sábado, 22 de agosto de 2015

LA CASA DESTRUIDA

 LA CASA DESTRUIDA


        Hoy me pedís que os cuente una de esas historias que tanto os gustan. Pues bien, en esta ocasión, os contaré un cuento. Este cuento ni lo he inventado yo, ni lo he escrito yo. No hay nada en él que me pertenezca...
Se lo escuché en cierta ocasión a una viejecita que tenía un nombre         curioso:Vida.“Erase una vez- como es lógico, este cuento comienza como todos los cuentos-. Erase una vez-decía- una casa muy hermosa. De hermosura y belleza indefinibles. Erase una casa que parecía un palacio. Baste con esto para definirla.  Cierto día- como en todos los cuentos- comenzaron a ocurrir ciertos hechos muy extraños.
        Sí, de pronto, sin saber cómo ni por qué, se comenzaron a romper los cristales de las ventanas, se hicieron profundas grietas en las paredes, se removieron los cimientos... se comenzó a caer el tejado.
Lógicamente, las gentes que la habitaban se fueron del lugar esparciéndose por el mundo. Así uno, dos, tres días..., hasta que todas las piedras estuvieron en        el suelo y en los alrededores no había nadie. Las piedras, el techo, todo era hermosísimo, digno de las manos del  mejor de los orfebres. Tan misterioso suceso llegó a oidos de un famoso arquitecto que vino al lugar, observó los restos de la casa y se propuso reconstruirla.
        Trabajó duramente, durante mucho tiempo, en la reconstrucción de la casa. Esfuerzo y tesón inútiles porque la casa nunca más volvió a estar en pié”. Y como es lógico en todos los cuentos, la viejecita dijo aquello de :”Colorín, colorado, este cuento se ha acabado...” 


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