domingo, 22 de julio de 2018

AMOR EN LA NOCHE FRIA


Señora mía anoche vinisteis a mis aposentos a pasar la noche conmigo.
Llegásteis ligera de ropa y nos aprestamos a pasar una noche de reyes jugadores.... ufff.
¿Cómo se desarrolló la noche?, parece preguntar vuestro rostro.
Primero, sensualmente os despojásteis y me despojásteis de eso tan innecesario a veces llamado ropa..... Sensual como una gata os fuisteis quedando en piel morena para después pasar a desposeerme de aquello que tapa lo que el vulgo llama vergüenzas.
Quedamos cual bebés pero más creciditos, con todo el encanto de la vida queriendo entrar en acción.
Tras largo tiempo sin vernos las manos recorrieron los cuerpos, reconociéndose, la yema de los dedos, las uñas, las palmas iban tocándose lentamente mientas los labios, las lenguas, se entretenian en besos, chupetones,lametones enervantes. A veces una corriente eléctrica corría la columna vertebral. Terminado el reconocimiento táctil, pasamos al reconocimiento por los labios. Beso a beso, centímetro a centímetro, os recorrí todo el cuerpo, me recorrísteis todo el cuerpo, sin dejar rincón por muy púdico que fuera sin besar, sin lamer o relamer según los casos, Dependiendo del lugar, se elevaba un suspiro amoroso que se escapaba por la ventana llegando a los montes. Hasta los bosques andaban alegres por no decir cachondos... Terminado el besuqueo fueron los sexos los que entraron en acción, no con movimientos de entradas y salidas aún. Los sexos, como antes las manos y los labios se fueron friccionando por todo el cuerpo del otro, a veces en posturas harto dificultosas pero que el placer que recibían y otorgaban hacían agradables.
Terminadas estas tres fases entramos en la cuarta. Y el verbo entrar es el más adecuado. Yo en vos , vos en mi, con dedos, lengua, colocando vuestro agujerito en mi estaca. Todo lenta, muy lentamente para que el acto fuera lo más placentero posible. Y sin duda lo fue. Os elevábais,suspirábais, y de pronto de vuestro pecho surgía un rugido como de haber llegado a la cima de la montaña y os encontrarais ya liberada de la dificultad de la subida. Pero no sólo vos, yo también llegué a ese punto. Los dos al tiempo suspiramos, os volcáteis sobre mi pecho y jadeantes nos dispusimos a recuperar la respiración. Una vez tranquilos, las manos y las lenguas empezaron de nuevo con el jugueteo,y así hasta que caimos exhaustos pero con una alegría que no habíamos sentido en mucho tiempo. ¿Alegre? ¿Contento? No, el cuerpo se sale de si mismo de tanto placer.
He sido invitado por vos a pasar la noche juntos, ya llevo un buen rato, como presumo que necesitáis descansar no os apremio, pero mis manos os recorren en un intento de masajearos y que el cuerpo se relaje. Imprevistamente habeis llevado mi mano a la cueva del placer, al conejo, el chocho, chichi,coño o como lo llaméis. Entre sueños, para que no se resfríe habéis dicho. He obedecido y ahí estoy. No prometo que los deditos no se introduzcan dentro de vos, de todas formas será de manera suave........para que sigáis gozando y descansando a un tiempo. Así en esa tesitura, os beso suavemente y os deseo los mejores sueños en lo que queda de noche. Amor.

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