domingo, 22 de febrero de 2015

CLAUSTRO ENAMORADO

CLAUSTRO ENAMORADO

         Apareció en un recodo del camino. De pronto, como todas las cosas grandes y buenas. Juan, el viajero, llegaba de lejos, de muy lejos en el tiempo y en el espacio. Un tiempo antes había sentido la llamada del lugar. Lo conocía como se conocen las cosas en el mundo actual, a través de la televisión, de fotografías, de la prensa, ciertamente en sus aspectos mejores, en esa música reconfortante, en esa conversación con la cultura que habían sabido mantener los monjes al menos desde hacía mil años.
         Lo conocía de oidas, pero también lo conocía de sangre. Sabía, tenía la tremenda certeza de que él había estado allí antes. El sueño se lo había confirmado.
         Se había visto amando a una mujer bella, hermosa sin comparación.
Un amor de todas formas imposible. Sólo había sido un sueño, pero el desasosiego espiritual que le había dejado era grande. Detrás de ese amor soñado aparecía el Monasterio de Santo Domingo de Sílos.
         Se veía setecientos años antes como monje del Monasterio. El pueblo era pequeño, la gente pobre, pero de buen corazón. El, gracias a sus estudios de medicina, era el médico, curandero, del pueblo. Todos los monjes, todos los enfermos leves del lugar dependían de él. Los otros, los graves, dependían de Dios.

                     

         Había en el pueblo una chica bella, hermosa sin comparación. Se había quedado huérfana. Su nombre era Blanca. Extrañas circunstancias la habían llevado a ser madre. El padre del hijo había huído cuando supo el estado en que se encontraba Blanca. A pesar de todo, a pesar de que por lo bajo la criticaban por el tremendo error de haber amado a aquel hombre, la gente del pueblo la ayudaba, la aceptaba en la pequeña comunidad.
         Un día su hijo enfermó. Blanca acudió a la rebotica del Monasterio y se encontró con Martín. El quedó prendado de ella. Fue como si de pronto una lanza le hubiera partido el corazón. No era un flechazo, era un lanzazo. Le resultaba difícil ser dueño de sí.
Dada su condición de monje se contenía hasta límites increibles. No había conocido mujer. Era la primera vez que una se le colaba por las rendijas del corazón. ¿Era aquello la seducción del Maligno.



         Blanca le llevó a su hijo. Deseaba que se lo curase. era lo único que tenía en la vida tan azarosa que había llevado hasta entonces.
         Fueron días y vinieron días. De pronto, una tarde en que el niño dormía muy mejorado, se encontraron uno en brazos del otro... Era la rebotica del Monasterio, lugar al que raramente acudía alguien.
         Sabían que era un amor imposible, pero el control de sus mentes, el control de sus cuerpos , les resultó más difícil aún.
         Una tarde ella se veía con una tristeza infinita en los ojos. Era como si intuyera que algo iba a ocurrir. Efectivamente, unas horas más tarde el niño moría en brazos de la madre.
         La desolación de apoderó de todos. ¿Qué ocurriría? Martín intentó consolar a Blanca que, poco a poco , fue aceptando la muerte de su hijo. Había sido inevitable. Al mismo tiempo ambos comprendían que su amor era imposible y que había que poner tierra de por medio.
         Antes de que eso ocurriera, un mercader burgalés había aparecido en el pueblo. También había quedado prendado de la muchacha. Tan fue así que varios meses más tarde apareció de nuevo. Le propuso matrimonio. Ella, medio por olvidar a Martín, medio porque el mercader no le era antipático, aceptó.





