardo. Barna. 1971
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Castellet, J.M.           Ocho siglos de poesía catalana. Alianza Editorial M.1969
Molas, J.               Nova antologia de poesia catalana (De Maragall als nostres dies) Bibli. Selecta. Barna 1973
Fuster. J.               Literatura catalana contemporània. Bibli. Cultura catalana.
                            Ed. Curial. Barna. 1976
Castellet.J.M.-Molas Poesía catalana del Segle XX. Col. Llibres a l´abast Ed. 62
                            2ª edi. Maig 1978
Varios                   Número especial de Serra d´Ór, octubre 1969 pag. 47-62
Carbonell, J.           La fam, de Joan Oliver. “Guía literaria catalana contemporánea” Ed. 62 Barna 1973
Beser, B.               Vacançes Pagades de Père Quart    “    “         “
Porcel, B.              Los encuentros, Ed. Destino Barna. 1971
  “     “                  Grands catalans d´ara  Ed. , Barna 1972
  “     “                  Joan Oliver, decapitador verbal. Serra d´Or  feb 1966
Castellet J.M.         Qüestions de literature, política i societat  Ed. 62 Barna 1975
Valverdú, Francesc     L´escritor y la seva obra: Joan Oliver I Père Quart Serra d´Or Enero 1969
   “         “        Joan Oliver, “Destino”, Santi Sans y F. Valverdú  Serra d´Or- Destino 1970
Artells Edouard      Llenguatge i Gramática: “El llenguatge de J. Oliver” Serra d´Or 1970
Carbonell, J.           La gran pietat, Serra d´Or Abril 1960
Molas, J.                Situación y nómina de 25 años de teatro catalán Próloga a “Ball Robat” de J.Oliver. Col. Voz e imagen Teatro, Aymá Barna 1965
Villán, J.                El irónico pesimismo de Père Quart  Rev. La calle p.44-46
                            El Prólogo a la poesía de Père Quart de 1949 y su complemento de “La Obra de Père Quart” se encuentran en la antología de la Colección El Bardo
                            Para sus artículos periodísticos se pueden consultar los números de Serra d´Or de 1960 a 1970



Se terminó este trabajo el día 2 de Abril de 1979
En la Facultad de Filosofía y Letras de Granada
Y se terminó de pasar a ordenador el 8 de octubre
De 2014 en Tokyo, Japón.