miércoles, 2 de agosto de 2017

GETABAKO

GETABAKO
(Zapatero. Mueble de los zapatos)
(Getabako, leido Guetabako)

-¡Maldita sea tu estampa, niño! ¿No ves que estoy fregando? ¿Por qué no te limpias los pies antes de entrar?
¿Quién no ha oído esta regañina más de una vez de su madre o hermana en el supremo momento de la limpieza diaria? ¿Qué le diría, en tal caso, una madre o hermana japonesa? Pues, seguramente, nada, porque, sencillamente, en el momento de entrar en una casa japonesa usted debe cumplir con el sublime rito de quitarse los zapatos, subir un escalón y ponerse unas zapatillas, colocando a posteriori sus zapatitos en el getabako o dejándolos ordenados en el zaguán de la casa.
¿Y esto por qué, se preguntará usted? Bueno, vea usted sus costumbres y se dará cuenta de que muchas veces las casas occidentales dan la impresión de ser una prolongacion de la calle. Pasillos que dan a las habitaciones individuales, donde uno puede ser el rey mientras que en el comedor, lugar de todos, el no llevar zapatos puestos puede convertirse en el culmen de la mala educacion.
Pero también podemos pensar que en Europa, metamos a todos, la caza, el pastoreo, las contínuas luchas y divisiones de paises han sido una tradicion constante. Todo ello pudo permitir e hizo necesario el uso del "zapato" como medio mas práctico para correr y no hacerse polvo los pies. ¿Y esto no ha sido así en Japón? Como no se trata de hacer una historia del calzado japonés,nos limitaremos a decir que Japón ha sido y sigue siendo, a pesar de su modernización y tecnificación, un país con una sicología de agricultores y, además, una isla en la que hasta el final de la Segunda Guerra Mundial no se conoce derrota en terreno propio ni invasión en plan guerrero, aunque las luchas internas se prodigaron en el pasado.
Esto, nos parece, es una pena no poder desarrollarlo más, ha influido para que el calzado tradicional no sea tanto el "zapato" como la "zapatilla" en sus diversas formas: Waraji, zapatilla hecha de paja de arroz utilizada en viajes a pie. Zoory, zapatilla normal para salir a la calle y las getas que Astrid de los Rios define en un artículo aparecido en esta misma sección como: "Plataforma de madera oblonga con dos soportes transversales y tres orificios, uno frontal y dos laterales por donde pasa una correa".
Japón es un país que se caracteriza por su lluvia, su humedad y su barro, cuando las calles no estan asfaltadas. Las getas son un calzado antiquísimo que se utilizaba en las tareas agrícolas, segun la misma autora. Al mismo tiempo. dada la humedad, la casa se construye a cierta altura sobre el nivel del suelo. Al mismo tiempo el japonés es un pueblo que diferencia muy claramente entre lo de "dentro de casa" y lo de "fuera de casa". Simultáneamente el suelo tradicional no es de loza, sino de madera o de tatami, espesas esteras hechas a base de juncos finos que sirven de suelo aspirante
de la humedad interior dejando pasar el aire con facilidad.
Evidentemente, entrar en una casa donde la felicidad se consigue olvidando el trajín de fuera y poniéndose cómodo, donde entrar con los pies sucios supone estropear madera y tatami, donde la familiaridad se consigue haciendo sentir cómodo al visitante, evidentemente, deciamos, crea unas fronteras, unas formulas que explican el desnudarse los pies a la entrada. Lo que para un europeo sería signo de descortesía.en caso de visita, dadas todas estas circunstancias, se convierte en Japón en un requisito, en un rito de la buena educacion. ¿Y qué hacemos con los zapatos? Ya lo hemos dicho, alineados en el zaguán o al getabako.
¿Qué es el getabako? Literalmente sería el cajon de las getas o de los zapatos. No encontrará casa donde no encuentre usted, en la entrada, tan simpático mueblecito.