         Varios años más tarde ambos volvieron al pueblo. Fueron a visitar el Monasterio. Martín había sido designado Abad del mismo.
         Cuando se encontraron uno frente al otro, la emoción les embargaba el corazón. Les saltaba de alegría en el pecho, de una alegría llena de paz y felicidad. Su amor en el pasado había perdido corporeidad y había ganado en espiritualidad. Ahora ambos sabían que eran felices.
         En el sueño de Juan había aparecido también Mercedes, a la que sabía que no podía amar. Pero tras la figura de Mercedes veía la de Blanca. Setecientos años después se volvía a repetir la historia, en otras dimensiones, en otras coordenadas. Una historia que el corazón del viajero guardaba en lo más profundo, sin él mismo saberlo.
         Era este extraño sueño, esta extraña historia la que le había traido al lugar. La visita turística iba a comenzar. No era un monje el guía. Era una chica hermosa, bella sin ponderación. Entre Mercedes y Blanca. Sus ojos se encontraron. Una leve sonrisa selló el reconocimiento. Sí, eran ellos. Ambos volvían a encontrarse al cabo de mucho tiempo. No fue necesario decirlo. Los ojos hablaban y las palabras, los comentarios artísticos de ella iban dirigidos a él, a pesar de la gente que les rodeaba.
         Unas gafas de aire moderno le daban un aspecto juvenil. Sus almas habían pasado tantas catarsis que no sintieron ninguna pasión. Sólo pura simpatía. Ahora era ella la que se quedaba, una mujer joven y bella que explicaba una y otra vez la verdad profunda y amorosa que encerraban aquellos capiteles.
          Ahora era él quien se marchaba. El tiempo, la distancia, la vida, los había liberado de las pasiones humanas. Sus almas estaban en paz.
         Juan comprendió por qué había ido a aquel apartado rincón del mundo. Las obsesiones con el Monasterio de Santo Domingo de Silos terminaron por desaparecer completamente de su vida.

         (En el Monasterio de Silos  2 de agosto 2002)


                                        ANTONIO DUQUE LARA 

jueves, 12 de febrero de 2015

Poemas Emilenses

POEMAS EMILIANENSES



HITOS VITALES



María del Pino Pozo
Antonio Duque Lara












HITOS VITALES





        Hito : Definición número 5 del Diccionario de la Real
Academia de la Lengua.

        Mojón o poste de piedra, por lo común labrada que sirve para indicar la distancia en los caminos  o para delimitar terrenos.

        El hito señala un punto, a tener en cuenta, en el camino. En la vida de las personas puede haber muchos hitos. Aparentemente inconexos entre sí, pero que están unidos por un algo común que se podría denominar el río de la vida.
        Estas composiciones de la idea de colaborar en la composición de un libro común, entre María y yo.
        María daría la pauta y yo me adaptaría a ella con una composición en la que entrara el mismo tema o algo parecido.
Por el momento este es el resultado. Esperando les guste.



EXTRAÑOS
Sin tu dulce verso
mi universo
quedó derruido
por el paso de los años ,
y destruido
mi corazón
(aventurero y aburrido),
por la sinrazón,
nos convertimos
en extraños.
Ahora el olvido borró
lo que una vez el amor unió.

María del Pino






Dos ríos buscándose
sin encontrarse.
Rayos de sol
queriendo abrazar
la profundidad del agua,
luz que no alcanza.
Wallada-Ibn Zaydun.
Amor sin fruto.
Soledad eterna.
Antonio Duque Lara.




MIS MARIPOSAS

Escalé las cumbres más hermosas
para cazar todo tipo de mariposas.
En algunas cuevas llegué a entrar,
incluso varios días, en ellas dormitar.

Azules cielos de terciopelo,
o tormentas con sabor a caramelo,
acariciaban mis noches en vela,
o me arañaban con sus uñas de seda.

Múltiples de esas mariposas
me devoraban deseosas
y, de mi pasión, ansiosas.
Otras en cambio, comían de mi mano,
haciéndome creer su completo amo.

¡Ah! También recuerdo aquellas estrechas.
¡Qué fieras estaban hechas!
En principio, se me resistían,
y luego en mi cama ardían.

Antaño atrapé dulces mariposas
sin ponerme con ellas las esposas.
Encumbré cada cima de montaña
con mi labia y buena maña.

Sin embargo ahora todo ha cambiado
y se ha transformado mi hado.
El cazador, al fin, por una ha sido cazado,
y, con su propia moneda, le han pagado.

María del Pino


MOCITAS-MARIPOSITAS

Ay, las mocitas
tan rebonitas
en el verano
cual maripositas
revolotean
con sus falditas
tan coloristas.
Ay, las mocitas
tan rebonitas
tan picaronas
las muy malditas
van seduciendo
las muy voraces
cual mariposas
por los rosales.
Ay las mocitas
tan rebonitas.
Antonio Duque Lara


"Cuando enfureces"

El furtivo fulgor ardiente
de tu corazón sereno
calma cualquier tempestad
que ose con indignos ojos
tu hermoso cuerpo mirar.

