HUMEDAD
La
flor en su exterior tenía un color oscuro, como tostado por el sol.
Desde dentro subía hasta la salida de la campanula una fragancia a
vainilla mezclada con agua de rosas, con olor a rosa y a jazmín
temprano.
Seducida
por aquel perfume, la mariposa se acercó a la entrada de la flor. Se
posó sobre ella. Aunque era ligera como brisa marina al atardecer,
la flor reaccionó. Era como si la mariposa hubiera tocado con sus
livianas patitas uno de los puntos neurálgicos de la flor.
La
flor, tranquila ya, abrió ligeramente sus labios. Parecía querer
besar, ser besada por la larga trompa de la mariposa. Era el tiempo
en que las flores están avariciosas de polen, en que los animales
aullan, rugen en la noche porque no pueden aguantar la soledad del
cuerpo y la vida se le rompe por las venas.
Las
trompas mariposonas fueron como lamiendo los pedúnculos florales.
Las trompas iban de arriba hacia la izquierda dulcemente, llegaban a
la clave de abajo y volvían a
subir
por la derecha hasta llegar a esa especie de saliente que recogía el
polen y toda la sensibilidad de la flor. Una vez la mariposa cubría
las papilas femeninas de la flor con las alas, las trompas comenzaron
a frotarse en redondo, de arriba hacia abajo, desde la punta más
aguda hasta el tronco .
Las
patitas iban hacia abajo y en su parte más baja parecían contraerse
y extenderse como en un sístole y diástole del corazón.
Desde
el fondo del cáliz de la flor se diría que un regurgir de toda ella
afloraba hacia arriba. La misma flor quería como cerrarse sobre sí
misma y tragarse a la mariposa en un deseo imposible de explicar,
deseaba que sus patas fueran más largas y más gruesas y llegaran a
ese punto en que el magma lubricante de los conductos de la misma
fluía como fuente en el campo , de manera imposible de detener.
La
entrada de la flor , en un principio de color tostado, fue
transformándose a un color rosado y del rosado pasó al rojo. Un
rojo que decía que todas las potencias de la tierra, que toda la
potencia de la planta se entregaba buscando el polen de la vida.
La
mariposa, increiblemente cargada de un viscoso líquido blanco fue
derramándose dentro del cáliz floral. El interior de la flor
succionaba a la mariposa, era como el ordeño de cualquier animal de
leche. La fuerza interior de la musculatura apretaba suavemente las
patas mariposeras para dejarlas después en libertad.
Veinte,
treinta minutos , el tiempo era eterno y dulce, pasaron. La flor
quedó preñada de polen y la mariposa languideció viniendo a
desfallecer dentro de la flor.
El
mundo seguía su curso y la luz del sol descubrió la maravilla de la
flor, sonriente, como bebé más que satisfecho.
La
flor toda, el tronco, había absorbido toda la humedad del mundo
cuando la noche abre y el rocío de la mañana deja su puntito de
transparencia en los campos con antelación iluminados por la luz de
las estrellas.
Fragancia
de flores
se
elevan
de
las profundidades
de
tu ser.
Mariposa
arrullada
explora
el secreto que escondes.
La
vida florece de nuevo
por
encima del tormento y la soledad
La
vida ha triunfado
el
perfume de tu cuerpo
es
la señal.
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