MUJERES JAPONESAS
Para
Mercedes B.
Con
motivo del día de la mujeres trabajadora, conmemoración de un acto no
precisamente alegre en cuanto a su origen, me han solicitado que presente a alguna
mujer japonesa que haya podido ser importante en el desarrollo femenino de este
país.
Con mucho gusto lo haré. Voy a hablar
especialmente de Umeko Tsuda, en realidad en Japón se usa primero el apellido,
Tsuda, y después el nombre. Para no perdernos, y puesto que escribo en español,
lo hago a la manera hispana que ya, en sí,es una forma de cultura.
Hechas
estas disquisiciones, entremos en materia.
Hace
poco en una clase de traducción del español al japonés intentamos la traducción
de un texto titulado “Las mujeres en Arabia Saudí,”
El
mundo islámico, en general, sigue estando en muchos aspectos a muchos pasos de
lo que en Occidente se llama democracia, derechos humanos, etc.
Las
mujeres que aparecían en el artículo se quejaban de que en Occidente se le daba
mucha importancia a si las damas sauditas eran unas pobres mujeres tras un
velo, mujeres, sin rostro, sin cuerpo. Según ellas, hay temas muchos más graves
que el velo, pero que en Occidente no se ven ni comentan. Por ejemplo que para
cualquier cosa que se haga se tenga que pedir permiso, yo lo diría con el título
de un entremés de Cervantes, La guarda cuidadosa. Era, según opiniones un
insulto a su sentido de la maduración. Pero recuerdese que nuestras madres,
70-80 años, en aquellos años 60 e incluso 70 tenían que pedir permiso al marido
para poder sacar el pasaporte, para poder sacar el carnet de conducir. Yo lo
recuerdo en mi casa, y para aquellos que no lo recuerden ahí está la serie de
la Familia Alcántara, Cuéntame como pasó, que retrata bastante bien, al menos
en la parte de los años 60 la España que fue y ya afortunadamente parece que no
es.
Con
respecto a Japón no es raro se hable de la obediencia femenina, del ser buena
madre, de la sujeción eterna al marido etc. etc. etc.
Todo
tópico tiene su punto de partida, pero ¿es eso todo? No, en absoluto.
Las
leyes etc. han colocado durante mucho tiempo a la mujer por detrás del hombre.
Que levante la mano, que tire la primera piedra la cultura que no lo haya
hecho. Todas, y además con el mismo parámetro, pero.... de puertas para dentro
no es siempre así. Así que sirva el tópico para semilla del tema y vamos a ver
un poquito qué hay detrás del tópico.
Por
ley de vida, el Emperador de Japón y el Rey de España, algún día tomarán el
tren para otro destino. Les continuarán sus hijos, que sufrirán, como todos,
las mismas vicisitudes. La tercera generación después del fallecimiento,
esperemos lejano, de los principes herederos de ambos paises, es femenina en
ambos casos .¿Qué hacer? Hay leyes que se reforman para adaptar a los tiempos y
si no se hace se demostraría la estupidez gubernamental popular, o será
cuestión de cambiar de régimen, desgraciadamente muchas veces a tortas.
En la
Historia de Japón hubo Emperadoras, y no digo Emperatriz para diferenciar. La
Emperatriz suele ser la esposa del Emperador. Emperadoras con todo lo que hay
que tener para llevar sus gobiernos adelante. En la Historia de España también.
En Inglaterra, las hubo y las hay.... Que estas mujeres lo hicieran más o menos
bien es una cuestión al margen...., conocemos reyes más que repelentes y obtusos,
así que ¿ por qué ese miedo a que las damas no estén en el primer plano de la
gobernación? Cada loco con su tema.
Casi
todos, o la mayoría de los movimientos, llamémosles de liberación de la
persona, proceden de Occidente. Parece que si ahí se dice X, va a misa. En todo
el mundo debe ser así, las mujeres no deben llevar velo, o no deben estar
sometidas al marido etc. Es una visión del mundo a veces excesivamente
occidentalizada que no siempre cuadra con otras culturas. ¿No podría ser que en
regiones aparentemente atrasadas se estuviera en esos aspectos precisamente más
adelantado? Curiosamente encuentro en los periodicos en internet últimamente opiniones
de mujeres islámicas, el llevar el pelo tapado es para no recibir miradas
lascivas etc...
¿Imposición,
convencimiento? ¿Hay que respetar eso y ayudar en otros caminos? No todo es
imposición, no todo es convencimiento, por lo que el tema es árduo. Más de una
dama japonesa me ha comentado: La cuestión es ser inteligentes, hacer que el
hombre se sienta rey cuando la mujer es la que lo controla haciéndole bailar en
su mano....No todo es tan pobrecitas como parece, aunque hay casos y casos,
claro....