Mas, una vez que enfureces
por el daño causado con creces,
clavas tu fiero diente
en la herida sangrante
para dejar que tu veneno
carcoma la infame maldad
que decidió tu alma destrozar.

María del Pino

Nos las presentan
llenas de bondades,
delicias y espiritualidad.
A veces el cuchillo
hace acto de presencia.
Antonio Duque Lara


zul es el cielo que hoy brilla.
Azul como un alma sencilla.
No dejes que tus miedos venzan.
No dejes que los monstruos vengan.
Tu alma libre alcanza la felicidad,
tu alma libre de vanidad....

Oh... No sé qué demonios es vivir
ni tan siquiera puedo sentir
qué se esconde dentro de mí
si no es por tí

¡Maldita agonía!
Maldita alma mía.
Dejadme amar a mi guitarra
sin decirme con desgana
que vivo montado en una parra.
María del Pino






El canto del agua
abre
la flor de tu sonrisa.
Rosado corazón
esclarecido
por un sol
germinado de perfumes.
Jardín del amor
en la mañana.
Alegría del corazón.
Todo deseo.

Antonio Duque Lara


Con tu corazón
latiendo por tí, por nosotros,
se despide: Tu otro yo
María del Pino


AL HILO DEL “COLLAR DE LA PALOMA”
DE IBN HAZAM DE CÓRDOBA



Niña mía
tu corazón
nunca lo hieras
porque en lo más profundo
el mío llevas.


Niña mía
mi corazón
nunca lo hieras
porque en lo más profundo
el tuyo encuentras.
Antonio Duque Lara

POR UN BESO DE TUS LABIOS

Dulce terciopelo
emanaban tus labios
cuando sobre mí
decidiste arrojarlos.
Gracias a ese hermoso beso
se derritieron todos los sabios
que duramente me trataban
y con sus teorías de amor me aplastaban.
Cuando de nuevo nuestras bocas uní
desaparecieron sus agravios,
dejándome sólo para ti.
Y, todo, por un beso de tus labios
María del Pino




Besar poder quisiera
la miel de tus labios
como liban las abejas
las flores en primavera.
Antonio Duque Lara
ESCONDIDA

Aquí me hallo escondida,
por dentro; deprimida.
Sudando,
llorando,
inundando
todo con mi llanto
de sucio espanto.

Escondida de sus secuaces.
Ellos parecen tenaces.
Me quieren atrapar,
por eso aquí me he de resguardar.

Incluso he absorbido
y rápidamente engullido
el alma de mis allegados,
quienes parecen estar errados.

Yo, créanme que no fui
-por más que digan por ahí-
la que machete en mano,
acabó con otro humano.
Aunque lo pareciera,
no lo era.
Os lo aseguro.
Bien me lo decía un murmullo.

Simplemente al mundo libré
de en sus garras sufir,
de bajo su aliento vivir....
¡Sí! Yo lo maté.

Pero no era un humano,
por mucho que dijeran
que era mi hermano.

Por eso aquí escondida,
callada y hundida,
permanezco sin que nadie me pueda ver,
hasta que me dejen sola de una vez.

Ya no me podrán coger.
Estos tabiques me han de proteger,
y cuando el cemento diga de secar,
ya nadie me podrá dañar
                            María del Pino
SENTIMIENTOS ESCONDIDOS

        A estas alturas de la vida uno recuerda demasiado. Hace mucho tiempo hubo un accidente de tren. Más de cien personas perdieron la vida. ¡Tragedia! Los medios llamados de comunicación y la gente del común hubieran linchado a la empresa si no hubiera leyes.
        Un día yo iba con mi progenitor en el tren. En la estación delantera alguien se cayó, o se tiró  a la vía. Eso significaba al menos una hora de retraso mientras todos los trámites debidos se realizaban.
        Mi progenitor también, como otros de esos llamados humanos profirieron algunos piropos al muerto. Hijo de mala madre, me voy a retrasar y voy a perder el empleo. ¡A quién se le ocurre a esta hora tirarse al tren!
       Durante varios meses había sido tratado el tema en ese monstruo llamado televisión, que, como Dios, siempre tiene razón. Estaba a favor de las pobres víctimas, así también los periódicos y demás. La empresa no había hecho esto ni aquello, sólo pensaba ganar dinero.....
        Yo, pequeño, no entendía muy bien, pero aquello se me quedó en el alma. Con el tiempo y la experiencia de la vida he llegado a comprender que a aquellos energúmenos, mi padre incluido, lo único que les importaba era su beneficio, en absoluto que alguien hubiera muerto.
        ¿Qué fueron entonces aquellos sentimientos derramados durante tan largo tiempo en los medios etc. de la llamada comunicación? ¿Pura falsa? ¡Díganme, dónde se esconde la verdad de las cosas!
Antonio Duque Lara


SAN VALENTIN 2014

Tus ojos me miran lentamente,
como tartamudeando en el vacío de tu mente.
El aire se respira cálido ardiente,
cuando solo tú estás presente.
Un hormigueo en mi interior revolviéndose
dormita
porque cada día te veo más bonita.
Créeme si digo que sólo deseo contemplarte
cual excelsa obra de un museo de arte.
Vives en mis fantasías y en mis sueños,
¡Incluso tus ojos son mis dueños!
Sin embargo no te atreves a abrazarme,
a sentirme en tu piel o ni tan siquiera a
hablarme.
Sé que tu sabes lo mucho que te quiero
y aunque suene repetitivo y llano,
por tí y tus besos, minuto a minuto, muero.
Querida, cada vez que me rozas con tu mano
incrementas lo mucho que yo a tí te amo.

María del Pino

Sobre la nieve se estampa
una rosa de pasión.
Sobre la nieve se estampa
el sentimiento apasionado
de tu corazón.
Blancura inmaculada del cielo.
Rojo sangre del sentimiento.
Sobre la nieve se estampa
un beso fundido
en amor.
        Antonio Duque Lara


Cada vez que al oido te confieso
la palabra amor eterno
la roja rosa de tu rostro
florece como primavera en arrullo
Te vibra hasta el nido
en que la vida tiene su principio y desarrollo
Te desbordas por las costuras del cuerpo
y te entregas prisionera sin remedio
Soy para el gozo de tu cuerpo
para el gozo de tu alma soy
Tómame esposa de mi eterna
juventud enamorada
Tuyo soy, tuya soy
somos pétalos de flores
alegrando su vida y su destino
Dame tu boca de miel
de los campos vida
Te daré la fresa de mis besos
miel y besos de la vida
que se quiere sin fecha
sin descanso, sin fecha
de caducidad como las estrellas.
Antonio Duque Lara

Al Amor

“Una palabra flota en el ambiente . Sólo una mientras me acaricias con cuidado.
Tu mirada va volviéndose más y más tierna y ya solo
puedo pensar en lo impensable.
Mi respiración ante el contacto de tu piel sobre la mía
se vuelve fructuosa y alocada.
Ya no sé cómo o que hacer para controlarla.
La pasión crece sin control y esa palabra me mecahaca con fuerza a cada centímetro que tus dedos avanzan por mí,
arrasando con la fiereza de la lentitud extrema, provocando con ello que me rinda más a tus encantos...
Cuando tus labios se posan al fin sobre los míos al tiempo que nuestros cuerpos desnudos se preparan para dundirse el uno en el otro,
pienso en que deberíamos jugar a esa palabra prohibida.
Juguemos al amor
mientras lo hacemos sin temor....”

Firma: una persona enamorada. 

lunes, 2 de febrero de 2015

HAIKU A MI MANERA II


VERSION PRIMERA
Un viejo estanque
Con el salto la rana
Canto del agua


VERSION SEGUNDA
Salta la rana
En el viejo estanque
Canto del agua


        Esta segunda parte de mis  Haiku a mi manera comienza con ldos versiones de la traducción de un famoso haiku, del que se dice fue el comienzo de este tipo de poemas.
La foto está tomada muy cerca del lugar en donde vivió Matsuo Bashó, el Barrio de Monzen Nakacho, uno de los barrios populares y más emblemáticos de la antigua ciudad de Edo. hoy Tokyo.



Fresco otoñal
Silencioso discurrir
Del atardecer.

Día airado
El tifón deambula
Arrasa todo.

Noche lluviosa
Resplandor del día
Azul marino.

Rostros cansados
Huracán de la noche
Vaya trabajo.

Dolor, suspiro
Máscara diaria
Naturaleza.

Bella figura
La que te envuelve
¿Y tu corazón?

Crimen perfecto
En nombre del cansancio
Se te disculpa.

Comunicación
Espejo del Callejón
Esperpento.es

Carácter malo
El de mi prometido
Yo, sunao.es

A voz en grito
La damisela decía
¡Vaya sorpresa!

Obra teatral
Dictado político
Sin el pueblo.

Pueblo sabio
Sin responsabilidad
Dáme sin parar.

La esculpida
Rigidez de los rostros
Sueño perdido.

Día en rojo
Fiesta deportiva
Hay trabajo.

Hay trabajo
Fiesta lunática
Idea mortal.

Economía
Si no hay trabajo
Todo da igual.

Claro fracaso
De las autoridades
Descerebradas.

Sol de otoño
Verde esperanzado
Por la ventana.

Rígido rostro
Tanta importancia
No es la tuya.

La hierática
Rigidez de tu rostro
Muerto corazón.

Juntas las cejas
Buscando un vacío
Rota belleza.

El negro cisne
Lago de la belleza
Corazón en paz.

A la carrera
Actividad y olvido
Cosas mal hechas.

Andar cansado
Pesarosa el alma
Vida sin fin.

Cara de lluvia
Corazón y sueño
Dolor eterno.

Cara de lluvia
En el alto cielo
Dolor eterno.

¡Cuánto tiempo!
Un buen pastel, un café,
una bella mujer.

Cielo azul
Viento de otoño
Dolor de pies

Tira el bien
Aprieta el Maligno
¿La necesidad?

Dama cebolla
Pinreles al viento
Resfriado ya

¡Ay, qué veleta!
Pueblo responsable
Lo malo fuera.

No digo nada
Cada cual cargue su cruz
Pase la vida

Cifras bailan
Frío garabatero
Calor sudante

Buen transporte
Cuerpo mañanero
Todo fatiga

Cuál elegir
Vestido de otoño
Ropa invernal

Al fin del mundo
Andamos a trabajar
Ganarse el pan

Por la cultura
Estudiantes gritan
Ganarse el pan

Van a la moda
Cristo con dos pistolas
Más elegante

La pifia fue
Beneficio mollar
Para el solar.

Sólo la risa
Lo puede superar
Mal ambiental.

Sólo la risa
Lo puede superar
Miedo social.

Descabezadas,
el pueblo pagará,
cabezas locas.

La “poli” toda
es poder sin ambajes
mentira total.

Verle la cara
y arcadas me dan
 cara de cer....

No interesa
Oscuridad popular
Poder celestial.

Sí interesa
Controlada ciencia
Máquina mental.

Las maquinitas
de la imbecilidad
dan la libertad.

El chocolate
vino de América
Cristóbal Colón.

Tan calentito
Poesía leía
y me dormía.
Noviembre ya
con el viento del norte
tasas mortales.

Las eleccciones
nada solucionarán
cerdos engordar.

Dictadura est
Vestido demócrata
Falsos medios.

Luz apagada
comienza la clase
sin alumnado.

El mundo quiere
sus muertos queridos
bastante lejos.

Agotamiento
de ojos lectores
Todo para qué.

Vamos a votar
Engordemos cerdos
Después llorar.

Frío galopa
por los bolsillos rotos
Estómago va....

Frío galopa
Gélida existencia
Bolsillo roto.

Frío galopa
Impuestos matando
Invierno vital.

Gobiernos matan
Poderes mentirosos
Almas esclavas.

Como un volcán
la lava del recuerdo
fluye sin cesar.

Final del año
A uña de caballo
¿Final del mundo?

Mente caliente
Corazón parado
¿Final del Mundo?

Elecciones
Colmadas de esperanza
Irresponsables.

Uno de enero
Vida interior
Poco dinero.

Gato cruzando
Derecha, Izquierda
¿La buena suerte?

Cuerpos doblando
Piden amabilidad
Vanas palabras.

Uno de enero
Quién está trabajando
Las lavadoras.

Calles vacías
Situación general
Sólo las mías.

El kaki dulce
Pájaros picotean
Los muy tunantes

Solaz acabado
Sólo la basura
Nos ha quedado.

Como caracoles
Las cuatro ruedas
Van ya rodando.

Río que rula
Invierno de Tokyo
Agua escasa.

Cartero lleva
Saludos sin retardo
Tan esperados.

Van de la mano
amorosas parejas
el nuevo año.

  Los veteranos
cada cual su camino
ya estragados.

El pizzalero
Pizza va repartiendo
El uno de enero.


