martes, 2 de mayo de 2017

KOJIKI : LIBRO DE LAS COSAS ANTIGUAS DE JAPON

KOJIKI : LIBRO DE LAS COSAS ANTIGUAS DE JAPON

La verdad sea dicha, este libro está traducido en español, pero aún no he tenido la suerte de encontrarlo. En una edición japonesa, yo diría que introductoria para nivel de enseñanza secundaria o como mucho bachillerato, leí la selección del texto, y aunque todo es interesante, como todas las mitologías del mundo, fueron estos dos textos los que más me atrajeron. Uno por su naturalidad y simpatía y el otro porque podría ser hoy en día una lección de lo que puede ser un buen político, salvando, claro está las distancias. Simplemente espero que lo disfruten.




SAGRADAS NUPCIAS DE ISSANAKI E ISSANAMI

Issanaki e Issanami descendieron a estas islas de Onogoro, para celebrar sus nupcias. Levantaron una gruesa pilastra sagrada y el amplio Palacio de Himeneo.
Issanaki pregunta a Issanami: “¿En qué estado esta tu cuerpo formado?” A lo que Issanami responde:”Mi cuerpo está completo pero tiene una grieta que no se puede cerrar”, respondió.
A ello Issanaki propone: “Mi cuerpo también está completo, pero hay un lugar saliente que parece sobrar. Por ello mi saliente lo introducimos en la grieta de tu cuerpo y hacemos un país. Es lo que he pensado. ¿Deseas hacer un país? “, a lo que Issanami estuvo de acuerdo.
Es una buena idea”.
A ello Issanaki dijo: “Entonces ambos vamos a dar vueltas a esta pilastra sagrada y cuando nos encontremos, nos enlazamos.
Tras quedar de acuerdo en ello Issanaki dijo: “Tú gira hacia la derecha, yo giraré hacia la izquierda” Ambos giraron alrededor de la pilastra.
Cuando se encontraron, la diosa Issanami dijo primero:”¡Oh, qué buen mozo!”, el dios Issanaki soltó lo siguiente: “¡Oh, qué buena moza!” Al acabar de entonar sus rezos, Issanaki soltó lo siguiente:”No es bueno que la mujer hable antes que el hombre”....
(Continúa con el nacimiento y desprendimiento de los primeros hijos, son lugares o islas del Japón actual)


EMPERADOR NINTOKU

El Emperador Nintoku subió a una alta montaña. Miró hacia los cuatro puntos cardinales: “No se vé subir humo de las cocinas. La vida de la gente es pobre. Que durante tres años se dispense al pueblo del pago de tributos en efectivo y del tributo del trabajo”, ordenó ( La antigua MITA de los indígenas de los Andes etc).
Por esta disposición, el Palacio Imperial al estroparse sufría de goteras, no se arreglaba, se colocaban dispositivos para recoger el agua de las goteras y se iba desplazando a los lugares en que no existían goteras.
Al pasar tres años y contemplar la situación, en todos sitios ascendía humo de las cocinas. El Emperador comprobó que el pueblo había vuelto a una situación estable y reabrió los tributos en efectivo y en trabajo.
Por la efectiva labor política del Emperador el pueblo volvió a disfrutar de una vida de abundancia y no sufrió por los tributos monetarios ni del trabajo. Se alabó esta Era (en Japón la época de cada emperador tiene nombre y se le denomina Era) y se la denominó “Era del Emperador Sagrado”.
(Kojiki, cosas antiguas de Japón. Kadokawa Sofia Bunko)


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