Allende
los tiempos apareció por el entonces Yamato, la diosa Amaterasuoomikami, que es
la diosa suprema del firmamento celeste nipón. Lo era y lo sigue siendo. O sea
que síquicamente Japón no es patriarcal, es matriarcal, aunque la ley diga otra
cosa. Andalucía, la Virgen Macarena y demás. la Mamma italiana..... Sin
comentarios.
Amaterasu
sigue siendo venerada en Ise Jingu, el Sancta Santorum japonés y tras esta
venerada y venerable diosa vienen legión de damas que dejan en pañales al
bípedo macho.
El
pueblo, todos los pueblos, llanos, iletrados, pegados a la tierra como lapas
fertilizadoras de la misma, no pudo dejar escrita su historia. Tanto hombres
como mujeres, así que estamos empatados. Pero para eso estaban los escritores,
los sacerdotes etc. que supieron recoger también los poemas y canciones
populares. Léase Mayoshu etc. editado en español por Antonio Cabezas, ya
fallecido, en editorial Hiperión.
En el
tiempo en que en Al-Andalus peleaban la cruz y la media luna, señoras como
Murasaki Shikibu y Sei Shonagón, escribían la mejor novela del mundo GENJI
MONOGATARI, Historia de Gengi ( hay varios títulos popularizados al respecto)
traducido también completo en español en Ancora y Delfín si mi memoria no
falla. Gengi, la historia interna de una corte de un refinamiento que no parece
haber existido en ningún sitio, refinamiento que en muchos aspectos sigue
estando vivo en la cultura japonesa: Flores, caligrafía, poesía. Gracias a su
lectura pude comprender, después de muchos años, algunos de los aspectos
culturales que hasta ese momento no había terminado de entender.
Sei
Shonagón escribía MAKURA NO SOSHI, El libro de la almohada, el diario más
famoso y original de la época de Heian.
Han
pasado más de 1000 años y las damas siguen vivas y coleando.
Hay
una famosa antología de poesía: Hiaku nin isshu, traducida en español como 100
poetas, 100 poemas, también en editorial Hiperión, donde las damas relucen a la
altura de los hombres, o más en ocasiones.
En
terminos generales, en las sociedades orientales, la educación, tanto de
mujeres como de hombres ha ido a la par. Eran muchas, por desgracia no todas, las
que sabían leer y escribir, al contrario de paises en donde en alguna época de
la historia se presumía de lo contrario. Rastreen en El Lazarillo de Tormes y
después me lo cuentan.
He
hablado de escritoras principalmente, podría hablarse de mujeres que eran
esposas de generales militares, fuerza motriz de esos generales, que si bien no
fueron directoras directas de los soldados, la orientación militar que ellas le
dieron a las guerras fueron básicas. Fueron valoradas y siguen siendo valoradas
en la Historia de Japón.
Nada
es perfecto, muchos los problemas, pero las niñas también tenían oportunidad de
saber leer y escribir.
Tal
vez esa imagen de pobrecitas mujeres japonesas proceda de la época en que
EE.UU. abrió Japón a cañonazos, segunda parte del S.XIX, era que sería después
Meiji.
Ahí
comienza la apertura al mundo de este país y ahí, también, las mujeres pusieron
no su granito, sino su gran roca para la construcción del país..... Un ejemplo
Umeko Tsuda, educadora.
UMEKO TSUDA
En
internet pueden encontrar mucha información, desgraciadamente nada o casi nada
en español, sobre esta señora. De hecho esta sección es una síntesis de varios
artículos sobre esta mujer en francés y en japonés.
Umeko
Tsuda nació el 31 de diciembre de 1864. Falleció el 16 de agosto de 1929. Fue
una adelantada en la educación femenina en la Era Meiji en la que se abre el
Japón tradicional al mundo moderno. Fue muy bien valorada como pionera de la
mujer femenina, valoración que sigue viva.
Umeko
nació en el actual Tokyo, aún entonces Edo, del matrimonio formado por Sen Tsuda y su esposa Hatsuko. Como el
padre pertenecía a una familia de samurais que apoyaban al gobierno de la
época, al romperse el sistema, se quedó sin trabajo.
En
1869 comenzó a trabajar en un hotel cercano a Tsukiji, hoy día gran lonja del
pescado de Tokyo. De Kagome Okamichimachi la familia se trasladó a Mukojima.
Sen era agrónomo y cultivaba verduras occidentales. Umeko, siendo niña,
estudiaba danza y también ayudaba a su padre en el cultivo de la huerta.