En el se guardan ordenados todos los zapatos de la casa y de los posibles invitados,dejando libre el acceso al interior de la misma. Puede ser un mueblecito más o menos coqueto, como una especie de armarito zapateril y, según las casas, una serie de repisas superpuestas, en forma de estantería donde se colocan los sucios pies portátiles.
¿Cuándo, cómo, por qué nació este curioso mueble? Ya hemos hablado de los distintos "zapatos" tradicionales japoneses. En un principio el waraji. Cuando la gente iba al teatro, al ser plano, podía introducirse entre los pliegues del kimono ya que no abultaba mucho. Las getas, sin embargo, con sus soportes transversales no eran tan fácil de introducir entre pecho y ropa. Si tenemos en cuenta que en la epocade Edo, una vez terminadas las guerras civiles, tranquilo el país, floreció una pujante clase comercial, ávida de lujos y placeres, podemos imaginar que los clientes de los teatros, de las casas de placer, de los baños públicos etc. serían numerosos. Imagínese usted a un buen señor, en una noche de lluvia y barro, con sus Waraji arrastrando por el suelo y los pies chorreando y embarrados subiendo al límpio, enmoquetado y dichoso centro de placer y, además, imagíneselo teniendo que poner sus zapatillas entre el montón de iguales zapatillas de los allí reunidos. Ante tal evento, casa de placer, templo o cualquier otro lugar público, los que allí se dirigían lo hacían montados sobre las ya entonces sofisticadas getas, evitándose así más de un salpicón. En tal situación,barrera entre lo sucio y lo límpio, una manera de tener despejada la entrada sería recoger, a un lado de la misma, en la taquilla correspondiente,getabako, tal vez número incluido, y su respectivo guardián o servicial portero, el mencionado calzado.
Aquí tenemos ya una más que probable causa de la invención del getabako. Ya desde la puerta se notan las diferencias. Aquí tenemos entrando a los clientes cómodos,a su ritmo, buscando cada cual su sitio , sin los tormentos del sucio medio zapateril.
Hoy día, como antaño, el japonés se quita sus zapatos occidentales a la entrada de la casa y los coloca en el getabako, adornado, posiblemente, con un coqueto trabajo de Ikebana en su parte superior. Se los quita en bastantes restaurantes, se los quita y los pone en el numerado getabako de los baños publicos, se los quita en algunos hospitales.... También se pueden ver estos muebles en la entrada de las escuelas. Los niños entran en la escuela y se desnudan el pie, colocan sus zapatos en el casillero correspondiente, a veces con llave, otras sin ella, se pone sus zapatillas y se lanzan,despacio o deprisa hacia su pupitre. Y no se extrañe de ver el getabako, número y nombre puesto, en el zaguán de la casa de vecinos donde vive el amigo que vamos a visitar.
Costumbres raras lo denominarían unos, gente extraña, dirían otros. No,adaptación al medio, practicismo, comodidad, separación de mundos,regla de oro por donde empieza la cordialidad de un pueblo que, dadas la serie de circunstancias enumeradas más arriba, siente el descalzarse como una forma de entrar en el círculo familiar, ya en la casa ya en la escuela o en el hospital. Receptor sufrido, coqueto y practico de lo que no se debe llevar donde no se debe, el getabako.
¿Por qué no prueba usted a tener uno en su casa? Se sentirá, si sabe verlo, en un paraiso al no llevar en su mismo hogar los, tantas veces, incómodos zapatitos y, además, le ganará espacio a su habitacion.

Nota de 2012. Cuando fue escrito el texto no había, o al menos eso creo, ningún mueble específico para colocar los zapatos. Hace un mes me llegó desde España un paquete en el que entre otras cosas venía una revista de un gran supermercado con sus ofertas y demás. Entre las fotografías de los muebles de dormitorio había dos de unos ZAPATERO, en cuyo interior se recogían los zapatos, por la fotografía se diría de un matrimonio.
Algo así es un getabako, pero normalmente colocado en la entrada de la casa y donde se colocan los zapatos de toda la familia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario