KOJIKI
: LIBRO DE LAS COSAS ANTIGUAS DE JAPON
La
verdad sea dicha, este libro está traducido en español, pero aún
no he tenido la suerte de encontrarlo. En una edición japonesa, yo
diría que introductoria para nivel de enseñanza secundaria o como
mucho bachillerato, leí la selección del texto, y aunque todo es
interesante, como todas las mitologías del mundo, fueron estos dos
textos los que más me atrajeron. Uno por su naturalidad y simpatía
y el otro porque podría ser hoy en día una lección de lo que puede
ser un buen político, salvando, claro está las distancias.
Simplemente espero que lo disfruten.
SAGRADAS
NUPCIAS DE ISSANAKI E ISSANAMI
Issanaki
e Issanami descendieron a estas islas de Onogoro, para celebrar sus
nupcias. Levantaron una gruesa pilastra sagrada y el amplio Palacio
de Himeneo.
Issanaki
pregunta a Issanami: “¿En qué estado esta tu cuerpo formado?” A
lo que Issanami responde:”Mi cuerpo está completo pero tiene una
grieta que no se puede cerrar”, respondió.
A
ello Issanaki propone: “Mi cuerpo también está completo, pero hay
un lugar saliente que parece sobrar. Por ello mi saliente lo
introducimos en la grieta de tu cuerpo y hacemos un país. Es lo que
he pensado. ¿Deseas hacer un país? “, a lo que Issanami estuvo de
acuerdo.
“Es
una buena idea”.
A
ello Issanaki dijo: “Entonces ambos vamos a dar vueltas a esta
pilastra sagrada y cuando nos encontremos, nos enlazamos.
Tras
quedar de acuerdo en ello Issanaki dijo: “Tú gira hacia la
derecha, yo giraré hacia la izquierda” Ambos giraron alrededor de
la pilastra.
Cuando
se encontraron, la diosa Issanami dijo primero:”¡Oh, qué buen
mozo!”, el dios Issanaki soltó lo siguiente: “¡Oh, qué buena
moza!” Al acabar de entonar sus rezos, Issanaki soltó lo
siguiente:”No es bueno que la mujer hable antes que el hombre”....
(Continúa
con el nacimiento y desprendimiento de los primeros hijos, son
lugares o islas del Japón actual)
EMPERADOR
NINTOKU
El
Emperador Nintoku subió a una alta montaña. Miró hacia los cuatro
puntos cardinales: “No se vé subir humo de las cocinas. La vida de
la gente es pobre. Que durante tres años se dispense al pueblo del
pago de tributos en efectivo y del tributo del trabajo”, ordenó (
La antigua MITA de los indígenas de los Andes etc).
Por
esta disposición, el Palacio Imperial al estroparse sufría de
goteras, no se arreglaba, se colocaban dispositivos para recoger el
agua de las goteras y se iba desplazando a los lugares en que no
existían goteras.
Al
pasar tres años y contemplar la situación, en todos sitios ascendía
humo de las cocinas. El Emperador comprobó que el pueblo había
vuelto a una situación estable y reabrió los tributos en efectivo y
en trabajo.
Por
la efectiva labor política del Emperador el pueblo volvió a
disfrutar de una vida de abundancia y no sufrió por los tributos
monetarios ni del trabajo. Se alabó esta Era (en Japón la época de
cada emperador tiene nombre y se le denomina Era) y se la denominó
“Era del Emperador Sagrado”.
(Kojiki,
cosas antiguas de Japón. Kadokawa Sofia Bunko)
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