Sen
era un agrónomo progresista y ferviente partidario de la occidentalización y
cristianización de Japón.
Umeko
era la miembro más joven de la misión Iwakura que partió hacia EE.UU. para
estudiar el sistema educativo de aquel país. En ese momento Umeko tenía seis
años y la misión se encuadraba en un sistema de intercambio de estudiantes.
Hasta los 18 años vivió en EE.UU.
Umeko
vivió una época en Washintong D.C. con Charles Lanma, secretario de la legión
japonesa, y su esposa Adeline. Como no tenían hijos la acogieron y albergaron
como si fuera su propia hija.
Umeko
estudió en el Instituto Colegial de Georgetown donde estudió inglés. Después de
diplomarse , entró en el Instituto Archer, reservado a las hijas de políticos y
burócratas. Era una estudiante sobresaliente en lenguas, matemáticas, ciencias
y música.
Un
año aproximadamente después de llegar a EE. UU. se bautizó y se convirtió al
Cristianismo.
Aunque
los Lanman eran episcopalianos, decidieron que ella debía pertener a la antigua
iglesia sueca.
REGRESO A JAPON
Umeko
regresó a Japón a los 18 años, en 1882. Había olvidado casi completamente su
idioma materno, lo que al principio le causó más de un problema.
Conocía
el problema cultural en razón de la posición inferior de la mujer en la sociedad
japonesa de la época.
Su
padre, completamente occidentalizado tras su partida, era ,sin embargo, un
patriarca tradicional y autoritario frente a la mujer.
Hirobumi
Itó, que llegara a ser Presidente del Gobierno en la Era Meiji la contrató como institutriz de sus hijos al margen de
hacer como traductora en determinadas ocasiones.
En
1885 comienza a trabajar en la escuela para jóvenes aristocráticas, pero no se
sentía completamente satisfecha a causa de las restricciones educativas
impuestas a las mujeres, así como por la política educativa que intentaba
dirigir a las jovencitas para que fueran señoras de su casa y que aprendieran a
ser esposas obedientes y buenas madres.
Varias
veces le fueron recomendadas el matrimonio, pero no habiéndose visto teñida de
la cultura aristocrática, ni sintiéndose bien en el contexto de lo que era el
significado del matrimonio en Japón en la época, tal vez por lo que hubiera
visto en América, llegó a escribir en una carta que no le hablaran más del
tema. Con sólo oirlo se sentía mal. Es entonces cuando decide permanecer toda
la vida soltera.
Por
aquel tiempo vino a Japón Alice Mabel Bacon, amiga de su época de estudiante en
EE.UU. Con esta presencia y la ayuda de su padre y compañeros de trabajo de
éste, Umeko decide volver de nuevo a EE.UU.
SEGUNDA ESTANCIA EN EE.UU.
En
esta segunda estancia , Umeko estudia en el Bryn Mawr College de Filadelfia
entre 1889 y 1892, en donde se diplomó en biología y pedagogía. También estudió
en el St. Hilda College del Reino Unido.
Durante
su segunda estancia en EE.UU. , Alice Bacon ha vuelto a América y ha escrito un
libro sobre la mujer japonesa. El tema atrae a Umeko, es la primera vez que
mirará a la mujer japonesa desde otra perspectiva. Decide que las mujeres de su
país también deben estudiar en el extranjero.
Dando
conferencias consiguió dinero suficiente para crear un fondo de becas para las
mujeres japonesas.
FUNDACIÓN DEL TSUDA COLLEGE
De
vuelta a Japón escribe tesis y da discursos por el mejoramiento del estado de
las mujeres. La ley de estudios superiores obliga a crear al menos un centro
público para las mujeres en cada provincia.
A
pesar de todo, estas escuelas no están al mismo nivel de calidad educativa que
las de los chicos. Por ello , con sus amigas Alice Bacon y sus compañeras de
estudios japonesas en América, Shigeko Uryu, Sutematsu Oyama y otras personas
fundan en 1900 el Instituto de estudios ingleses para mujeres, (Joshi Eigaku
Juku), situado en Komachi, en Tokyo, para construir una educación en artes
liberales para todas las mujeres sin distinción de clase social.
La
escuela pasó por tiempos difíciles debido a la falta de fondos, pero como
resultado de los esfuerzos fue oficialmente reconocida en 1903.
En
1905, Umeko Tsuda se convierte en la primera presidente de la rama japonesa de
la Asociación Cristiana de Mujeres
Jóvenes.
A
causa del intenso trabajo, la salud de Umeko se resiente. Termina siendo
víctima de un ataque cerebral. En 1919 se retira a su residencia secundaria en
Kamakura en donde fallece tras una larga enfermedad.
