Haiku
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El haiku (俳句 ),
en español frecuentemente jaiku
(siguiendo la transcripción fonética directa), es un tipo de poesía japonesa.
Consiste en un poema breve, generalmente formado por tres versos de cinco,
siete y cinco respectivamente. La poética del haiku generalmente se basa en el
asombro y el arrobo que produce en el poeta la contemplación de la naturaleza.
La esencia del Haiku es
"cortar" (kiru) mediante la yuxtaposición de dos ideas o imágenes
separadas por un kireji que es el término "cortante" o
separador.
Tradicionalmente, un
Haiku debe contener también una referencia directa o indirecta a la estación
del año, frecuentemente mediante el uso de un kigo o palabra que evoca
las estaciones. Los saijiki son listas extensas de palabras
"kigo" en japonés, que el poeta puede utilizar.
Características
Formales
El haiku tradicional consta de 17 sílabas
dispuestas en tres versos
de 5, 7 y 5 moras, sin rima.[][]Suele contener tanto una palabra clave denominada kigo (季語), que indica la estación del año a la que se refiere, como una cesura o pausa verbal, conocida como kire, que separa a un haiku en dos imágenes contrastantes. El kigo suele situarse en el primer verso. Sin embargo, hay haikus que carecen de kigo (mu-kigo), pero que tienen 'sabor a haiku', haimi.
Contenido
El haiku describe generalmente los fenómenos naturales,
el cambio de las estaciones y la vida cotidiana de la gente. Su estilo se
caracteriza por la naturalidad, la sencillez (no el simplismo), la sutileza, la
austeridad, la aparente asimetría que sugiere la libertad y con esta la
eternidad.En la base del haiku hay una percepción directa de las cosas, apegada a lo sensible y libre de conceptos abstractos. Blyth lo define como «una mera nada, pero inolvidablemente significativa».[]
Para Vicente Haya, «la palabra humana que se transforma en haiku es la expresión de un silencio profundo y ancestral que es previo y posterior a nuestra existencia como criaturas».[]
La piedra angular del haiku es el aware, una emoción profunda provocada por la percepción de la naturaleza. A menudo se trata de una emoción melancólica (el poeta, contagiado por el sufrimiento de los seres, siente su tristeza y de ahí nace su poesía), pero también la alegría exultante puede ser aware. Se trata de una conmoción espiritual, que es a la vez estética y sentimental.
Para que el aware sobreviva a través de las palabras, es preciso que el haijin (el poeta que escribe haiku) se elimine del proceso. En el haiku genuino se produce una comunicación análoga a la no verbal (el haragei, arte de comunicarse sin palabras), sin confusión ni ruido.
El haiku tal como se consolidó tras Bashô y Onitsura (siglo XVII) se concibe como un instrumento para el desarrollo espiritual. Tras ellos, hay un antes y un después en el mundo del haiku.
Rodríguez Izquierdo afirma:
Bashoo trató de
iniciarles en su poesía, pero con una aspiración superior a la meramente
literaria. De hecho, es poco probable que Bashoo se preocupara por la
literatura como tal. Su intento trasciende este ámbito, y se dirige a enseñar
el haiku como un camino de vida. Es típica esta concepción japonesa de las
artes como caminos de ascesis espiritual.
Rodríguez Izquierdo[]
Vicente Haya afirma:
El haiku japonés es
una vía espiritual (dô), un modo del entrenamiento
del yo, un proceso de despertar de los sentidos, de atención, de naturalidad,
de autenticidad, de paciencia, de desprendimiento,de extinción de la vanidad...
y hasta del yo. Los maestros de haiku enseñan que el poeta debe eliminarse de
su poesía para que sus versos capten la esencia dinámica de la realidad
JUSTIFICACION A MI MANERA
No
seré yo quien niegue los valores de una poesía en la que la naturaleza hace
acto de presencia.
La
naturaleza como centro significa una vuelta a esa naturaleza sin condiciones.