Como veletas
Hablar, hablar y hablar
sin actuar.

Cante flamento
Escucho en el metro
Parece un sueño

Cante flamenco
Calmando los nervios
En el viaje

Agradecido
Desborda alegría
El mensajito

Frío y frío
ni las bellezas andantes
calorifican.

Caminando va
el jinete polaco
Mágina mundial.

Dos antoñitos
Generación perdida
en la soledad

Pide y pide
el señor a la dama
violentia est

Pide y pide
la dama al señor
¿cómo se llama?

Llueve y llueve
el tren tan calentito
frío glacial

Como las damas
está depilándose
el caballero

Educación
y buenas maneras
¡Ay! Ubi sunt

Cómo presumen
de orden y maneras
¡Ay! Ubi sunt

Fallecida está
la vida de otros días
Nuevas esperanzas

Solaz del alma
siempre tan buscado
poco encontrado

Hombre sin pelo
Las altas azoteas
lustre parecen

Días y días
La monotoneidad
de la existencia

Luz grisácea
alma encapotada
Tu ausencia.

Papel espera
Albura concentrada
de tu esperanza

Decisiones
Allá en lontananza
Alma rasgada

Exigencias
del mundo alrededor
Manipulación

Gélida calle
Abrigado corazón
Será tu amor.

La primavera
A uña de caballo
Restos de frío.

Noches de sueño
Con tu primoroso ser
Belleza impar.

Paso a paso
Sensación vacua
Fermentación.

La primavera
niña caprichosilla
bajada, subida.

La primavera
Escarchada nevera
Banco sin fondos.

Decir quisiera
“Cálida primavera”
Mas no pudiera.

Paso a paso
Primavera en alto
Lutos andando.

Cerezo en flor
Durante el paseo
Llanto funeral

Los cochecitos
No pasean hijos
Perros llevando.

El sakurado
rubor de tu sonrisa
beso florido.

La primavera
apertura a la vida
de tu sonrisa.

Cual el toro
sakurado esplandor
Flor de un día.

Abril florido
Agradecido mayo
Granado amor.

Oro rubio
dulce como la miel
de tus labios.

Persistencia
Flexible mano izquierda
La vendedora

Va de tu vuelo
Larga distancia es
hasta tus besos.

Constitución
Ley que no protege
de la explosión.

Final de mayo
Tiempo de lluvias
¡Ay, qué temprano!

Dolor de huesos
Tiempo de lluvia
¡Vaya humedad!

Calor sofocante
Tiempo de lluvias
Con la humedad

Lugar escaso
Mala educación
Ego infantil

Largura mengua
Desde la mañanita
Terror visual

Todo derecho
De la madre dolores
Deber ninguno

¡Es responsable!
Acción sin controlar
Ley protectora

一人ぽっち
たのしく勉強する
久美子姫

Está solita
Estudia con alegría
La princesita

Tierra fue
A la tierra volvió
Cuán grande amor

Para terminar
afortunadamente
el curso está.

Viaje en avión.
Reencuentro en Granada
¡Qué felicidad!

Quisiera besar
tu boquita de fresa
fresca tan fresca.

Ojos que miran
el corazón bailar
¡Qué felicidad!

HAIKUS DURANTE EL VIAJE

Aperitivo
gargantada humedad
primer bocado


Monotonía
en el desplazamiento
todo va bien

Abrazo total
Amor en profundidad
Estado final


No te tocaré
como yo quisiera
Alma que sueña

Agua mineral
Tres euros costará
¡Qué barbaridad!

¡Qué escribir más!
Tema sociológico
¡Qué barbaridad!

La tarde se va
Los recuerdos arrecian
¡Qué felicidad!

Mente límpida
Amor con raices
¡Qué será, será!

Nervios serán
A la hora de dormir
Llega soledad

Desesperanza
Deseos incumplidos
Camino oscuro.

Emoción flotante
en el viento de la vida
A qué carta quedarse.

Verde esperanza
dice el famoso refrán
si fuera verdad.

Pienso en tí,
sin faltar un instante
muerte segura

Granito mental
del Ministerio
Mal educado.
        
Amar es sufrir
Constancia del corazón
Camino vital.

Amar, entregar,
corzón en acción.
Nada esperar.

Amar
el corazón entregar
sin nada esperar.

Hacer sufrir
sin desear
dolor que se vuelve
cual bumerán.