El “Joshi (Mujer) Eigaku (Estudios Ingleses) Juku
(Escuela, Academia)” cambia de nombre a “Tsuda (Apellido de Umeko) Eigaku Juku”
en 1933 y tras la Segunda Guerra Mundial a College Tsuda, (Universidad Tsuda).
Hoy
por hoy es uno de los más prestigiosos centros educativos universitarios
femeninos de Japón.
POSTERIDAD
Si
bien Umeko Tsuda pretendía una reforma del estatuto de las mujeres, no promovió
ningún movimiento por el derecho al voto de las mismas. Más bien se oponía a
ello. Sus actividades se basaban en una idea de la educación enfocada al
desenvolvimiento de la personalidad y la inteligencia del individuo.
Sobre
Umeko Tsuda se han hecho películas, se han escrito libros, programas y largas
series de televisión, lo que , de alguna manera dice la alta estima en la que
se la tiene.
EL SIGLO XX
Tras
la época de Meiji se entra en el siglo XX. Las vicisitudes de las distintas
guerras, terremotos y demás circunstancias de la vida diaria , y quiero
recalcar que es una visión estrictamente personal, me limitaré a decir que la
mujer quedó encerrada entre la casa y el mercado. Con poder comer ya había más
que suficiente.
Si
hay que dar algún nombre en ese mejoramiento generalizado en la sociedad, sería
el de Fusae Ichikawa, parlamentaria que consiguió el voto para las mujeres,
alguna que otra escritora como Chiyo Uno, la actual periodista Akiko Sakura,
personas de reconocido prestigio de las que se necesitará tiempo para saber qué
queda en la Historia.
Ha
habido mujeres dirigiendo partidos políticos que han basado su política en un
insulto constante a los hombres, a veces muy merecidamente, sin apuntar a
verdaderas soluciones para todo el país. Muchas veces alzadas por los medios
como esas reinas por un día, cuando se les ha quitado esa ayuda se han
desinflado como un globo. Han acabado, literalmente, llevando a sus partidos al
desastre. No creo, en ningún caso que apelar sólo al sentimiento exclusivamente
femenino en política sea una forma de intentar elevar el país. Las mismas
mujeres les han dado la espalda.
No
creo, en absoluto, que sea por influencia masculina.
Lo que quiero matizar es que si bien la figura
femenina se va haciendo cada vez más presente, nunca se debe valorar por el
hecho de que sean mujeres exclusivamente, sino por el valor de las ideas que
presenten y, concretamente en política...... todavía falta subir algunos
escalones. Todo se andará. En mi opinión , ese es el nivel. No implica, en
absoluto una mejor valoración del hombre.
No
tengo cifras concretas, pero podría ser hubiera muchas más mujeres en las
universidades que hombres.
Cuando
he hablado de España y he pedido comentar en mis clases los temas , los vídeos,
presentados, los comentarios escritos por los chicos iban dirigidos a la
política, estructura o problemas sociales, los de las chicas hablaban de la
moda, de la comida, de.... , la mayoría de los anuncios de televisión van
dirigidos a las damas, por la noche, a los “reyes de la casa”, el tipo con el
coche etc....
¿Malo?
En absoluto, pero puede ser que esa inteligencia innata femenina se esté
dejando llevar por el aspecto del deseo desmesurado de tener, de aparentar, de
muchas damas. En Japón dicen, el mayor enemigo de la mujer es la mujer misma,
lo que tal vez no sea exclusivo de aquí.
Creo
que la fuerza de la mujer se está mostrando excepcional en esa lucha sorda y
silenciosa por llevar una mejor vida diaria, excepción hechas de los matices
anteriores, que sin duda considero un tanto negativos, no totalmente.
Redes
de mujeres que se conocen por internet, se encuentran , mejoran y aportan
elementos para una nueva cocina, exigen mejoras concretas con un buen
conocimiento de causa en las máquinas del hogar, en los alimentos y en su
posible estado de contaminación etc.
Yo
diría que las mujeres con solera, con acero en el corazón, no están en la
Historia, están en la Intrahistoria, base definitiva de la Historia.
Aquellos
y aquellas que quieren ser “estrellas”, si no tienen madera, se estrellan, se
deshacen como pompas de jabón. Tener nombre no implica calidad.
¿Es
siempre el hombre, las leyes las que cierran la puerta? Definitivamente, no. A
veces son ellas mismas.
Para
terminar dos cosas: la que vale, vale y acaba siendo reconocida. ¿Por qué puede
ser que haya una visión aún tópica de la mujer japonesa como obediente,
silenciosa etc....? Sin duda la dificultad del idioma. Japón aún no se conoce suficientemente.
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