El
tiempo en que las creencias de tipo religioso y social estaban muy enraizadas,
probablemente las personas volvían a la naturaleza incluso con alegría. Si además
el espíritu del Bushido hacía culto de la muerte, volver a la naturaleza, a la
paz de la tierra tenía sentido. Pero hoy en día, mucha tierra, mucha
naturaleza, mucha.... tal y cual, pero cuando llega un terremoto, cuando un
tifón destruye, todo el mundo quiere,quiere y quiere ayudas económicas. No hay
resignación, no hay abnegación, hay idea de posesión.
Que
el haiku tenga sus reglas formales, los versitos cortos, no hay nada que
objetar. En última instancia,a diferencia del japonés, las palabras españolas
se pasan de largas, pero aún y así se puede intentar el 5-7-5 tan cercano por
otra parte a algunas formas flamencas.
No
seré yo quien intente ridiculizar el haiku metido de cabeza en la naturaleza.
pero lo que sí puedo decir es que es excesivo ese ¿orgullo?, aprisionamiento,
encadenamiento a las normas. Palabras de la naturaleza, del mes, de la
estación...., me resultan en muchas ocasiones falsas.
La
cristalización del lenguaje de Góngora mató el lenguaje, por muy hermoso que
fuera. Los poetas terminan encerrándose en un mero juego cerebral de la lengua
lo que acaba por arrastrar al público a una tendencia poética aristocrática no exenta de eruditismo a la
violeta.
Por
otra parte, recrearse sólo en esa naturaleza me parece que es como olvidarse de
los hombres, encerrarse en un yo bastante egoista, digámoslo así.
Sin negar lo bueno, abrir las puertas al
mundo. De ahí estos haikus a mi manera. Naturaleza, clima, instantáneas de la
vida diaria. Donde la única aristocracia que haya sea la capacidad de la
persona para saber expresarse y dejarse del
exceso, a veces absurdo, de normas.
Por
supuesto, los ultraortodoxos de la cultura pura, siempre hubo clases y
discriminación, dirán que estos haikus a mi manera no son otra cosa que
“senryu”, es decir, algo poco serio. Quien quiera entender que entienda.
Nube de otoño
Monte Fuji al fondo
Calor de estío.
Crisis interna
El malo es el otro
Atacar sin más.
Aumentando va
Cincuenta a cincuenta
La cuenta final.
La gran mentira
De los gobernadores
El pueblo cree.
Nefasto día
La gloria sería
Con más silencio.
Hora del sueño
Vueltas y más revueltas
Noche de estío.
Luz de la vida
Resplandeciente sol
Rayo agostador
Clara estación
Palabra nebulosa
La edad cambió.
Labor habemus
Protesta sin descanso
Fémina el ser.
Rio Nogawa
Rosicler de la tarde
Bella Selene.
Rama del árbol
Selene avanzando
Hacia su amado.
Estrecha senda
Paseo de caninos
Noche cayendo.
Canto del grillo
Ronroneo fluvial
Noche estival.
Noche cerrada
Canto de la chicharra
Luz artificial.
Vera del agua
Canta el sapo-vaca
Busca pareja.
Vera del agua
El sapo-vaca entona
Canto de amor.
No a las nukes
Aunque te desnukes
Grito borreguil.
No a las nukes
Alza de impuestos
Grito borreguil.
No a las nukes
El poder del miedo
Suicidio ya
Central nuclear
Victoria del miedo
Caro petróleo.
Suben impuestos
Se cierra el bolsillo
Suicidio nacional.
Central nuclear
Nadie murió
Treinta mil suicidios
Nadie protestó.
Dama y sombrilla
Cuadro impresionista
Calor estival.
Vestido negro
Luciente espalda
Calor estival.
Gafas, pañuelo
Botella de agua
Calor estival.
Central nuclear
Muertos en agosto
Calor estival.
Aoi sora
Cielo azul
Sawayakana kaze Viento refrescante
Aki ga kuru
Viene Aki.
Nuevos ojos
Para verte mejor
Querido amor.
Ay, tan larguita
Diciendo cómeme
berenjenita.
Toc toc zapatil
Se viene acercando
la buena moza.
Río Nogawa
Paseo y descanso
La coca cola.
Río Nogawa
Caluroso verano
La coca cola
Níveas nubes
Lluvia de otoño
Sudor corporal.
Los nubarrones
Agua torrencial
¡Otra vez tarde!
Tarde otoñal
Cuerpo sudoroso
Aún sin final.
Se va la niña
Para la Gran Bretaña
¡Qué internacional!
Septiembre ya
Las calores amainan
Falditas largas.
Buscan las damas
El reconocimiento
Chis abiertos.
Sudar y sudar
Comer mucha verdura
Sin adelgazar.
Todos unidos
Nadie es responsable
Robar y robar.
Las empresas son
Cuevas de ladrones
Sentir nacional.
Lo de Nueva York
Para once años va
El terremoto....
Año y medio
Produciendo está
Ladrones sin par.
Aquellos tiempos
La clase media sana
Vano corazón.
De todos reían
Hoy corazones mustios
Quién lo diría.
Al bajar del tren
Perfume asqueroso
El frasco roto.
Tarde cálida
Otoño acercándose
Con la brisa ya.
Palabrería
De la poesía oficial
Cristal de roca.
Formas de formas
Defensa de la forma.
Esclerotizar.
Desastre del mar
Esclerosis nacional
Sin remisión.
Movida del mar
Subida de impuestos
No da para más.
Sacrificio
Durante dos décadas
Explota el mar.
En veinte años
Frenazo del capital
Caida mortal.
Burbuja rota
Caida en picado
Paralizado.
Paralizados
Frenazo nacional
Sacrificados.
Lagrimería
Pobreza compartida
Tasas subidas.
Amado país
Naranjas de la China
Para vender.
Si chino nospikas
No tendrás futuro
Sólo ruina.
Comer y dormir
Las mujeres consadas
¡Qué barbaridad!
Estrés nada más
Mujeres fatigadas
¡Qué barbaridad!
Pobre del estrés
Cansancio femenino
Sensualidad.
Caballerete
De alta presunción
Coche híbrido.
Ojos profundos
Tu boca seductora
Amor sin fondo
Río Sumida
Cuerpo en sueños
Para tu vida.
Ciudadanía
Todo lo a mí externo
No me incumbe.
Alcoholismo
Borracas por el lodo
Ay del respeto.
Iguales son
Las pobres imbéciles
Llenas de alcohol.
Tempestuoso
Día septembrino
Aki llegando
China chirría
Gritando al viento
Cáncer interno.
La buena moza
El lindo pecho arquea
Ser limonado.
Jóvenes shain
Ebrios de angustia
Estrés laboral
Quién protege
El bolsillo nacional
China será.
Diario, final
Buena despechugada
Deseo popular.
Todo se borra
Hermosa despechugada
Cultura popular.
Quién lo mató
Entre todo mi señor
Se le perdonó.
Todos pobretes
Igualdad ideal
¡Qué felicidad!
Asquerosidad
Piernecitas al aire
Cáncer visual.
Televisión
Incomunicación
Gran decepción.
Temperaturas
Y altísima humedad
La vida se va.
Lluvia otoñal
Corazón desgarrado
Llora de pena.
Amor quiso ser
Con toda serenidad
No pudo ser.
No puede ser
Un amor asfixiando
Al amado ser.
Lluvia otoñal
Limpiando corazones
Ensangrentados.
Damas añejas
Voz de la experiencia
Vida diaria.
Pobres librotes
Han desaparecido
I Phone cinco.
Estío, otoño
El corazón humano
Cambio radical.
Ayer la mini
Hoy hasta el tacón
Humano corazón.
Onda musical
Tranquiliza el alma
Siesta otoñal.
Ojos cansados
Nervios levantados
Sueño otoñal.
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